Continúan aumentando los barridos de campamentos en Filadelfia
Se trata de una tendencia nacional, que afecta a comunidades de todo el país.
En los últimos dos años, Filadelfia se ha convertido en otra ciudad más de EE. UU. que utiliza los barridos de campamentos como una forma de lidiar con el problema de la falta de vivienda. A lo largo de su despliegue se ha enfrentado a importantes protestas , y los incidentes ocurridos en Kensington la semana pasada no son diferentes a los anteriores.
El pasado 16 de junio, de acuerdo con los carteles que anunciaban “abandonen propiedad, dejen este lugar antes de dicha fecha”, estaba programada una barrida en la zona de Kensington Avenue, entre McPherson Square Park y la estación El de Allegheny Ave., donde viven más de 100 personas sin hogar.
Tras encontrarse con los manifestantes, las autoridades de la ciudad cancelaron la redada, afirmando que ya no tienen planes para ello. WHYY informó que los activistas salieron para asegurarse de que no hubiera ninguna brutalidad entre la presencia policial desplazada hasta allí y la comunidad de personas sin hogar.
Esta no es la primera vez que la ciudad de Filadelfia ha hecho planes para barrer campamentos. Ha habido varias acciones a lo largo de los años para cerrar cuatro grandes campamentos, y muchas han provocado protestas ante la falta de opciones de vivienda asequibles.
El más notable ocurrió durante el verano de 2020, cuando los manifestantes se enfrentaron a la policía y las autoridades de la ciudad durante semanas, exigiendo viviendas más asequibles para quienes vivían en los dos campamentos afectados, uno en Ben Franklin Parkway y otro más al norte, en Ridge Avenue.
Filadelfia se vio obligada a proporcionar algunos servicios de vivienda a los que resistieron, pero todavía siguen habiendo campamentos en toda la ciudad.
El último intento de barrido en Kensington se produce después de que muchas ciudades de los EE. UU. continúen llevando a cabo barridos de campamentos y operaciones similares para lidiar con la población sin hogar.
A finales de mayo, los votantes de Austin, en Texas, aprobaron el retorno de la llamada Propuesta B, una ley que prohíbe a las personas sin hogar acampar en público.
Según el Austin American Statesman, la prohibición se está implementando lentamente.
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El 13 de junio, pasó a una fase en la que se podrían llevar a cabo denuncias por delitos menores de Clase C por no cumplir con la ley.
James Ford is overcome with emotion as he sits on the sidewalk while city officials remove his belongings from a homeless encampment around City Hall on Monday morning.The City of Austin camping ban Proposition B was put back in place by voters in May. Photos Ricardo Brazziell pic.twitter.com/kdspxSUk6y
— Ricardo B. Brazziell (@photo_Brazziell) June 14, 2021
Esto causó cierta angustia a la comunidad de personas sin hogar de Austin, que fueron acechados por la policía y forzados a desplazarse, o arrestados, el pasado 14 de junio. En total, se retiraron 24 tiendas en las esquinas entre las calles Guadalupe y César Chávez.
En Filadelfia, las protestas y el clamor por una mayor compasión hacia la comunidad de personas sin hogar obligaron a la ciudad a implementar el Proyecto de Resiliencia de Filadelfia a principios de 2019. El objetivo del esfuerzo es cerrar los campamentos de vecindarios como Kensington con mayor misericordia.
“Despejar los campamentos con la fuerza y poco más, como lo han hecho otras ciudades, no funciona”, dijeron los funcionarios de la ciudad de Filadelfia. “También genera desconfianza entre el gobierno y las mismas personas a las que estamos tratando de ayudar. Además, nunca aborda la causa raíz del problema".
A pesar de los esfuerzos de las ciudades para cerrar los campamentos de forma compasiva, las comunidades todavía se quedan con la confusión y la indignación a medida que más ciudades continúan imponiendo la limpieza de los campamentos sin proporcionar opciones adecuadas de vivienda asequible.
Stephanie Sena, experta en pobreza de la Universidad de Villanova, forma parte de la comunidad que protesta por la falta de compasión y soluciones adecuadas para la comunidad sin hogar.
Según informa el Philadelphia Inquirer, Sena ha demandado a la ciudad de Filadelfia, a la Oficina de Servicios para Personas sin Hogar y al alcalde Jim Kenney por el plan de la ciudad para expulsar a las personas de los campamentos.
“Si no vamos a poner viviendas a disposición de los vecinos que nos necesitan, entonces tampoco podemos criminalizarlos por vivir”, dijo Sena. "La ciudad está siendo absolutamente falsa, engañosa y confusa".
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