Andrea Blanco y William Cardona son un matrimonio colombiano aunque como el segundo apunta, “ya llevamos un buen tiempo acá en los Estados Unidos. Concretamente en Raleigh. Así, desde su posición dentro de la Diócesis de la capital de Carolina del Norte —ella como parte de la Oficina del Ministerio Hispano y él como coordinador de Vida Familiar Hispana, Catequesis y Formación de Fe Adulta— ambos llevan meses trabajando para preparar a su comunidad, “64 o 65 parroquias” según explica Cardona, para el Encuentro Mundial de las Familias de Filadelfia y también para la visita de Francisco I.  Sin embargo, a la Ciudad de Amor Fraternal acuden no sólo como parte su comunidad pastoral sino también para compartir su experiencia y su punto de vista sobre la familia hispana en el contexto de la sociedad multicultural en una de las tantas charlas que se tendrán lugar en el evento.

“Para nosotros es una bendición participar en el Encuentro Mundial de las Familias como parte de una conversación”, dice William Cardona. “Es un motivo de alegría, un orgullo”, según su mujer. Hasta Filadelfia llevarán todo su conocimiento e ideas sobre proyectos y actividades parroquiales sobre esas familias que ellos conocen de primera mano, que son diversas y que “pertenecen a distintos lugares”, como apunta Cardona. “Es importante para las familias que van a participar que sepan que hay una comunidad hispana en este contexto multicultural que se tiene que integrarse y adaptarse a los desafíos que la misma le presenta”, comenta Andrea Blanco.

Los retos de las familias hispanas en la Iglesia Católica

Uno de ellos es el de la de la catequesis. Cardona lo explica lanzando una pregunta: “¿Cómo hacer para que ese concepto de iglesia doméstica se pueda vivir en casa cuando los papás no hablan inglés pero sus hijos sí y reciben de esta forma la catequesis?”. De esta forma, “en esa casa se rompe ese vínculo”, concluye. Por otro lado, también hay un reto cultural: el de la integración de las familias hispanas en la cultura angloamericana sin que les suponga la pérdida de sus tradiciones ni de sus raíces. Cardona pone como ejemplo la celebración guadalupana de diciembre, que según él mismo apunta “en algunas situaciones no se hace porque no es costumbre en la parroquia mientras la comunidad hispana lo pide y lo necesita y por eso se debería llevar a cabo”.

“Estamos en unos tiempos muy difíciles en los que la familia está en riesgo”, apunta Andrea. Ella además señala a la crisis de fe como a otra de las cuestiones pendientes que los padres y madres tienen que enfrentar en la actualidad. “Esa ausencia de Dios en los jóvenes en la actualidad deja sin herramientas a los papás para poder incrementar esa fe en los hijos y tener una mejor crianza”, asegura. Algo que en su opinión “se hace más difícil en un ambiente multicultural”.

Para ella, “formalmente y aunque no se reconozca, la Iglesia Católica la lideramos los hispanos”. Así, se muestra convencida del rol destacado de los latinos en la actual organización católica del país y destaca “el papel tan importante que tienen las familias hispanas, especialmente aquellos padres que tienen aquí sus hijos, en la transmisión de la fe”. “Los padres son los primeros transmisores y profesores de la fe católica". Por eso, destaca la importancia del cuidado pastoral que se tenga que hacer desde las diócesis y las arquidiócesis con las comunidades hispanas. “Se deben crear programas de formación en pastoral familiar, en la formación de alumnos, en la catequesis que cuide y que compañe a estos papás, a estas familias jóvenes… de eso depende el futuro de nuestra iglesia”, asegura.

Por su parte su marido William celebra que “la Iglesia y la Conferencia Episcopal hayan reflexionado y respondido a esto creando programas, ministerios para y con la cultura hispana”.  “Uno se da una vuelta por las parroquias y se da cuenta que el mundo de personas que participan de las celebraciones litúrgicas hispanas es muy grande”, lo que le confirma en su creencia de que “las familias hispanas son trascendentales en todo el proceso que se está llevando a cabo”. “Si hablamos de nueva evangelización habría que vincular a las familias hispanas para que podamos fortalecer ese proceso dentro de la iglesia”, concluye.

El papa que "con una mano él lleva el pan, en la otra lleva el látigo"

Él habla de la visita del Santo Padre como algo “trascendental” para los católicos pero también para los no creyentes mientras que Blanco recalca que “para la población hispana migrante va a ser aún mayor”. Desde su punto de vista, más allá de su condición de anfitriones, “por todas las cuestiones políticas que se han venido debatiendo los últimos años”. En concreto, la reforma migratoria, a la que según ella “no está atendida” mientras lamenta la oposición del Partido Republicano. Andrea Blanco espera que el encuentro papal consiga “crear esa consciencia” que el tema requiere “porque la familia está en riesgo”. “Ahora mismo hay familias que lo necesitan y que están rotas y separadas” por fenómenos como las deportaciones. “¿Qué clase de acompañamiento y de formación pueden tener unos hijos creciendo sin padres”?, se pregunta.

Así, las expectativas son muy altas. Aún mayores si cabe para aquellos que como la propia Andrea Blanco, reconocen en Francisco a un papa poco al uso: “ Es el representante de Cristo en la tierra, sí, pero al mismo tiempo es ese papa que es una persona común y corriente”. Tanto ella como su esposo esperan que en alguna de las reuniones que Jorge Bergoglio mantendrá con políticos y diplomáticos durante su paso por el país se acuerde de los latinos inmigrantes. La propia Blanco recuerda la actuación papal en el conflicto entre Estados Unidos y Cuba, y que por tanto no sería la primera que Francisco media por “las familias hispanas inmigrantes y por los derechos que están siendo violados”. Cardona asegura por su parte que “va a ser fundamental lo que el papa presente tanto en Washington como en la ONU, estamos seguros que dentro de su discurso, el tema de las familias y de la justicia migratoria va a ser uno de sus temas”.

Dice Andrea Blanco que con el papa Francisco, hay muchas cosas que son “de sorpresa, así como con una mano él lleva el pan, en la otra lleva el látigo”. Y así es justo como miles de familias de immigrantes indocumentados le esperan.