Un capitán retirado lidera un conato de sublevación en Venezuela
Un puñado de soldados han protagonizado un intento de sublevación militar en la ciudad de Valencia, Venezuela.
Durante la mañana del día domingo, un grupo de militares ha publicado a través de sus redes sociales, un vídeo en el que se han declarado en “legítima rebeldía” para desconocer “la tiranía de Nicolás Maduro”.
El grupo, de alrededor de veinte soldados, estaba liderado por el capitán retirado Juan Caguaripano, y han asegurado representar a una porción de las fuerzas de seguridad venezolanas, “policías, hombres y mujeres valientes, amantes de la paz y la libertad”.
El grupo de militares formaba parte de las tropas del Fuerte Paramacay, en la ciudad de Valencia (estado Carabobo), y lideraron un movimiento estratégico que intentó tomar la base militar, “el arma de blindados más importante del ejército venezolano”, según reportó el diario El Mundo.
Según aseguró el capitán, la insurrección no pretendía ser un golpe de estado ni mucho menos. Por el contrario, Caguaripano aseguró que se trataba de una acción “cívica y militar” para “restablecer el orden constitucional”. Asimismo, los militares decidieron dirigirse directamente a la Asamblea Nacional opositora, para exigirle que “reconozca y respete la voluntad de un pueblo por librarse de la tiranía” y honre la memoria de los jóvenes que perdieron la vida durante las recientes protestas en las calles, jóvenes que “con escudos de cartón, pero con corazones de acero, ofrecieron sus vidas para enseñar a un pueblo a derrotar el miedo”.
“Señores de la Asamblea Nacional, ya pasó el tiempo de pactos y acuerdos ocultos entre tiranos y traidores, necesitamos políticos honestos que pasen por encima de las cúpulas corruptas”, sentenció Caguaripano.
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Entre las exigencias del grupo de soldados, se incluía la conformación de un gobierno de transición y la convocatoria a elecciones inmediatas.
Según fuentes internas, Caguaripano “logró convencer a una parte de la tropa para vaciar el parque de armas y tomar algunas zonas de la instalación militar”, según informó El País. “En los alrededores se escuchaban ráfagas de disparos, mientras que las fuerzas leales a Maduro instaban a los rebeldes, mediante megáfonos, ‘a que depusieran las armas’”.
El segundo hombre del chavismo, Diosdado Cabello, aseguró por su parte que la sublevación había sido controlada, y calificó a los asaltantes de “terroristas”, informando asimismo que algunos de ellos habían sido detenidos.
Después del incidente, el gobierno de Maduro ha dispuesto una militarización de la zona, así como el despliegue de “planes de defensa” para “garantizar la seguridad interna”.
Según continúa el informe de El País, esta no es primera vez que el capitán Caguaripano se vincula con una sublevación. “El Tribunal Militar 3º de Control de Caracas, había emitido una orden para detenerlo en 2014 por su presunta participación en un plan para derrocar a Maduro”.
La ciudadanía aún considera que la circunstancia podría tratarse de un montaje del gobierno para militarizar las calles y, tras el control de la base militar, tan sólo se han manifestado algunas personas en las zonas aledañas.
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