El sábado 13 de febrero, Pedro Pierluisi juró su cargo como duodécimo gobernador electo de Puerto Rico y se dirigió a una multitud de unos pocos centenares de invitados, prometiendo un nuevo comienzo para la isla tras años de turbulencias sociales y políticas, así como restaurar la confianza en el gobierno. 

Los puertorriqueños han soportado dos huracanes, terremotos, una crisis de la deuda, escándalos de corrupción y la actual pandemia de coronavirus, pero Pierluisi promete que marcará el comienzo de días mejores. 

Gran parte de ello es la promesa de impulsar la estadidad de Puerto Rico en Estados Unidos.

El nuevo gobernador dijo a Axios on HBO que "el Congreso está moralmente obligado a responder" al reciente voto de la isla en apoyo de la estadidad, y espera que la Cámara presente un proyecto de ley a mediados de marzo.

La perspectiva de devenir estado se ha explorado durante años, pero sus defensores dicen que es más probable ahora que los demócratas controlan la Cámara de Representantes, el Senado y la Casa Blanca, y que el presidente Biden ha expresado públicamente su apoyo a la medida. 

Desde 1967, la isla ha celebrado seis referendos no vinculantes sobre su estatus, incluido el de convertirse en un estado de EE.UU., pero la legislación aún no se ha producido. La última vez que los residentes votaron a favor de la estadidad fue el pasado noviembre.

Los dos predecesores de Pierluisi, Wanda Vázquez y Ricardo Rosselló, también apoyaron la estadidad. 

"Estados Unidos podría estar expandiéndose al admitir a Puerto Rico en la unión", dijo. "Estaría diciéndole al mundo que está abrazando la diversidad porque sería un estado verdaderamente y completamente hispano".

Pierluisi dijo a Axios que, aunque el voto a favor de la estadidad fue estrecho (52% de apoyo frente a 47% en contra), cree que es la mejor manera de que los puertorriqueños reciban un trato igualitario como ciudadanos estadounidenses. 

Argumentó que la estadidad para Puerto Rico supondría un "cambio de juego" a la hora de garantizar la igualdad de trato en programas federales clave como Medicaid y el Crédito Fiscal por Ingresos del Trabajo, que actualmente no están disponibles para los ciudadanos de la isla. 

Los puertorriqueños tampoco tienen representantes en el Congreso con pleno derecho a voto, y no tienen voz en la elección del presidente de Estados Unidos. 

"La estadidad no es una panacea. Por supuesto que tenemos que hacerlo mejor. Pero no hay duda de que tener dos senadores y cuatro representantes en el Congreso que bateen por nosotros cuando sea necesario marcaría la diferencia", dijo Pierluisi. 

diferencia", dijo Pierluisi. 

Sin embargo, no todos los demócratas están a favor de la estadidad. 

Dos representantes puertorriqueñas de Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez y Nydia Velázquez, abogan en cambio por la independencia y la autodeterminación, como se propone en un proyecto de ley que ambas presentaron el pasado agosto.

El proyecto de ley también ha recogido el apoyo en Filadelfia de su ayuntamiento, liderado por María Quiñones-Sánchez.

La Ley de Autodeterminación de Puerto Rico de 2020 proponía la creación de una "convención de estatus" formada por delegados elegidos por los votantes puertorriqueños, que plantearía una solución a largo plazo para el estatus territorial de la isla, ya sea la estadidad, la independencia, una asociación libre o cualquier otra opción distinta al acuerdo actual. 

"La clave es que este marco sería desarrollado por los puertorriqueños y para los puertorriqueños, no dictado como tantas políticas anteriores", escribieron Ocasio-Cortez y Velázquez. 

Al ser preguntado por este proyecto de ley en la entrevista de Axios, Pierluisi afirmó que seguirá impulsando la estadidad y que le encantaría contar con el apoyo de Ocasio-Cortez. 

"No descarto convencerla de que se una a mí en la forma en que estoy abordando esto", explicó. 

En el otro lado, algunos republicanos argumentan que creen que todos los representantes de Puerto Rico en el Congreso serían demócratas si se logra la estadidad. Pierluisi insiste en que la isla se convertiría en un estado oscilante con una delegación del Congreso "mixta", aunque "probablemente se inclinaría por los demócratas". 

Al mismo tiempo que los defensores de la estadidad de Puerto Rico creen que el presente es el mejor momento posible para lograr este objetivo, muchos también están presionando para que el Distrito de Columbia sea admitido como estado. 

Pierluisi dijo que no quiere competir con este empuje, y también está a favor de que el Distrito de Columbia se convierta en un estado. 

"Sólo quiero la estrella [en la bandera estadounidense]. No me importa el número. Mientras ocurra y ocurra pronto, estaré más que satisfecho", dijo. 

Durante su campaña presidencial, Biden prometió trabajar con los funcionarios puertorriqueños que apoyan "cada una de las opciones de estatus" para el futuro político de la isla.