ICE no participará en retenes de tráfico en Norristown
Mientras que el jefe interino de la policía de Norristown, Willie Richet, aseguró que bajo su mando no habrá colaboración de ICE en retenes de tráfico, líderes hispanos consideran que este es solo el inicio de un largo camino por recuperar la confianza de los latinos.
La organización comunitaria Juntos declaró una victoria tras el fin de los retenes de tráfico de la policía de Norristown, Pensilvania, que se llevaban a cabo en colaboración con agentes de inmigración y que se enfocaban de manera desproporcianada en personas de la comunidad inmigrante e hispana.
Aunque ningún líder del gobierno local actual ha reconocido la colaboración de ICE con el antiguo jefe de la policía, Russell Bono —ahora retirado— y pese a que las pruebas son contundentes, el jefe interino de la policía, Willie Richet, aseguró que bajo su mando el énfasis de los retenes estará estrictamente limitado a cuestiones de tráfico.
"Mientras yo sea el jefe de la policía de esta ciudad no habrá nadie en los retenes de tráfico más que oficiales de la policía de Norristown", dijo Richet en entrevista con AL DÍA.
Los miembros de la comunidad hispana al frente de esta lucha reconocen que en la ciudad se ha visto un cambio positivo y que desde que denunciaron las prácticas de perfil racial, y que Richet fue nombrado jefe del departamento de policía en enero pasado, no han recibido más denuncias ni sido testigos de la participación de agentes de inmigración en los retenes de tráfico.
Las declaraciones de Richet son vistas por algunos como un paso en la dirección correcta y a tono con la cambiante demografía de esta ciudad en la que la comunidad hispana ha ganado fuerte presencia en los últimos años y hoy representa el 28,3 por ciento de la población.
Pero para otros, la noticia ha llegado demasiado tarde, y hoy se enfrentan a la deportación luego de haber sido detenidos en un retén y de haber sido referidos inmediatamente a inmigración por faltas menores.
'Nuestra gente ya no va a ser deportada por no tener licencia'
"Aunque los retenes de tráfico continúan, inmigración ya no va a participar en estos", dijo Erika Almirón, directora de Juntos. "Nuestra gente ya no va a ser deportada con la excusa de no tener licencia".
Ese fue uno de los logros de una fuerte campaña por parte de Juntos que comenzó con una reunión comunitaria el pasado otoño, en la que ese hizo una denuncia pública frente a medios de comunicación y que luego de meses de presión llevó a abrir los canales de comunicación.
Almirón y otros líderes hispanos sostuvieron una reunión en marzo pasado con miembros del gobierno local, el Concejo de la Ciudad y el Departamento de la Policía, en la que también estuvieron presentes miembros de la Oficina de Inmigración y Aduanas, así como un representante de la oficina del senador de Pensilvania, Bob Casey.
De acuerdo con la concejal Linda Christian el desenlace de dicha reunión fue el establecimiento de un canal constante de comunicación entre la municipalidad y la comunidad latina.
"Continuaremos comunicando nuestros esfuerzos con la comunidad latina y escuchando sobre las necesidades de este grupo que no hayan llegado a nuestros oídos", dijo Christian.
Por su parte, John Rizzo, portavoz del senador Casey, dijo que "estamos complacidos de escuchar que la comunidad y los funcionarios de aplicación de la ley fueron capaces de comenzar a hacer frente a estos asuntos durante la reunión".
De acuerdo con Almirón, el Departamento de Policía se mostró dispuesto a traducir al español algunos de sus materiales, incluyendo aquellos con información sobre como entablar una queja o reportar cualquier tipo de abusos por parte de la policía. También a darle entrenamiento a su personal bilingüe para que quienes hablen inglés y español sean certificados como traductores.
Richet agregó que desde entonces ha contratado a una tercera persona que domina tanto el inglés como el español, con lo que ahora tiene personal bilingüe en la recepción, la oficina del detective y el despacho de la policía.
