Una ciudad con 40.000 edificios vacíos tiene mucho espacio para que las empresas desarrollen. Sin embargo, muchos empresarios de Filadelfia están eligiendo una forma distintiva para hacer negocio — desde sus camiones.

Aunque las loncheras han sido parte de las secciones más pobladas y los ámbitos universitarios de la ciudad por más de 30 años, la tendencia ha crecido en los últimos años e incluye ahora cocinas móviles, restaurantes móviles con sus hornos de ladrillo incluidos, camiones con luces colgadas por doquier, camiones que enseñan la jardinería, refaccionarias móviles para motocicletas, camiones que preparan sushi e incluso un camión que sirve como un museo móvil.

En un año, entre 2009 y 2010, la industria de cocinas móviles creció casi un 7 por ciento, mientras que la industria alimentaria en su conjunto creció solo un 1,5 por ciento. 

¿Cuándo comenzó esta moda? ¿Qué es lo que nos atrae a estos puestos en vez de a las tiendas que tienen sede en nuestros barrios? ¿Es esta una característica única de Philly? ¿Será que los empresarios recurren a camiones para ahorrar dinero? ¿O, se trata de un cambio en el consumidor, señalando que no tenemos tiempo para sentarnos a disfrutar una comida? ¿Cuál es la receta que nos ha dado esta tendencia de las empresas móviles?

Comience con tres tazas colmadas de recesión

Erin Bernard es el fundador y comisario principal del camión de historia pública de Filadelfia, que inició su primer ciclo de exposiciones este año en el este de Kensington. Este camión blanco es un museo móvil.

"A fondo se trata de un proyecto para proveer acceso sin paro a causa de costo o ubicación", explicó Bernard . 

El museo sobre ruedas no solo llega al vecindario para que la gente se evite los gastos de transporte y de admisión, les trae una exhibición de su propia historia comisariada por la comunidad. Ya sea documentando historias orales o planificando exhibiciones, Bernard y 'los Kensingtoneros' archivan su historia para así compartirla con el resto de la ciudad, que a menudo habla mal de su barrio.

 "Mi esperanza es que un grupo de vecinos que no se conocen lleguen a conocerse", dijo Bernard.

Si bien la idea puede parecer revolucionaria, el concepto de una 'historia móvil' no es nueva, según Bernard . En medio de una recesión y crisis de la educación en 1982 (¿suena familiar?) un grupo de historiadores decidió crear un camión de historia móvil en Filadelfia. Cuestiones de financiamiento fueron lo que le apagaron el motor al primer proyecto. Pero la idea quedó plantada, y quizás indica que la receta para la innovación empresarial empieza en el caldo de la crisis.

"Los estudiantes de doctorado no tenían donde trabajar ", recordó Bernard , "Hubo una crisis de financiación para las artes".

Y aquí estamos en 2013 , recuperándonos de una recesión enorme, con muchos jóvenes desempleados y un distrito escolar en peligro —tal vez estos se tornen también en ingredientes para un plan alternativo.

Los negocios móviles pueden ser más accesibles, pero un gran ímpetu para los empresarios es su asequibilidad.

Los exterminadores, Honest Lou & Sons Extermination Supply Co., no son la imagen a la vanguardia de la tendencia de los negocios móviles — a la gente no le gusta pensar en las cucarachas, pulgas, termitas, chinches y ratas. Sin embargo, estas imágenes son las que están dibujadas en el lado del camión amarillo brillante y azul que se estaciona, rodeado por el mar de tráfico de las avenidas Erie y Germantown, y las calles Broad y Butler. 'Honest Lou' se encuentra ahí como un barco atracado felizmente sin planes de navegar ni poner pie en tierra.

James Lougl dijo que lleva seis años vendiendo sus servicios de exterminador desde el camión. Cuando los precios de alquiler aumentaron, el negocio de 50 años se convirtió en uno móvil.

"Es conveniente", Lougl explicó: "Uno no tiene la sobrecarga de la propiedad. Uno elimina los cargos de electricidad ".

Sin alquiler, mantenimiento, servicios públicos, y con impuestos más baratos y una ubicación privilegiada, el camión se ha desempeñado bien, según Lougl .

Los empresarios están viendo, más y más, la ganancia en el negocio móvil.

