La levotiroxina, un medicamento ampliamente utilizado para tratar el hipotiroidismo, ha sido objeto de atención reciente debido a su posible relación con la pérdida de masa ósea en adultos mayores. Según investigaciones presentadas en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de América del Norte (RSNA), el uso prolongado de levotiroxina podría estar asociado con una disminución en la densidad ósea, incluso en pacientes con niveles hormonales normales.

Uso Extendido de la Levotiroxina

La levotiroxina es uno de los medicamentos más prescritos en Estados Unidos, especialmente entre personas mayores de 65 años. Se estima que aproximadamente 23 millones de estadounidenses consumen este fármaco, lo que equivale al 7% de la población. Este medicamento se utiliza para suplir o aumentar la hormona tiroidea en casos de hipotiroidismo, una condición que afecta a millones de personas en el país.

Investigaciones Recientes y Hallazgos

Un estudio liderado por investigadores de la Universidad Johns Hopkins analizó datos de más de 400 pacientes mayores de 65 años. Los resultados indicaron que aquellos que consumieron levotiroxina durante un promedio de seis años mostraron una mayor disminución en la densidad y masa ósea en comparación con quienes no utilizaban el medicamento. Este fenómeno fue observado incluso en pacientes sin deficiencia de la hormona tiroidea.

La pérdida de masa ósea está estrechamente relacionada con la osteoporosis, una enfermedad que afecta a millones de estadounidenses mayores de 50 años. La osteoporosis se caracteriza por huesos debilitados y susceptibles a fracturas, incluso con actividades mínimas como toser o estornudar. Las fracturas graves, como las de cadera o columna, pueden derivar en complicaciones de salud potencialmente mortales en personas mayores.

Consideraciones Clínicas y Recomendaciones

Los expertos sugieren que, aunque se sigan las pautas actuales de tratamiento, el uso de levotiroxina podría asociarse con una mayor pérdida ósea en adultos mayores. Se destaca la importancia de realizar evaluaciones de riesgo-beneficio antes de continuar o iniciar el tratamiento con levotiroxina en este grupo poblacional. Además, se recomienda monitorear regularmente tanto la función tiroidea como la salud ósea de los pacientes que consumen este medicamento a largo plazo.

Es fundamental que los profesionales de la salud consideren estos hallazgos al prescribir levotiroxina, especialmente en pacientes mayores, y que se realicen estudios adicionales para comprender mejor la relación entre este tratamiento y la salud ósea.