El populismo ha entrado en declive, concluye Human Rights Watch.
La defensa de los derechos humanos en EE.UU. por parte de plataformas ciudadanas, periodistas, abogados y jueces ha "limitado el daño" de las políticas del…
¿Es posible frenar la ola de populismo que ha marcado la agenda de 2017? Sí, responde la organización internacional de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW), en su informe anual 2018, presentado este jueves en París.
Según HRW, "los líderes políticos dispuestos a defender los principios de derechos humanos demostraron que podían poner límite a las agendas del populismo autoritario".
Ante un panorama marcado por el ascenso de Donald Trump al poder en EE. UU y el riego de que partidos mayoritarios se adueñen de ideas nacionalistas y discriminatorias, HRW destacó como punto de inflexión mundial el éxito de Emmanuel Macron en las presidenciales francesas de 2017, que supusieron la derrota de la líder del Frente Nacional, el partido antiimigración y ultraderechista liderado por Marine Le Pen.
“El impulso populista no es inevitable y puede ser revertido si los gobiernos y el público están dispuestos a hacer el esfuerzo", dice el informe, que inyecta optimismo en un panorama marcado por el auge de partidos nacionalistas y/o de ideas xenófobas.
En EE.UU, la victoria de Trump, con su discurso proteccionista y antiinmigración, es el mejor ejemplo. En Europa, el triunfo del Brexit gracias a argumentos nacionalistas y anti-europeos, o el empuje popular logrado por algunos partidos xenófobos de ultraderecha en Polonia, Hungría o incluso en las más desarrolladas Alemania, Holanda e Austria, han puesto los pelos de punta a los defensores de la democracia y los derechos humanos.
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“Allá donde los políticos tradicionales capitulan ante el mensaje de odio y exclusión, florecen los populismos", destaca el director de HRW, Kenneth Roth, en el informe. La organización interpreta que Francia, a diferencia de Austria y Holanda, "representa el ejemplo más destacado de resistencia exitosa al populismo xenófobo".
De acuerdo con Roth, la llegada de Trump a la Casa Blanca, fue "un momento de desesperación" y sus políticas han generado "la división racial, contra los inmigrantes y a favor de la guerra contra las drogas".
Sin embargo, el informe destaca que desde entonces "ha habido cierto éxito a la hora de limitar la agenda de los populistas" allí donde se ha podido organizar una resistencia. Y destaca precisamente la labor de grupos de defensa de derechos humanos, asociaciones populares, activistas políticos, abogados, medios de comunicación y jueces de EEUU por haber logrado limitar los daños de las políticas impulsadas por el presidente Trump.
Entre muchas otras cuestiones internacionales, el informe de HRW arremete en concreto contra el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, acusándolo de haber destrozado la economía de un país rico en petróleo" y de haber causado el sufrimiento de la población.
Por otro lado, Roth destacó la implicación de diversos estados latinoamericanos en la denuncia de violaciones de derechos humanos, "algo sin precedentes y la clave para una solución a largo plazo de la crisis venezolana".
En el informe del año pasado, HRW advertía de la seria amenaza que el populismo suponía para los derechos humanos. Precisamente, HRW presentó el informe 2017 desde Washington, pocos días antes de que jurase su cargo como nuevo presidente de EE.UU Donald Trump, “cuya elección había “puesto en jaque el sistema de derechos humanos de posguerra”, recuerda El País, citando el informe de HRW.
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