Este jueves el presidente Barack Obama declaró estado de emergencia en el estado de Pensilvania y ordenó la distribución de ayuda federal a través del estado. Los fondos serán dirigidos a las oficinas y agencias de rescate que han respondido a las condiciones de emergencia que han surgido como resultado de una tormenta invernal el pasado 4 de febrero.

La tormenta de nieve dejó sin electricidad aproximadamente a 849.000 residentes. Más de la mitad permanecen sin luz este jueves, y funcionarios han declarado que podría tomar hasta este sábado restaurar el servicio de todos los afectados.

La acción del presidente Obama autoriza al Departamento de Seguridad Nacional y a la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) coordinar todos los esfuerzos de ayuda con el propósito de aliviar las penurias y los problemas causados por la emergencia en la población local.

Específicamente proporcionará asistencia requerida en situaciones de urgencia para salvar vidas, proteger la propiedad y la salud pública. Los esfuerzos serán concentrados en los condados de Bucks, Chester, Delaware, Lancaster, Montgomery, Filadelfia y York.

FEMA está autorizado para identificar, movilizar y proveer a su discreción, el equipo y los recursos necesarios para aliviar el impacto de la emergencia. Las medidas de protección serán proporcionados en un 75 por ciento por fondos federales .

El gobernador de Pensilvania, Tom Corbett, advirtió a los residentes que tomará tiempo restaurar todos los servicios de eletricidad, pero que está trabajando de cerca con las agencias de seguridad para asegurar que esto ocurrirá lo más pronto posible.

"La gente tendrá que tener paciencia", dijo Corbett. Agregó que las bajas temperaturas podría causar más problemas en las autopistas y carreteras.

El gobernador recomendó que cualquiera que no tenga electricidad en su vivienda, contacte inmediatamente al provedor de este servicio. 

 Autoridades están instando a los residentes sin acceso a electricidad o calefacción, utilizar algunos de los albergues que han abierto a través de la región en caso de no contar con otras alternativas para protegerse del frío.

"Quedarse en casa tratando de calentar la temperatura con métodos alternos podría ser peligroso. No queremos que ninguna vida se pierda sí contamos con albergues disponibles", dijo Corbett.