El mundo celebra el Día de la Mujer
Siendo una celebración que abre un amplio debate, el Día Internacional de la Mujer pareciera cobrar cada vez más fuerza.
Durante décadas la lucha por la igualdad de género ha ido ampliando su diámetro y hoy en día se ha transformado visiblemente en una lucha contra la violencia, la pobreza, la inequidad y la ignorancia.
Y el 2017 parece venir cargado con esa fuerza ideológica que no ha pasado desapercibida. El mundo entero ha utilizado los medios para celebrar un día que nos recuerda que la lucha sigue.
Según reporta la Agencia EFE, la participación laboral femenina se ha estancado en 53% en América Latina y el Caribe, como ha registrado y publicado el día de hoy la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), asegurando que “persisten los sesgos de género en el mercado de trabajo”.
La celebración del día de la mujer recuerda también que no todas pueden acceder a los mismos espacios y derechos y que la experiencia femenina en Occidente dista radicalmente de aquella que se percibe en otras partes del mundo. Así lo asegura un titular de El País que declara “la experiencia de Oriente Próximo muestra que nombrar mujeres para cargos políticos resulta insuficiente para cerrar la brecha de género”, recordando que cuando en el 2014 el Gobierno iraquí quiso legalizar el matrimonio de las niñas a partir de los nueve años, “no fueron las diputadas sino las activistas por los derechos de la mujer quienes evitaron que llegara siquiera al Parlamento”. Hoy en día, y tras las intervenciones militares de Estados Unidos tanto en Afganistán como en Irak, las mujeres han logrado 68 escaños en la legislatura afgana y el 25% de la iraquí.
La Agencia EFE hace eco de esa desigualdad y revela cómo en una comunidad conservadora como la de Gaza, bajo el Gobierno del grupo islamista Hamás, una maestra de 27 años Heba Fayez, ha abierto Al Jaya, “el primer café solo para mujeres que les permite encontrar su propio espacio de privacidad en un lugar donde apenas existen alternativas de ocio para ellas”.
Pero la oposición sigue vigente. El día de hoy un grupo entre 15 y 20 personas atacaron al grito de “Alá el grande” un acto por el Día de la Mujer Trabajadora que se estaba celebrando en la Universidad Bigli de Estambul, como también reportó EFE.
Y es que el machismo no es asunto que discrimine credos o razas. Cuando en Latinoamérica se sugiere que la violencia de género es un mito, basta con tan sólo recordar el caso de Vilma Trujillo, la nicaragüense que fue quemada en una hoguera después de que miembros de la congregación religiosa determinaran que estaba “endemoniada”.
Y no es una estrategia publicitaria, como muchos la han planteado. Existen datos puntuales que así lo demuestran: 1 de cada 3 mujeres en el mundo ha experimentado violencia física y/o sexual de una persona cercana durante su vida; cada minuto 6 mujeres corren el riesgo de sufrir mutilación genital en el mundo y cada 2 segundos, una menor de edad es casada. (Según datos de la www.internationalwomensday.com y UN.org, recogidos por CNN).
Y, sin ir muy lejos, el país del hombre libre, que ahora pareciera estar dirigido por un hombre que se siente capaz de hacer lo que le provoque con una mujer, es una nación donde una de cada tres madres solteras vive rozando o por debajo del umbral de la pobreza, según reporta El País.
Pero sí, hemos logrado cosas. Mucho ha cambiado desde la época de nuestras abuelas, como también recuerda el diario español, y actualmente, muchísimas cosas siguen caminando en la dirección justa. Basta con tan sólo ver la comisión interinstitucional en contra de la violencia machista creada por Bolivia o la Consulta Femenina, el grupo formado en El Vaticano por 37 mujeres procedentes de distintos campos profesionales “que aportan ideas, discusiones y una mirada distinta a algunos de los debates abiertos dentro de los órganos de la Curia”.
Asimismo, la compañía State Street Global Advisors instaló una estatua de una chica desafiante, con las manos en sus caderas, el mentón en alto y una coleta, en frente al toro de Wall Street, como símbolo de la necesidad de la diversidad dentro de las juntas laborales para hacer frente a una realidad cada vez más agresiva.
En Francia, según el diario Le Monde, las mujeres han llamado a la huelga laboral femenina pues, frente a la desigualdad laboral, están cansadas de “tantas palabras y tan pocas acciones”.
Y este fenómeno se ha hecho mundial, las mujeres han tomado las calles el día de hoy no sólo para recordar que la violencia y la discriminación de género sigue vigente, sino también para hacer visible lo que sucede un día en que las mujeres detienen su fuerza laboral.
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