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Mónica Ojeda, autora de Las Voladoras. Photo: RTVE
Mónica Ojeda, autora de Las Voladoras. Photo: RTVE

Tres libros escritos por autoras ecuatorianas que “queman” como la lava

De VolcáNica a Pelea de Gallos, pasando por Las Voladoras.

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Pedro & Daniel

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Desde el género, la violencia y cierta condición de extranjería, algunas autoras ecuatorianas se han hecho sitio entre la mejor literatura latinoamericana. Desde la ficción y la no ficción, estos son algunos de los libros que arañan, queman, duelen y sobre todo inspiran.

VolcáNica, de Sabrina Duque

Ganadora de la beca Michael Jacobs de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, cuando Duque publicó VolcáNica en 2019, revolucionó la narrativa de viajes arrojando luz, al estilo de una Joan Didion, sobre las luces y las sombras de la realidad nicaragüense.  

El título de este conjunto de soberbias crónicas alude tanto a los volcanes como al apodo que reciben sus ciudadanos y nos adentra con un pulso firme y literario en la complejidad política del país y en su geografía no menos magmática, hilvanando las historias sobre volcanes que le contaron los pobladores de zonas como Nueva Guinea o Casita con descripciones de una Managua, la capital, que recibe periódicamente el azote del Masaya. También las huellas del sandinismo en el país y en sus gentes, y la violencia que estremeció al país y recuerdan los más ancianos. “En tiempos de Somoza, ser joven era un crimen. En tiempos de Ortega, también”, escribe. 

Como la lava, VolcáNica (Penguin Random House, 2019) cubre cada recoveco de la realidad social, política y cultural de un país que no suele ocupar los titulares de los principales periódicos internacionales. 

Pelea de Gallos, de María Fernanda Ampuero

La violencia de todas las clases -racial, económica, de género…- se abre paso en este conjunto de relatos que supuran como una herida mal curada. Pelea de Gallos (Páginas de Espuma, 2018) es el debut en la ficción de la ecuatoriana María Fernanda Ampuero que aborda los vínculos familiares, las relaciones de poder, silencio y abuso que rodean a personas cuya brutalidad es tan familiar que a veces no puedes evitar que en cada uno de nosotros habita un monstruo. 

Con un estilo tan directo como la propia Ampuero, tan oscuro y malvado que el dolor salta de la prosa al cuerpo y se necesita un chubasquero para leer sus historias, Pelea de Gallos ha recibido una acogida internacional excelente convirtiendo a la escritora en uno de los aullidos latinoamericanos a tener en cuenta. 

“Las fotos que siempre quise ver están ante mis ojos y son más hermosas de lo que jamás imaginé. Ser que se come a los seres que ha engendrado. Madre alimentándose de sus pequeñas”, escribe. Devora. 

Las Voladoras, de Mónica Ojeda

Máxima exponente del llamado “gótico andino”, sobre todo tras la publicación este año 2020 en España del conjunto de relatos Las Voladoras (Páginas de Espuma), Ojeda nada cómodamente entre el gore, la sexualidad y la brutalidad más carnal y la magia. 

Si bien en Nefando (Candaya, 2016) relataba la construcción de un videojuego pornográfico infantil en la deep web y en Mandíbula (Candaya, 2018) nos situaba en los oscuros cultos sexuales de un colegio religioso para la élite, en Voladoras recoge la tradición oral de los habitantes de los Andes. Explorando los feminicidios en la zona andina en relatos como “Cabeza voladora” o la creencia en brujas que se untan las axilas de miel para volar en “Las voladoras”, cuento que da título al libro.