10 preguntas a Edgar Enriquez: El trabajo de dar oportunidades
A sus 23 años Edgar Enriquez mantiene su compromiso con la educación a través de su puesto como director de admisiones en Cristo Rey Philadelphia High School y su servicio hacia la comunidad.
Para quienes no te conocen, ¿qué no puedes decir de tu trabajo?
Soy el director de admisiones en Cristo Rey Philadelphia High School, una escuela privada católica que prepara a los estudiantes para asistir a la universidad. El programa está dirigido específicamente a estudiantes que no cuenten con los recursos para asistir a este tipo de escuela. Yo me dedico a planear el proceso para reclutar estudiantes y desarrollo el alcance hacia la comunidad, que incluye asistir a diferentes eventos comunitarios y colaborar con muchas organizaciones. Mi meta es llegar a estudiantes que realmente necesitan este tipo de educación.
Antes de mudarte a Filadelfia viviste en Chicago y México, ¿cómo fue esa experiencia de vida bicultural?
Nací en Chicago pero regresé a México cuando tenía diez meses de nacido. Crecí en la ciudad de Monterrey hasta los 14 años, que fue cuando recibí la oportunidad de regresar a estudiar a EE.UU. Uno de mis más grandes sueños era asistir a una universidad estadounidense así que inmediatamente aproveché la oportunidad. Regresé directamente a Chicago donde me críe con la comunidad latina y estudié en Cristo Rey Jesuit High School. Me gradué como el número uno en mi clase y después se me abrieron las puertas para asistir a la Universidad de Georgetown en Washington D.C.
¿Cómo fue que llegaste a Filadelfia?
En Washington empecé a involucrarme con organizaciones sin fines de lucro dedicadas a apoyar a estudiantes. Ahí me desarrollé dos años diseñando programas de tutoría dirigidos a estudiantes hispanos. Me mudé a Filadelfia en febrero del 2013, aquí he conocido la gran variedad de nacionalidades latinas y los muchos profesionales hispanos que trabajan en organizaciones que apoyan a la comunidad hispana. Con ellos me he conectado para analizar como podemos colaborar para ayudar a estudiantes.
¿De qué manera tu herencia latina ha moldeado tu experiencia profesional?
Ser latino me ha ayudado bastante porque me ha llevado a posiciones de trabajo donde puedo trabajar directamente con la comunidad latina. A través de mi posición he podido contactar a muchísimas familias que a veces no saben de las opciones de educación que ofrecemos. Se necesitan profesionales latinos que realmente comprendan las necesidades de nuestra comunidad. El hecho de que el director de admisiones en Cristo Rey es latino es muy importante porque es esencial que como latino esté representando y tratando de ayudar a nuestra comunidad.
¿Cuáles han sido los principales retos en tu trabajo?
Una de las cosas más difíciles es la conexión emocional que se crea con las familias con las que trabajo, porque parte de ello es decidir si se va a admitir a un candidato o no. Es muy difícil tomar la decisión una vez que los conoces pero no se puede admitir a todos. Me parece que llegar a la comunidad latina han sido fácil gracias a las organizaciones, lo complicado es ganarse la confianza de las familias y que sepan que ofrecemos una buena opción para sus hijos.
¿Cómo crees que tu experiencia profesional impacta el desarrollo de Filadelfia?
Estamos teniendo un impacto en la gente de Filadelfia a través de los estudiantes que realmente quieren ir a la universidad. Esa es la diferencia que logramos cada año al abrir las puertas a un promedio de 135 estudiantes. Es un impacto positivo que tiene mucho por delante que el futuro y que se espera que regrese a las mismas comunidades.
¿Cuál ha sido tu mayor satisfacción profesional hasta el momento?
Algo de lo que estoy muy orgulloso y agradecido es el hecho de que me hayan dado la oportunidad de tomar un puesto tan importante en una institución educativa como Cristo Rey Philadelphia. Raramente se le ofrecen puestos importantes a la gente joven ya que se requiere mucha experiencia y Cristo Rey Philadelphia me brindó la oportunidad de "dar la cara por la institución" y de llevar las riendas del departamento de admisiones. También recibir a una clase entera de 128 estudiantes, que requirió de mucho trabajo y aprendizaje en muy poco tiempo. En general mi carrera ha sido establecer relaciones genuinas con la gente lo que me satisface mucho.
¿Crees que ser latino te ha beneficiado para avanzar de forma más eficiente o ha sido un reto en tu desarrollo profesional?
Nunca me gusta pensar en algo como necesariamente positivo o negativo. Al final ha sido benéfico porque me ha abierto las puertas para poder trabajar con nuestra comunidad, que para mi es lo más importante. En mi trabajo ser latino es una herramienta porque puedo comunicarme y establecer relaciones con la comunidad hispana de una manera mucho más eficiente que profesionales de otros orígenes.
¿Cómo comparas tu experiencia en Washington D.C. y Chicago con la de Filadelfia?
Una de las cosas que puedo distinguir bastante en Filadelfia es la actitud de la gente. En verdad es la 'Ciudad del Amor Fraternal', me he sentido muy bienvenido y que me han recibido con los brazos abiertos. Monterrey, Chicago y Washington D.C. son ciudades más grandes, aquí se siente una diferencia en la cultura en general. Me encanta que como residente nuevo tengo la oportunidad de explorar. La arquitectura de la ciudad me parece hermosa.
¿Cómo celebras tu herencia mexicoamericana?
Me gusta compartir con la gente sobretodo en eventos culturales que celebren la herencia latina, y aprovecho cuando hay partidos de fútbol y los fanáticos se reúnen en bares. Uno de mis hobbys es el cine latinoamericano, es una de mis pasiones y me gusta mucho analizar la historia y el contexto político de los diferentes países latinoamericanos.
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