La Asociación Nacional de Restaurantes calcula que los camiones de restaurante móvil generan $650 millones en ingresos cada año. Pero en una industria que genera hasta medio millón de dólares cada año, los camiones de comida son menos del 1 por ciento de las ventas. Sin embargo, Intuit Inc., la compañía de software estadounidense que se hizo famosa con TurboTax , dio a conocer un informe que predice cuadruplicación de ventas en este segmento de la industria para 2017.

El mismo informe calcula que el costo actual promedio para poner un restaurante en un edificio es de un cuarto a medio millón de dólares, mientras que el costo de un camión de cocina móvil es alrededor de $50.000.

Annika Stensson, la gerente principal de comunicaciones de la Asociación Nacional de Restaurantes, explicó que los restaurantes a menudo se sienten amenazados por la popularidad de los camiones.

"Han ganado popularidad en todo el país a lo largo de los últimos años", dijo. "Pero pueden ser una buena manera para que los empresarios comienzen en el negocio de los restaurantes si el financiamiento es escaso".

Stensson también ve las cocinas móviles como una manera que las empresas actuales pueden ampliar sus operaciones para servir a nuevos clientes "más allá de las cuatro paredes de su restaurante".

"Setenta y tres por ciento de los adultos dijo que probablemente visitarían un camión de comida si lo ofreciera uno de sus restaurantes favoritos", dijo Stensson, citando una encuesta de la Asociación Nacional de Restaurantes .

 

 

 

Cinco cucharadas de conveniencia

Una encuesta de 2011 de la Academia de Nutrición y Dietética informó que el 83 por ciento de los estadounidenses comen en su escritorio durante la jornada de trabajo, y que optan por comida corrida con más frecuencia que un almuerzo tranquilo en un restaurante  Sin embargo, la comida corrida no es lo único que se vende desde un camión.

Existen camiones como Breakaway, un taller de bicicletas móvil, en la Universidad de Temple, o el camión hortelano del Departamento de Agricultura de EE.UU. que visitó el Eakins Oval de Filadelfia el verano pasado. El camión puede estacionarse donde sea más ventajoso y encontrar al cliente. O, puede seguir al cliente en Twitter .

Conectarse con clientes a través de los medios sociales ha sido exitoso para los camiones 'Vernalicious' y 'Cow and the Curd', los cuales tienen, cada uno, cerca de 2.000 seguidores en Twitter y 1.500 'likes' de Facebook. Ellos se esmeran en interactuar con sus clientes en línea y en la localidad.

Filadelfia apoya esta relación entre los negocios móviles y sus clientes patrocinando enormes eventos de 'networking' en todos los sectores de la ciudad.

Los mercados nocturnos de la Food Trust han traído multitudes bulliciosas a Fairmount, West Oak Lane, el Barrio Chino, South Street, Passyunk y Mount Airy. El mercado nocturno de West Oak Lane que se llevó a cabo en junio del 2013 reunió a negocios móviles que frecuentan el centro de la ciudad y a los residentes del noroeste de Filadelfia.

Un negocio sobre ruedas tiene el barrio a su alcance sin comprometerse con el — lo cual aumenta accesibilidad, pero disminuye inversión. Mientras que los camiones están en auge, los barrios siguen fastidiados con edificios abandonados y falta de inversión.

Las mismas ruedas que impulsan a los negocios a los barrios los pueden alejar de ellos.

Una rebanada de nicho, una pizca de Filadelfia

Bernard piensa que hay algo especial en los camiones que no se encuentra en los puestos de limonada, los coches o los edificios.

"La gente hace las cosas de manera de 'nicho'", reflexionó Bernard, citando el sitio de ventas Etsy como un microcosmo de la tendencia global para satisfacer las necesidades de cada cliente. Etsy es una plataforma donde las personas venden sus productos hechos a mano o sus antigüedades por medio de una estética semejante al del tráiler de ropa 'Racked' que se estacionó en Rittenhouse y University City en el otoño pasado .

"(El negocio móvil) es un pequeño sitio web en sitio", dijo Bernard .

El camión de historia móvil, del cual se hace cargo ella, sin duda llama la atención.

"A la gente le gusta tanto", dijo, "La gente se identifica con el camión".

Una cocina móvil, brillante y nuevecita, viene a estacionarse en el vecindario donde está el camión de historia móvil, de la misma manera que un político se sube las mangas en el salón de recepción, tratando así de compensar por su porte elegante. 

