La promesa que Trump no le pudo cumplir a los empleados de General Motors
Uno de los grandes de la empresa automovilística, General Motors, anunció el día lunes que cerrará cinco plantas en América del Norte, recortando al menos 14…
“No se muden, no vendan sus casas. Los trabajos volverán”, decía el presidente Donald Trump a alrededor de 8.000 personas en el Covelli Centre de Mahoning Valley (Ohio), hace poco más de un año.
Muchos de ellos confiaron en la palabra del presidente después de que General Motors cerrara una de sus plantas en aquel entonces. De hecho, alrededor del 40% de los miembros de la United Auto Workers Union dieron su apoyo incondicional al presidente desde las elecciones, según recuerda el Washington Post.
Esta promesa no sólo fue incumplida, sino que se ha transformado en contraproducente.
General Motors anunció este lunes que cerrará cinco plantas en América del Norte, eliminando así alrededor de 14.000 trabajos para reducir costos.
La compañía explicó que “la decisión llega después de que los automóviles de GM registraran ventas a un menor nivel de lo esperado”, así como también es consecuencia de los altos costos de producción, consecuencia de los nuevos aranceles impuestos sobre materiales como el acero, explicó la BBC.
La poca rentabilidad de modelos de automóviles como el Buick LaCross, el Cadillac CT6, Chevrolet Volt, Chevrolet Impala y la Silverado, llevaron a General Motors a redirigir sus esfuerzos hacia modelos eléctricos y automáticos.
"Las acciones que estamos tomando continúan nuestra transformación para ser una empresa altamente ágil, resistente y rentable, a la vez que nos brindan la flexibilidad de invertir en el futuro", dijo la presidenta y gerente general de GM, Mary Barra.
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Los estados que se verán afectados son Detroit, Ohio, Maryland y Michigan en Estados Unidos, así como Ontario en Canadá.
Gracias a las negociaciones comerciales de la Administración Trump, compañías de este estilo enfrentan un obstáculo fundamental en su proceso de ensamblaje.
Según explicó CNN, los aranceles sobre el acero y el aluminio importados “aumentaron sus costos de productos básicos en alrededor de 300 millones de dólares en el tercer trimestre, y podrían aumentar los costos 1.000 millones de dólares el próximo año.”
Aún cuando Barra descartó la posibilidad de que existiera “un solo factor” que impulsara esta decisión, el cierre de las plantas de General Motors sigue un patrón iniciado por Ford en el 2011 y Mitsubishi Motors en el 2016, algo que especialistas atribuyen a “una creciente desconexión entre el capital y el trabajo” en Estados Unidos, que está causando “que muchos estadounidenses pierdan la Fe en el sistema económico que hizo de nuestro país el más poderoso del mundo”, explica James Hohmann en su columna para el Post.
Peor aún, este último anuncio ratifica la diferencia entre las declaraciones presidenciales y lo que realmente sucede en el país.
Hace tan sólo siete meses, Trump escribía en Twitter que existía una “expansión de negocios y puestos de trabajo importantes” en Michigan. “Las empresas automotrices se expanden a un ritmo récord”, aseguraba.
Look forward to being in the Great State of Michigan tonight. Major business expansion and jobs pouring into your State. Auto companies expanding at record pace. Big crowd tonight, will be live on T.V.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 28 de abril de 2018
Para Andrew Mayeda, reportero especialista en economía, la decisión de General Motors transformará a estos estados en “importantes campos de batalla” en el 2020.
Big reason why the GM layoffs are swiftly becoming a political football: two of the plants being shut down (Youngstown, OH and Warren, MI) are in the heart of turf Trump flipped or became competitive in in 2016 and will be major battlegrounds in 2020.
— Andrew Mayeda (@amayeda) 26 de noviembre de 2018
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