El gobierno de La Habana nombró el pasado fin de semana a Carlos Fernández de Cossío Domínguez director general de Estados Unidos de la Cancillería, en sustitución de Josefina Vidal, su principal interlocutora con Washington en los últimos años, y una de las figuras clave en el proceso de deshielo de las relaciones entre Cuba y la administración del expresidente Barack Obama.

Fernández de Cossío, un diplomático de 58 años, ya ocupó este cargo en la década de 1990, en medio de la dura crisis económica que vivió la isla y las difíciles relaciones con Estados Unidos, según reportó El Mundo.  Tras su paso por Washington, Fernández de Cossio fue embajador en Sudáfrica y Canadá, nuevo destino de su antecesora. Después de 12 años en Washington, Vidal ha sido nombrada embajadora de Cuba en Canadá.  

A Fernández de Cossío le espera un panorama complicado, marcado por el deterioro de las relaciones entre la isla y la administración Trump, que ha acusado al gobierno cubano de llevar a cabo “ataques acústicos” contra sus funcionarios americanos. La Administración Trump, además, ha amenazado con endurecer el embargo económico y ha adoptado una retórica similar a la guerra fría, según El Mundo.

Fernández de Cossío es "uno de los más completos diplomáticos cubanos", aseguró en Twitter la subdirectora para EE UU de la Cancillería, Johana Tablada, quien publicó dos fotos de familia tomadas el viernes tras una ceremonia en la sede del Ministerio de Exteriores de la isla (Minrex).

Tablada resaltó el "altísimo desempeño" de Josefina Vidal en sus casi doce años al frente de la Dirección General para Estados Unidos, una "compleja labor" que realizó "con entrega, eficacia, rigor, sensibilidad, talento y consagración", agregó.