Como era de esperarse, el martes 3 de noviembre los primeros resultados desanimaron a muchos y pusieron a algunos cuantos en posición de celebración, aún cuando cuatro estados campo de batalla clave comenzarán el conteo de votos de ausencia el día después.

Los primeros resultados otorgaron una victoria en Florida y Ohio al presidente Donald Trump, quien parece repetir el escenario del 2016. De igual manera, el presidente ha sido reelegido por los votantes en Iowa.

Por su parte, el ex vicepresidente Joe Biden repitió la victoria de su partido en Minnesota, pero sorprendió al país al ganar Arizona. Igualmente, el candidato demócrata se hizo con Nevada y New Hampshire.

Aunque estas cifras parecen otorgarle una delantera virtual a Trump, nadie puede saber quién será el verdadero vencedor hasta que se hayan contado todos los votos anticipados, que suman más de 64 millones de votos por correo, según reportó el New York Times.

En total, y en parte debido a la pandemia del Coronavirus, este año alrededor de 100 millones de personas votaron temprano en las elecciones estadounidenses.

Aunque algunos estados clave como Carolina del Norte han estado procesando votos desde hace semanas, otros tomarán mucho más tiempo, especialmente Pensilvania.

Junto a Michigan y Wisconsin, estos tres estados han debido sobrellevar el obstruccionismo republicano que ha hecho todo lo posible por permitir un conteo de votos anticipado o preparativos más tempranos como en otros estados.

En Pensilvania, por ejemplo, los funcionarios no pudieron empezar a procesar cientos de miles de boletas tempranas hasta el martes, según reportó CNN, y los condados tomaron sus propias decisiones sobre cómo llevar a cabo el procedimiento.

El Filadelfia, particularmente, alrededor de 75.000 boletas por correo habían sido contadas, de 350.000 que fueron devueltas al final del martes.

Considerando que el estado ha recibido más de 2.5 millones de votos por correo y en ausencia, ningún resultado temprano del martes puede dar una perspectiva objetiva de lo que sucederá después del día miércoles.

Los dos candidatos han mostrado confianza en sus pronósticos, y ambos han asegurado que darán la batalla legal si es necesario, pero el presidente Trump ha hecho de las suyas a través de su cuenta personal en Twitter, amenazando con fraude electoral y precipitándose a celebrar victoria.

Pero en un país cuyo estandarte es la libertad y la democracia, nada está escrito en piedra hasta que se cuente hasta el último voto.