Cuando se tiene un presidente histriónico, las pataletas y las escenas son el pan de cada día.

Después de haberse levantado iracundo de la mesa de discusión con líderes demócratas que se niegan a financiar su muro fronterizo, el presidente Trump accedió a regañadientes a bajar a Texas y hacer acto de presencia en el terreno.

“No va a cambiar nada, pero lo haré”, dijo Trump sobre la visita a la frontera, según informaron personas que estaban en la habitación al New York Times. El presidente aseguró que el viaje se trataba “simplemente de una oportunidad para tomar fotos. Sin embargo, agregó que sus asistentes de comunicación “dicen que vale la pena”.

La estrategia comunicacional del equipo del presidente apunta a la exacerbación de la llamada “crisis en la frontera” para contrarrestar la reticencia demócrata a la hora de otorgar fondos para su muro fronterizo, y evaluar la posibilidad de finalmente declarar una Emergencia Nacional.

Para ello, Trump viajó a Texas acompañado por el director del Cuerpo de Ingenieros del Ejército.

El presidente no cuenta con los votos republicanos suficientes para sencillamente conseguir lo que quiere, y los líderes demócratas han asegurado contar con propuestas bipartidistas que podrían aumentar la seguridad en la frontera sin necesidad de construir un muro, algo a lo que Trump se ha negado rotundamente.

La forma física de una muralla no es tan potente aquí como su simbolismo político.

En su reunión televisada con agentes fronterizos en McAllen, el presidente dijo entre risas que la negativa demócrata se trata de las elecciones presidenciales del 2020 y admitió que “seguirán hablando de esto y otras cosas porque no podrán ganar”.

Mientras tanto, el gobierno permanece cerrado, cientos de miles de empleados federales se encuentran trabajando sin salario y las dependencias federales comienzan a sufrir los efectos de la mayor pataleta presidencial.

La decisión del presidente ha sido auspiciada por sus asesores cercanos, quienes consideran que, de dar su brazo a torcer, perdería el apoyo necesario para ser reelecto en el puesto y daría la ventaja a la base demócrata.

A todas miras, la opción más palpable para Trump es la de desviar fondos de la agencia de construcción del ejército para construir su ansiado muro, y esto sólo podría llevarse a cabo si declarara una Emergencia Nacional.

Según reportó USA Today, el Pentágono se encuentra ya preparando opciones para construir “barreras” en la frontera sur en caso de que el presidente finalmente tome esta opción.

“El Departamento de Defensa está revisando las autoridades disponibles y los mecanismos de financiamiento para identificar opciones que permitan la construcción de barreras fronterizas,” dijo Bill Speaks, capitán de la Marina y portavoz del Pentágono. “Como no se ha hecho tal declaración, sería inapropiado hacer más comentarios sobre esos esfuerzos”.