Escrito por: Alejandra legarda- Periodista

En los últimos años, las denuncias por estafas inmobiliarias han aumentado de manera alarmante en varios países, incluidas Colombia y México, donde constructoras han sido acusadas de vender proyectos habitacionales que nunca llegan a ser entregados. Estas prácticas fraudulentas han dejado a miles de personas sin hogar y con pérdidas económicas significativas, creando una crisis de confianza en el sector inmobiliario y con sueños de una vivienda para su hogar.

Los casos que se resaltan en Colombia y que fueron denunciadas constructoras por vender apartamentos en planos a precios atractivos, pero tras años de espera, los compradores no han recibido sus viviendas. Situaciones similares se han reportado en México, donde empresas como han enfrentado acusaciones por la venta de proyectos que nunca fueron construidos o que quedaron inconclusos.

Las víctimas de estas estafas suelen ser familias que, en su mayoría, invierten todos sus ahorros en la compra de una vivienda. A menudo, las constructoras utilizan tácticas engañosas para atraer a compradores, ofreciendo precios bajos, planes de financiamiento flexibles y promesas de entrega rápida. Sin embargo, una vez que los compradores firman los contratos y realizan los pagos, la construcción se retrasa indefinidamente o simplemente nunca comienza.

Un patrón común en estas estafas es la falta de supervisión y regulación en el sector inmobiliario por parte del Estado y esto ocurre en Colombia y México. En muchos casos, las constructoras operan sin las licencias necesarias o aprovechan vacíos legales para evadir responsabilidades. Además, la falta de transparencia en la gestión de los recursos financieros por parte de estas empresas agrava la situación, dejando a los compradores sin recursos legales para recuperar su inversión.

El resumen de estas denuncias y reportes periodísticos muestra un panorama preocupante: la proliferación de estafas inmobiliarias es un problema que afecta a miles de personas y que requiere una respuesta contundente por parte de las autoridades. Es fundamental que los gobiernos implementen medidas más estrictas de regulación y supervisión en el sector inmobiliario para proteger a los compradores y garantizar que las constructoras cumplan con sus obligaciones.

Mientras tanto, los consumidores deben ser extremadamente cautelosos al invertir en proyectos inmobiliarios. Es recomendable verificar la reputación de la constructora, consultar el historial de proyectos anteriores y asegurarse de que la empresa cuente con todas las licencias y permisos necesarios antes de firmar cualquier contrato. La prevención y la información son claves para evitar caer en estas estafas que, lamentablemente, continúan afectando a muchas personas en diferentes partes del mundo y sobre todo se pierde un sueño de tener una casa propia.