En el mercado laboral de los tiempos que corren — ultra competitivo, de alta movilidad y siempre cambiante — tener un currículo que solo exista en papel es una receta para el fracaso.

La presencia en LinkedIn, la red social para profesionales que llegó en 2016 a la marca de 414 millones de usuarios, es materia obligada para el desarrollo laboral. Cada dos segundos, un nuevo usuario se suma a este compendio de trabajadores desde alguno de los 200 países y territorios en los que la red tiene presencia.

En 2014, una encuesta realizada por Jobvite — una compañía de reclutamiento de personal con base en San Francisco, California — determinó que 94 por ciento de los cazatalentos revisa los perfiles de LinkedIn para encontrar a las próximas estrellas de cualquier campo laboral.

Sin embargo, solo abrir un perfil en esta red no es garantía alguna de provecho, según señaló la reclutadora y experta en resúmenes curriculares Virginia Franco, en un artículo para la revista Forbes.

Franco sugiere observar cuidadosamente las diferencias entre el currículo estándar y las pautas que sigue un perfil exitoso en la red. “Los perfiles de LinkedIn deben ser conversacionales. Mientras que un currículo es una oportunidad para relatar la historia laboral, LinkedIn ofrece a sus usuarios el valor agregado de poder hacer ‘escuchar’ su voz. En otras palabras, el perfil debe estar escrito en la manera en la que el profesional habla”.

Otras recomendaciones esenciales incluyen:

• Una foto profesional: El elemento visual principal de una cuenta en LinkedIn es la fotografía de perfil. En la mayoría de los casos, la imagen debe ser lo más sobria posible, a excepción de las industrias creativas en las cuales hay más libertad.
• Palabras claves en el currículo: Usar algunas frases que describan la esencia del perfil laboral es de suma importancia para ser descubierto en la red. El texto debe incluir tantas palabras claves como sea posible.
• Publicar contenido: un perfil inactivo es señal de un profesional inactivo. Publicar artículos relacionados con el área profesional es una señal de conocimiento, sobre todo cuando el contenido es propio.