La lucha por los derechos de los animales se libra desde la ciudad del amor fraternal a través de diversas organizaciones como PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) que se dedican a crear conciencia respecto a cómo las decisiones que tomamos día a día tienen serias implicaciones.

Lo qué comemos, vestimos, los productos que usamos, nuestra relación con las mascotas y los animales de crianza y en cautiverio, son algunos de los frentes a través de los cuales se libra la batalla. 

¿Pero cómo crear conciencia cuando la mayoría de nosotros crecimos comiendo carne, usando piel, y visitando circos y zoológicos sin considerar el impacto que estas acciones tienen en los animales involucrados? ¿y cómo cambiar la percepción tradicional que la sociedad tiene de que todos los animales existen para uso humano? ¿o la creencia de que no mataríamos a un perro para comerlo pero sí una vaca? 

Esas son algunas de las preguntas que se hace el autor Peter Singer en su libro “Animal Liberation”, considerado uno de los más integrales respecto a los derechos de los animales, y en el cual argumenta que el principio de estos es la igualdad cuando se trata de la consideración que les tenemos a ellos. 

Por su parte, Jeremy Bentham, fundador de la escuela de reforma utilitaria de filosofía moral, considera que la cuestión no es si un ser viviente puede razonar sino sufrir.

“La mayoría de nosotros no crecimos siendo activistas de los derechos de los animales. Yo misma crecí haciendo cosas que jamás consideraría hacer ahora que he aprendido y desarrollado conciencia sobre la crueldad detrás de muchas de las cosas que hacemos día a día sin pensar”, dijo Lindsay Rajt, directora asociada de campañas de PETA. “La mayoría de la gente es compasiva, y si tiene la opción de escoger una opción libre de crueldad para los animales van a optar por eso, así que nuestro reto es mostrar a los consumidores la verdad para que puedan tomar decisiones informadas”.

A través de los años, la organización ha llevado a cabo campañas, manifestaciones e investigaciones encubiertas, para informar a la gente y mostrar lo que no siempre se ve a primera instancia, muchas veces haciendo uso de su capacidad de sorprender, conmocionar y escandalizar. 

“A través de los años hemos aprendido que tener una campaña controversial hace la diferencia respecto a si un asunto pasa desapercibido u obtiene la atención de los medios y de la gente”, dijo Rajt. “Gran parte de lo que hacemos es establecer comparaciones entre los seres humanos y los animales ya que compartimos la misma habilidad de experimentar dolor y miedo”.

Para hacer muestra de ese sufrimiento, el grupo de derechos de animales llevó a cabo, por ejemplo, un tour de un proyecto de realidad virtual bajo el nombre de “I, Chicken” en 150 universidades de la nación, que llegó en octubre pasado en la Universidad de Pensilvania y la Universidad de Temple, y el cual permite a los usuarios ver la vida desde el punto de vista de un ave conforme pasa de ser libre a un matadero.

Quienes tuvieron la oportunidad de vivir esta experiencia de realidad virtual vieron su vida como aves de crianza en jaula amontonadas, sucias, en las que no podían ni moverse, y experimentaron la ansiedad asociada con estas condiciones.

“En Filadelfia así como en todo el país siempre hay actividades relacionadas a los derechos de los animales”, dijo Rajt. “En septiembre tuvimos protestas en un rodeo, en octubre protestamos contra un circo por el uso de animales, en noviembre tuvimos una evento para motivar a la gente a no comprar abrigos y ropa fabricada con pieles, y este mes tuvimos nuestra primera exhibición en la costa este de ‘Naked Ambition’, sobre las campañas con celebridades desnudas en su 25 aniversario”.

Por otra parte, representantes del departamento legal de PETA visitaron la escuela de leyes de Penn State para hablar de los derechos de los animales, mientras que miembros del equipo de investigaciones de laboratorios visitaron la Universidad de Pensilvania para hablar sobre la ética de la experimentación con animales.

