Chris Goldstein: Un futuro más responsable para la marihuana
Conversamos con Chris Goldstein, defensor del cannabis, sobre el rol que deberían tener el gobierno y las empresas a medida que la industria de la marihuana…
Hay momentos en que la completa legalización de la marihuana en los Estados Unidos parece tan cercana, que hasta parece olerse.
Más de la mitad de los estados de la Unión han legalizado el cannabis de alguna forma, incluyendo siete estados que han aprobado la marihuana para uso recreacional. Mientras tanto, el líder de la oposición en el Senado, Chuck Schumer, anunció el pasado 19 de abril su plan para radicar una ley que podría descriminalizar el cannabis en todo el país, implicando un importante cambio de opinión en el tradicional liderazgo demócrata para conseguir la total legalización de la marihuana en los Estados Unidos.
Incluso el ex portavoz de los republicanos en el Cámara de Representantes, John Boehner, en su día un firme opositor a finalizar la prohibición de la marihuana, anunció recientemente que se ha unido al grupo de asesores de Acreage Holdings, una empresa de marihuana, destacando en Twitter que “su visión sobre el cannabis ha evolucionado”.
Para los entusiastas de la marihuana, el giro de Boehner puede parecer a simple vista un esperado cambio de opinión, insinuando que la victoria en la batalla por los derechos de la marihuana ya casi está ganada. Sin embargo, según Chris Goldstein –activista, periodista y defensor del libre uso de la marihuana en Filadelfia– la batalla está lejos de ser ganada.
“Hoy en día, si uno cree en la parte de justicia social que conlleva la prohibición de la marihuana, tiene que hablar lo más alto y claro posible”, dijo Goldstein en una entrevista con AL DÍA. “Cuando vea a individuos como John Boehner meterse en la industria de la marihuana, lo mejor es activarse políticamente, para asegurarse de que las leyes que se aprueban también benefician a la gente”.
Goldstein ha sido miembro de la junta de directores de diversas secciones de la NORML (Organización Nacional para la Reforma de las Leyes de la Marihuana). Como periodista, colabora de forma regular con Philly.com escribiendo sobre temas relacionados con el cannabis. También es profesor de medios de comunicación en la Universidad Temple, donde imparte la asignatura “Marihuana en las Noticias”.
Durante años, Goldstein ha sido uno de los defensores más activos de la legalización de la marihuana en el área de Filadelfia, asesorando en todos los esfuerzos que lograron que la ciudad aprobase la descriminalización de la posesión de pequeñas cantidades de cannabis en 2014.
Estos esfuerzos incluyeron la organización, desde el año 2012, de una serie de protestas pacíficas cerca del Independence Hall junto a otros activistas en contra de la prohibición de la marihuana. En una de estas protestas, en agosto de 2013, Goldstein fue arrestado por poseer menos de medio gramo de marihuana (un porro a medio fumar), lo que le costó una multa de 3.000 dólares, dos años de probatoria y la apertura de un antecedente penal.
Según Goldstein, a medida que la marihuana se va haciendo más accesible, es crucial conseguir que esta serie de cambios dé algunos resultados. Por ejemplo, el gobierno debería asegurar que todos los individuos criminalizados mientras la marihuana estaba prohibida –un número desproporcionado de los cuales es gente de color– sean indultados. Esta estipulación es clave para la Ley Judicial de la Marihuana del senador Cory Booker, un proyecto de ley que el senador de New Jersey presentó en el Congreso el año pasado con el fin de legalizar la marihuana a nivel federal.
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Para Goldstein, no solo es importante que el gobierno tenga una actitud responsable a la hora de gestionar el futuro de la industria de la marihuana, sino el sector empresarial entero. Los vendedores de marihuana tienen la obligación de garantizar que el cannabis legal sea asequible, especialmente para aquellos que están enfermos, Teniendo en cuenta que los dispensarios para uso médico empezaron a operar este año en Pensilvania –en formato aceites– la asequibilidad se ha convertido en un problema importante.
“Estos aceites se venden entre 60 y 144 dólares el gramo, un precio exageradamente caro e inasequible para muchos pacientes con un salario fijo”, dijo Goldstein.
Goldstein tiene la esperanza de que la decisión anunciada el pasado abril por la Secretaria de Salud de Pensilvania, Rachel Levine –siguiendo una de las recomendaciones de la junta de asesores– de aprobar la venta de cannabis en formato de flor seca, un formato menos elaborado que el aceite de cannabis, permitirá rebajar los costes de la marihuana en todo el estado.
Sin embargo, puede que la situación no evolucione de esta forma si tomamos el estado de New Jersey como indicador.
“New Jersey sólo ha permitido la venta de marihuana en formato de flor seca y tiene la industria más cara del país: 500 dólares por onza”, alertó Goldstein. “Lo que significa que los pacientes no pueden permitirse comprar marihuana seca a pesar de estar disponible”.
Y, agravando el problema,está el factor de que las aseguradoras de salud no cubren el consumo de cannabis, según Goldstein.
“Los pacientes que consumen marihuana para uso médico no pueden usar su seguro médico para cubrir los costes”, dijo Goldstein. “Tienen que pagar por cada visita al médico y por cada producto, incluyendo toda la parafernalia para su consumo, con dinero de su bolsillo”.
Está previsto que los cambios en la legislación sobre la ley de la marihuana en Pensilvania entren en vigor este mes.
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