Pero hay algo muy legítimo en el camión de Bernard. No oculta su pasado bajo capas de pintura nueva. En su pasado este camión entregó el correo, después de eso 'water ices', y ahora se estaciona en frente de las casas de East Kensington. Hay algo muy 'Philly' en este camión. Esta es una ciudad donde uno se puede reinventar pero nunca perder sus raíces y su comunidad.

"Es una ciudad emprendedora", dijo Bernard. "Hay un espíritu valiente."

Y no es un espíritu que se esmere en nada más complacer a la generación milenaria aburguesada. Como explicó Bernard, la cosa más común que ella escucha después de explicar la misión del camión de historia es, "¿Cómo no pensé en eso antes?"

Las cocinas móviles de los Estados Unidos han atendido a 2.012 aficionados del Super Bowl en Indiana, y han sido el tema de una serie de la realidad del Food Network. Empresas como Chick-fil-A y Applebees han puesto en marcha sus propias cocinas móviles en Washington, DC y Denver, respectivamente.

La escena de los negocios móviles de Filadelfia se ha mantenido bastante alejada el mundo de la empresa corporativa. Sin embargo, en el 2011, Filadelfia tenía el tercer mayor número de cocinas móviles en el país. Solo Nueva York y Los Ángeles nos superaban en número, según el Censo de EE.UU.

George Bieber empezó con su cocina móvil  —'Sunflower Truck Stop'—  después de establecer 'Shorty's Sunflower Café' en Pottstown, PA. Su café está ahora mucho más ocupado que antes, y Bieber acredita al camión.

"Me permite alcanzar un grupo diferente de clientes", dijo Bieber. "Es un gran vehículo para el crecimiento del negocio".

Después de reconocer la necesidad de constituir una voz para la comunidad de empresas móviles, Bieber , junto con otros empresarios se reunieron en 2012 para iniciar la Asociación de Alimentos Móviles de Filadelfia. En mayo pasado la asociación contaba con 36 miembros, ahora tiene 96. Con una tasa de dos integrantes nuevos cada mes, Bieber espera alcanzar 125 miembros a finales del próximo verano.

Bieber ve los negocios móviles como un nuevo fenómeno en la costa este de los Estados Unidos, que despierta el interés de los jóvenes y viejos por igual.

"Me he dado cuenta que mucha gente de más edad que viene a mi camión", dijo. "No son los típicos estudiantes universitarios ".

Pero la mayoría de la Asociación de Alimentos Móviles de Filadelfia son jóvenes y Bieber, de 45 años, está entre los mayores.

"Hay mucho potencial", dijo. " Está en una muy temprana etapa de las cosas".

Del mismo modo que varían los propietarios, la comida que ofrecen las cocinas móviles de Filadelfia es diversa. Poi Dog sirve comida hawaiana, Cherry Bomb Bus sirve tacos y pastel de zanahoria , Brazbq combina comida brasileña con barbacoa y Foo Truck ofrece platillos de inspiración asiática. Comida caribeña, coreana, india, 'Soul' o Halal, Filadelfia lo tiene.

Según una Encuesta del Censo 2007, el 81 por ciento de todos los propietarios de cocinas móviles encuestados en los Estados Unidos se identificaban como blancos. Seis años después, esa tendencia podría estar cambiando a medida que más individuos encuentran un nicho en el mercado.

La Asociación Nacional de Restaurantes publicó un informe que prevé una mayor diversidad en la fuerza laboral en 2020. Hoy en día, menos del 22 por ciento de los chefs y jefes de cocina son mujeres, aunque casi el 19 por ciento de los chefs encuestados se identifican como latinos, según la Oficina de Estadísticas Laborales.

Una cucharadita opcional de bombo

La comida callejera ha sido común desde mucho antes de que se inventara el motor. Y los camiones de comida en sí han sido parte de Filadelfia por más de medio siglo. Su nueva popularidad puede ser sólo un cambio superficial.

Los camiones pueden servir comida producida de manera sostenible, pero no necesariamente sostendrán su compromiso con la ciudad. La misma movilidad y accesibilidad que les presta popularidad en esta ciudad podría permitir que persigan su mercado en algún otro lugar.

Sólo el tiempo dirá si los camiones de comida continúen siendo una receta deliciosa, o una desastrosa para la ciudad.