¿Está Trump castigando a California?
La batalla entre la administración Trump y los estados liberales se intensifica después de que el presidente de EE.UU. haya anunciado más mano dura con la…
La fiebre del oro, Hollywood, Disneyland, surf, Silicon Valley… California ocupa un lugar muy especial en la imaginación de las personas en el mundo entero. Si fuera un país independiente, sería la sexta economía del mundo. Y no estaría gobernada por Donald Trump.
En las pasadas elecciones de 2016, el presidente Trump logró solo un 31% de los votos en California, donde el 61% de los votantes se decantó por su rival, la demócrata Hillary Clinton. Y este mal trago no se le olvida al presidente Trump, que está en camino de convertise en el primer presidente de EE.UU en no visitar el estado del oro durante el primer año de su mandato desde Dwight D. Eisenhower, hace 64 años, remarcó recientemente la BBC.
"¿Dónde está el amor de Trump por California?" se preguntaba el periódico Los Angeles Times en un artículo publicado el pasado diciembre.
A pesar de una serie de incendios e inundaciones catastróficas que ha sufrido California en el último año, Trump no ha visitado todavía el estado del oro, un gesto que algunos analistas políticos interpretan como un intento del presidente por castigar a los estados liberales que no le votaron, reportó este domingo el diario barcelonés La Vanguardia.
“Lo llaman la guerra de Trump a California”, añade el rotativo de Barcelona.
California se ha convertido en el abanderado de los estados liberales, como Nueva York o Massachussets, que plantan cara al trumpismo con sus políticas de protección al migrante o en defensa del medio ambiente, entre otros.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, lidera la oposición a la nueva reforma fiscal promovida por los republicanos, y que los demócratas creen que favorecerá solo a los ciudadanos ricos.
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Según La Vanguardia, con la nueva ley fiscal las tasas estatales de Nueva York dispondrán de una menor capacidad de deducción, lo que perjudicará a los ciudadanos de Nueva York. ¿Cómo puede ser que un presidente perjudique al estado en el que nació y creció ? Según Michael D’Antonio, biógrafo de Trump, “el presidente tiene resentimientos hacia la élite de su ciudad porque nunca le aceptó realmente y a él le gusta retorcer a aquellos que lo ven como un bárbaro”, escribió en The New York Times.
En California es donde han emergido mayores protestas en contra de las políticas antiinmigración de Trump. Desde alcaldes de ciudades como Los Angeles a miembros influyentes de Silicon Valley, los californianos han hablado en contra de Trump, de la construcción del muro fronterizo o la imposición de vetos migratorios a ciudadanos de países musulmanes, así como en defensa de las ciudades santuario.
La semana pasada, sin ir más lejos, un juez federal de San Francisco dictó a Trump la orden de bloquear la eliminación del programa DACA, un programa implementado por el anterior presidente Barack Obama para dar protección legal para vivir y trabajar en EE.UU a los indocumentados que entraron en el país con menos de 16 años. Trump ordenó eliminar el DACA a principios de septiembre, pero el juez ha ordenado que el programa se mantenga a nivel nacional hasta que se hayan resuelto las demandas interpuestas en contra de su eliminación, entre ellas la de la ciudad de San Francisco o la de la Universidad de California.
En EE.UU. residen cerca de 800,000 Dreamers, como se conoce a los indocumentados beneficiarios del DACA, la mayoría de origen mexicano. California es el estado con más Dreamers, (220,000 aproximadamente) , una parte significativa de los 2,3 millones de indocumentados que se estima que residen en total en todo el estado de oro. Washington ha amenazado con recortar las ayudas federales a las ciudades que protejan a los indocumentados de ser deportados.
A principios de este año, California se convirtió también en uno de los primeros estados en permitir el uso legal de la marihuana, aprovechando una directiva del presidente Obama que desanimaba a los agentes federales a interferir en la legislación sobre marihuana a nivel estatal. La ley federal sigue considerando la marihuana ilegal. La respuesta de Trump ha sido eliminar la directiva de Obama y ordenar a los agentes federales que persigan el uso de la marihuana, independientemente de lo que diga California o cualquier estado.
Por último, la administración Trump acaba de autorizar a las petroleras que realicen explotaciones frente a la costa americana, una política a la que California se opone por razones medioambientales y turísticas. Los líderes latinos Xavier Becerra, fiscal general de California, y Kevin de Leon, líder del Senado estatal, le han hecho saber al sr. Trump que no creen que esta decisión sea una casualidad.
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