Muchas personas sienten que sus vidas están vacías, incompletas o insatisfechas. Nada parece llenarles. Con frenesí, hacen compras y sienten un alivio temporal, pero luego regresa el sentimiento de soledad y de que poco o nada vale la pena.

También es común encontrar personas que trabajan arduamente y, al final del día, se preguntan, ¿para qué hago todo esto?, ¿merece la pena? Estas preguntas son antiquísimas. Ya en el famoso texto de la Biblia, Eclesiastés, el Predicador se cuestionaba: “vanidad de vanidades, todo es vanidad. ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol? Generación va, y generación viene; mas la tierra siempre permanece”.

Sin embargo, siempre podemos encontrar un nuevo sentido a la vida, este puede cambiar dependiendo de las circunstancias en las que nos encontremos. Pero, si sientes que ahora mismo tu vida está vacía o carece de significado, te sugerimos algunas recomendaciones.

Prácticas recomendadas si sientes que tu vida está vacía

Si sientes vacío en tu vida, debes priorizar estas áreas:

Explora tus pasiones: indagar en tus pasiones, intereses y valores puede ser una manera efectiva encontrar un sentido de propósito en tu vida. Intenta practicar actividades como la autoexploración, identificación de metas y sueños personales, así como la identificación de actividades que en las que sientas más alegría cuando las realizas. 

Autocuidado: debes cuidar de ti. Trazarse la meta de crecer a nivel personal también puede ser una ayuda para sentirse más completo y satisfecho en la vida. Te puedes plantear metas realizables a corto plazo, aprender nuevas habilidades, conectar con nuevas personas. Todo esto forma parte del cuidado físico y mental.

Trabaja en la espiritualidad: esto no quiere decir religiosidad, aunque si te sientes bien acudiendo a un centro religioso, no hay problema. Pero encontrar una fuente de espiritualidad puede aportar significado a tu vida. No importa incluso si te cuesta creer ciertas doctrinas o creencias populares. El objetivo es reconocer aquello para lo cual sientes que has nacido, con lo que más te conectas y que despliega un propósito profundo en ti.  

Cambia tu perspectiva: esto lo puedes lograr mediante la gratitud. Si te cuesta hacerlo, puedes llevar un día por un par de días y ver todas las bondades que, pese a las adversidades, tienes o disfrutas en tu vida, el poder respirar, caminar, sentir las texturas que ofrece la naturaleza, encontrar goce en el aroma de tu café preferido, entre otras. Verás que, si lees algo que te gusta, podrás encontrar motivos para sentir agradecimiento en tu vida. 

La gratitud es de suma importancia para experimentar una vida completa, el reconocer todo lo que se tiene. Si se observa con detenimiento, podrás notar que tienes cosas preciadas que ni siquiera se pueden comprar con dinero. Esto no quiere decir que te debas comparar con otras personas, sino que veas en ti todo lo positivo. 

A través de las grietas de tu alma tienes un espacio para que entre la luz. Esto aplica especialmente si has atravesado situaciones dolorosas o si sientes que tienes heridas emocionales. 

Si prestas atención, te darás cuenta que las cosas que tienen más valor en la vida son las intangibles, aquellas que no se pueden comprar, como el cariño sincero de una persona, la conexión con los demás, el amor, la realización personal, el bienestar, el sentirse bien a nivel emocional y, especialmente, el tener la capacidad de encontrar significado y alegría en las experiencias de la cotidianidad. 

Ten presente que nada ocurre por casualidad, que hay una fuerza oculta en el mundo que se encarga de mover todo y que son tus acciones individuales las que te encaminan hacia ese fluir con la vida. Como decía Marie Curie: “La mejor vida no es la más larga, sino la más rica en buenas acciones”.