Desde que inició sus estudios en la Universidad La Salle, Ashley Torres se ha abierto paso a un camino de oportunidades.

La joven latina nunca pensó que llegaría a ser la presidenta de la Asociación de Gobierno de Estudiantes (SGA).

Pero recientemente como estudiante electa para ese cargo, tuvo la oportunidad de darle la bienvenida a más de 1.000 estudiantes de primer año durante la Convocatoria de apertura de la Universidad La Salle.

Torres, estudiante de política, decidió postularse para presidenta cuando otros miembros de SGA la animaron.

“Eso fue verdaderamente un cumplido y un reto al que no podía dar la espalda”, dijo Torres. “Desde que era niña, la gente me ha dicho que era una líder nata, porque siempre he sido valiente al tomar la iniciativa antes de que se me pida”.

Aunque confesó que todavía se pone nerviosa justo antes de hablar en público, fue un gran honor tener la oportunidad de dirigirse a sus nuevos compañeros universitarios el pasado 21 de agosto.

Una de sus metas como presidenta es asegurarse de que todos los estudiantes conozcan el potencial del SGA para mejorar la escuela.

“Realmente me preocupo por los estudiantes y sus ideas. Después de todo, esta es nuestra escuela y quiero hacer que nuestras voces sean escuchadas”, dijo Torres.

Anteriormente Torres había  pasado dos años como voluntario en AmeriCorps, donde fue mentora de preparación universitaria para estudiantes de la sección de Kensington en Filadelfia. También realizó una pasantía en Arthritis Foundation of Eastern Pennsylvania, en la oficina local.

Tras graduarse de La Salle, Torres dijo que le gustaría pasar un año de servicio en la frontera  entre México y Estados Unidos, para continuar con su educación en política o leyes.

Durante las vacaciones de primavera del año pasado, Torres realizó junto a su clase un viaje a El Paso, Texas, para aprender aspectos sobre la inmigración en la frontera. Los estudiantes se hospedaron en una iglesia que cuenta con un programa para que estudiantes universitarios visiten y aprendan sobre temas fronterizos.

“Fui testigo de las condiciones horribles y desoladas. Ese viaje cambió para siempre mi perspectiva sobre los privilegios que tengo como una estadounidense”, dijo Torres, cuya familia es de Puerto Rico.

“Tuve la oportunidad de hablar con inmigrantes de México, quienes compartieron sus historias de vida que eran tanto desoladoras e inspiradoras al mismo tiempo. Quiero ser una defensora de los mexicanos y sudamericanos, porque nadie merece ser tratado de forma inhumana”, concluyó Torres.