“Filadelfia es un centro en el que hay mucha discusión en torno a los derechos de los animales y esperamos que siga creciendo”, dijo Rajt. “Además, es una ciudad que hace un buen trabajo cuando se trata de ser una ciudad amigable con los animales”.

Entre los logros que se anotó Filadelfia este año, la ciudad del amor fraternal fue reconocida por PETA como la más amigable con los fanáticos de deportes vegetarianos por las opciones de comida en los estadios de los Eagles, los Phillies y los 76ers. 

“De los hot dogs veganos en el Lincoln Financial Field a los sandwiches de carne vegana en el Citizens Bank Park y los dos tipos de hamburguesas veganas en el Wells Fargo Center, Filadelfia ha fijado un excelente ejemplo a seguir para otras ciudades amantes de los deportes”, lee un comunicado de PETA.

Por otra parte, Blackbird Pizzeria, en la calle 6 y Lombard, se posicionó en el top ten de alitas de pollo veganas a nivel nacional.

“Las alitas de habanero y cítricos, servidas con un cremoso dip de pepino te dejarán preguntándote por qué Philly es conocido por sus ‘cheesesteaks’, aunque la pizzería también ofrece una versión vegana de estos”, lee un comunicado de PETA, el cual agrega que la ciudad debería cambiar su slogan a “The City of Veganly Love”.

Quizá uno de los asuntos más populares en torno a los cuales trabaja la organización es la adopción de perros y gatos, aunque su postura respecto a los distintos tipos de refugios para estos animales podrían sorprender a muchos a primera instancia.

“Cuando la mayoría de la gente escucha que hay refugios de perros y gatos que no matan estos animales, lo ven como algo bueno porque nadie quiere matar a un perro o gato saludable que podría ser adoptado”, dijo Rajt. “El problema es que hay entre seis y ocho millones de perros y gatos que llegan a los refugios en la nación cada año, y solo la mitad de ellos son adoptados”.

Según ella, esto puede tener serias implicaciones y no hace frente al problema de la sobrepoblación de raíz.

“Este tipo de refugios no siempre tiene cupo para los animales que la gente lleva por lo que en ocasiones terminan en manos de personas que no saben que hacer con ellos o en la calle”, dijo Rajt. “Los refugios de admisión abierta en los que sí se practica la eutanasia no le van a dar la espalda a ningún animal”. 

Según ella, la forma de combatir el problema de raíz es esterilizando a los animales para que no se reproduzcan y no haya más animales no queridos, y por otra parte, adoptando animales de refugio en vez de comprarlos de un criador o tienda de mascotas.  

Respecto al alcance de PETA hacia la comunidad hispana, la organización cuenta con una división para llegar exclusivamente a esta. 

“En años recientes lanzamos PETA Latino y nuestro alcance con la comunidad hispana así como los materiales pensados en ellos, y nuestra relación con celebridades latinas, continúan creciendo”, dijo Rajt. 

Entre las celebridades latinas que han formado parte de las campañas de PETA, están las actrices Eva Mendes y Roselyn Sánchez y Kate del Castillo, las cantantes Carla Morrison y Gaby Moreno, el guitarrista Dave Navarro, y la modelo y reina de belleza Susie Castillo.

Por otra parte, la organización cuenta con una guía para ayudar a los latinos interesados en cambiar su dieta a favor de los animales.

“Justo a tiempo para las fiestas decembrinas lanzamos un kit vegano para principiantes, disponible en inglés y español, con alternativas y recetas de platillos favoritos como empanadas, albondigas, quesadillas...”

Quizá la idea de cambiar su dieta en esta temporada de fiestas sea demasiado pedir, pero Rajt considera que la lucha por los derechos de los animales se libra poco a poco, “ya sea evitando ir a circos con animales, comprando ropa que no esté hecha de productos animales, o comiendo una comida vegana ese día”.