Suena extraño pensar que un pastor pueda ir armado mientras da un sermón en su propia iglesia, pero en Texas se trata de la triste realidad.

El periódico español La Vanguardia expone el caso de Frank Pomeroy, el pastor de la iglesia baptista de Sutherland Springs (Texas), donde el pasado 5 de noviembre un ex militar blanco llamado Devin Keller entró en el templo y mató a 26 personas con un rifle semiautomático, y después se suicidó de un tiro en la cabeza.

Según declaraciones a The New York Times, Pomeroy no solo va armado con un rifle cuando da sus sermones, sino que el pasado 5 de noviembre no estaba en el templo porque se encontraba en Oklahoma tomando un curso para recibir la licencia de tutor de armas y así poder enseñar a los jóvenes de su comunidad a manejar rifles y pistolas.

“Pienso que, de estar ahí, tal vez podría haber hecho más”, declaró al The New York Times.

Ante la atrocidad cometida por Devin Keller- quien a pesar de su récord criminal pudo adquirir una arma sin problemas -  el estado de Texas - en su mayoría blanco y republicano - no tiene atención de hacer nada para modificar las leyes de control de armas. Sin embargo, el caso siíha dejado huella en la administración Trump, al tratarse de un territorio que le afecta directamente, según La Vanguardia

La primera reacción por parte de la Casa Blanca ha sido la del fiscal general Jeff Sessions, que el día antes de Acción de Gracias ordenó a las autoridades federales – FBI y la Agencia de Control de Alcohol, Tabaco y Armas de fuego -  revisar los datos sobre los antecedentes a la hora de comprar un arma y evitar que ocurra lo sucedido con Kelley. El exmilitar lucía en su curriculum una condena de 12 meses por violencia doméstica, lo que le había costado la expulsión del cuerpo militar.

En un comunicado, Sessions remarcó que “se han de dar los pasos necesarios para asegurar que no puedan acceder a las armas aquellos a los que se les prohíbe comprarlas” y que no puede tolerarse que las dos agencias reciban información incorrecta.

Entre las medidas específicas ordenadas por Sessions, destaca la de revisar los formatos que deben rellenar los ciudadanos que pretenden comprar armas y preparar un informe sobre los casos abiertos actualmente y durante los últimos años por mentir en este documento.

Según el periódico de Georgia Gainsville Times, diversos pastores de zonas rurales del sur han empezado a preocuparse por la seguridad tras el tiroteo de Texas.

“Lo que ocurrió en Texas es una llamada de alerta para todos nosotros, como líderes debemos asegurarnos de que se está haciendo todo lo posible para impedir que ocurran tragedias similares en nuestras propias iglesias”, dijo Mark Stroud, pastor de la iglesia baptista de Wahoo, North Hall, pequeño municipio de Georgia, desde el año 200.