En un correo electrónico que el jefe de la policía envió el pasado 20 de noviembre a miembros del concejo y al que AL DÍA tuvo acceso, este aseguró que la aplicación de las leyes de tráfico está siendo llevadas a cabo por oficiales de su departamento y sin la participación de ninguna agencia exterior.
Por otra parte, agregó que varios de sus oficiales y él mismo participaron en una celebración organizada por miembros de la comunidad de negocios hispanos de Norristown en la calle West Marshall, y que los oficiales de su departamento han sido motivados a interactuar con los trabajadores y propietarioshispanos de la ciudad para mejorar las relaciones.
"Queremos que nuestros oficiales sean más visibles en la comunidad latina, que se involucren con los propietarios de negocios, y los hagan sentir bienvenidos", dijo Richet a AL DÍA.
Además, el jefe de la policía agregó que han motivado a la comunidad latina a participar en un programa de entrenamiento y de relaciones con la policía conocido como NC3BT.
El mismo sitio web de la policía de Norristown remonta los orígenes de este programa a una junta comunitaria que se llevó a cabo en el 2009 y en el que "la tensión en el cuarto hizo aparente que las relaciones entre la policía y la comunidad debían ser enmendadas".
'Nosotros no tuvimos nada que ver con eso'
En entrevista con WHYY, Russell Bono, el ex jefe de la policía de Norristown, quien supervisó el departamento durante los retenes de los cuales se originaron las denuncias, dijo que los oficiales de inmigración se dirigieron a todas las personas que recibieron una multa de tráfico, sin hacer distinciones. Por otra parte, que los oficiales del departamento de la policía se limitaron a aplicar las leyes de tráfico y no tuvieron nada que ver en cuanto a la aplicación de leyes de inmigración se refiere.
"Nosotros no tuvimos nada que ver con eso", dijo Bono. "Eso lo hicieron estrictamente los agentes de ICE".
Pero de acuerdo a récords obtenidos por WHYY, el 60 por ciento de casi 100 conductores que recibieron una multa por parte de la policía de Norristown durante dos retenes llevados a cabo en conjunto con ICE el verano pasado, eran de apellido hispano.
Por otra parte, los récord muestran que un inmigrante detenido por ICE durante uno de los retenes, fue referido a inmigración luego de que un oficial de la policía dijera que se trataba de un mexicano.
Bono dijo que si cualquier agencia federal pide participar en los retenes, "no veo nada de malo con eso". Pero un oficial de ICE, dijo que la agencia participó en los retenes bajo invitación de la policía de Norristown.
La oficina regional de ICE, que cubre Pensilvania, West Virginia, y Delaware, confirmó que sus agentes participaron en 10 retenes de tráfico en el 2012.
La semilla del miedo
Si bien los líderes de la comunidad hispana coinciden que las relaciones con la policía de Norristown han mejorado bajo el mando de Richet, consideran que aun hay mucho por hacer.
La activista Carmen Guerrero, dijo que "las autoridades de Norristown han tomado un paso en la dirección pero aun hay un largo camino por sintonizarse con las necesidades de la comunidad latina y por demostrar que sus acciones van de la mano con sus palabras".
La activista recordó que, por ejemplo, en marzo pasado, luego de que se llevará a cabo en Norristown una marcha por la reforma migratoria en la que participaron varios funcionarios públicos de la ciudad, ese mismo día se llevó a cabo un retén exclusivamente de tráfico en el área de negocios hispanos.
"Nosotros vamos a seguir haciendo nuestro trabajo, y si alguien no tiene licencia, vamos a hacer lo que debemos hacer", dijo Richet.
Por su parte, Denisse Agurto, líder comunitaria de Juntos, dijo que "la policía ahora tiene más consideración y en general trata bien a la comunidad hispana, pero la semilla del miedo ya fue sembrada en la comunidad y ahora tiene que trabajar por recuperar la confianza".
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