Kevin de León se hunde
El concejal de Los Ángeles, implicado a principios de año en un escándalo nacional de racismo, se enfrentó a un activista y fue grabado por las cámaras.
Kevin de León no se hace ningún favor a sí mismo.
El viernes 9 de diciembre, el desprestigiado concejal de Los Ángeles -que formó parte del escándalo racista nacional que provocó el caos en la ciudad y el país- fue grabado en vídeo peleándose con un activista de la comunidad, y miembro de Black Lives Matter L.A. identificado como Jason Reedy, en un evento navideño en Lincoln Park.
Desde el escándalo del pasado mes de octubre, que dio un vuelco a su vida y a su carrera -porque se niega a dimitir de su cargo-, De León ha hecho escasas apariciones públicas, convirtiéndose en un fugitivo en su propia ciudad, y merecidamente.
Ahora se encuentra en otra situación embarazosa y vergonzosa como parte de un tumulto que se produjo cuando se puso un gorro de Papá Noel durante un acto navideño.
Ese mismo viernes, De León había intentado salir del exilio asistiendo a su primera reunión del Consejo Municipal en más de dos meses, pero todo acabó en una pelea a gritos y un receso forzado. Los manifestantes, entre ellos Reedy, presentes en el Ayuntamiento, insultaron al concejal y gritaron a sus partidarios.
El consejo entró en receso mientras agentes del Departamento de Policía de Los Ángeles acudían para intentar restablecer la calma. Cuando se reanudó la reunión, de León no aparecía por ninguna parte y los críticos siguieron denunciándole, pero aún le quedaba una larga noche por delante, sólo que él aún no lo sabía.
Esa misma noche, de León hizo otra aparición pública poco habitual en un acto navideño y de encendido de árboles en Lincoln Park, cerca de los barrios de Ramona Gardens y Lincoln Heights de Los Ángeles.
Haciendo el papel de Papá Noel por la noche, el concejal estaba repartiendo regalos a los niños cuando los manifestantes de ese mismo día en la reunión del Consejo aparecieron y una vez más se dirigieron a de León, llamándole racista y pidiendo su dimisión -algo que se ha negado a hacer a pesar de las llamadas incluso del propio presidente Joe Biden.
Las cámaras de los teléfonos móviles mostraban a algunos de los manifestantes, entre ellos Reedy, mientras seguían al concejal por la sala donde se celebraba el acto y, en ese momento, Reedy se encaró con De León. Ese enfrentamiento cara a cara desembocó en un pequeño pasillo que salía de la sala, momento en el que se desató el infierno.
En un primer vídeo difundido en Twitter por Roots Action y J-Town Action, se ve a de León empujando a Reedy e inmovilizándolo sobre una mesa mientras al concejal se le cae el gorro de Papá Noel en un alarde de espíritu navideño en medio de la locura.
En cuanto a por qué de León tomó represalias de manera tan violenta, afirma que Reedy le dio un cabezazo que desencadenó lo que él consideró defensa propia, y el abogado de Reedy dijo a los medios de comunicación que su cliente fue agredido.
Un vídeo más largo que muestra los prolegómenos del altercado ha sido publicado y difundido a través de las redes sociales, con uno publicado por el capítulo de Los Ángeles del movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan) en Twitter.
Ese vídeo muestra a De León intentando alejarse de los manifestantes e intentando cerrar una puerta tras de sí. Los manifestantes consiguieron empujar a través de la puerta y Reedy se encaró con el concejal con el teléfono en la mano.
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El tumulto estalló entonces cuando De León empujó a Reedy sobre la mesa y luego al suelo y cerca de una puerta de salida, donde la policía dijo más tarde que, aunque no fue captada en ningún vídeo, la reyerta continuó fuera.
Ninguna de las partes ha aceptado haber cometido delito alguno, y ambas se culpan mutuamente. Los dos han presentado cargos federales de agresión el uno contra el otro como resultado de esta pelea navideña.
El abogado de Reedy, Shakeer Rahman, declaró a la CNN que de León inició la pelea.
En las imágenes de vídeo se ve claramente cómo él y sus seguidores inician la agresión mientras el Sr. Reedy permanece de pie con las manos en alto". Kevin de León no sólo ha perdido toda legitimidad política, sino que su afirmación de que él fue el agredido pone de manifiesto que ha perdido el contacto con la realidad", declaró Rahman.
De León alega defensa propia, diciendo que Reedy le propinó un cabezazo que provocó su violenta respuesta.
"Decidí intentar salir del acto para alejar a los perturbadores de las familias y los niños asistentes y marcharme sin más incidentes", dijo de León en el comunicado. "Aún así, descubrimos que Reedy y otras personas habían bloqueado todas las salidas disponibles.
"Una vez que pudimos empujar una puerta e intentar salir, Reedy me lanzó un empujón pélvico, seguido de un cabezazo en la frente. Mi respuesta, en defensa propia, fue apartarle de mí. En el forcejeo que siguió, Reedy me golpeó en la cara con el puño cerrado, propinó un violento codazo a una empleada e hirió a un voluntario delante de padres y niños horrorizados", continuó De León.
De León pasó una noche de viernes terrible y se enfrenta a un futuro aún más duro e incierto. Aunque sigue manteniendo su puesto en el Ayuntamiento, el político caído en desgracia se enfrenta ahora posiblemente a una reacción aún más violenta que cuando protagonizó el escándalo del racismo, ya que ahora puede añadir la pelea con un activista negro a su lista de fechorías del año.
Por el momento no se ha producido ninguna detención, ya que la policía sigue investigando.
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