El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, declaró el estado de excepción en todas las cárceles del país sudamericano durante 60 días para evitar que la ola de violencia continúe creciendo, especialmente por las críticas condiciones de hacinamiento y corrupción al interior de los penales. 

Guayaquil fue el epicentro de los últimos choques entre bandas criminales al interior de un centro penitenciario, los cuales dejaron un saldo de 116 personas muertas, con algunas víctimas decapitadas, y al menos 80 heridas. De acuerdo con el jefe de policía de la ciudad portuaria de Ecuador, gracias a la intervención de 400 agentes se pudo evitar un derramamiento de sangre mucho peor en medio de cruces de disparos y granadas. 

Antecedentes 

En lo que va del 2021 han muerto más de 300 internos. 

Febrero de 2021: bandas rivales se enfrentaron de manera simultánea en 4 centros de reclusión, dejando un saldo de 79 personas salvajemente asesinadas.

Julio de 2021: tras los motines en las cárceles de Guayaquil y Cotopaxi se contabilizaron 22 víctimas fatales.

2020: de acuerdo con el presidente Lasso, durante el año pasado fueron asesinados 103 reclusos.

Detonantes

Para las autoridades de Ecuador el hacinamiento es una de las más relevantes causas de esta violencia en las prisiones. Desde el 2010 la población privada de la libertad se ha triplicado y, aunque se han construido nuevas cárceles, actualmente se calcula que al menos hay 40 mil presos en recintos habilitados para 33 mil. Asimismo, tan solo hay 1.500 guardias para custodiar a esta desbordada población y el gobierno recientemente recortó el presupuesto para las actividades penitenciarias, pasando de 153 millones de dólares en 2017 a solo 88 en 2020. 

De acuerdo con Fausto Cobo, coronel de la reserva y quien hasta los últimos motines se desempeñó como jefe del SNAI por designación de Lasso, se requiere mayor inversión, no solo en infraestructura y armamento, sino también en capacitación para el personal de seguridad y mayores números en sus filas.

El presidente, por su parte, sin tener aun claro como combatir esta crisis, señala que esta situación la heredó de administraciones anteriores que permitieron que la situación escalara hasta los dramáticos momentos recientes.

La guerra antidrogas y las pandillas en prisiones

Gracias a la estrategia antidrogas actual, liderada por Estados Unidos, que para muchos debe ser revisada, las cárceles, no solo de Ecuador, sino de toda América Latina, están sobrepobladas y se han convertido en el campo de batalla de las guerras entre pandillas, las cuales se desatan de manera sanguinaria cada vez con mayor frecuencia.

Es conocido que todavía desde las prisiones se dirigen varios imperios criminales y se ordenan varios golpes criminales a la semana desde sus celdas. Las masacres en Ecuador también están relacionadas con el tráfico internacional de drogas. El país se encuentra entre Perú y Colombia, los mayores productores de cocaína del mundo y Guayaquil es considerado como uno de los principales puertos de embarque de la droga en Latinoamérica.