Los progresistas siguieron de cerca los resultados de las elecciones al Congreso en Texas el martes 1 de marzo. Dos candidatos latinos, Greg Casar y Jessica Cisneros, salieron victoriosos por derecho propio.

Casar, un socialista demócrata de 32 años, se impuso en las primarias abiertas en el Distrito 35º del Congreso del Estado, que se extiende desde San Antonio hasta Austin, superando a su rival más cercano, el representante estatal Eddie Rodríguez, por más de 40 puntos en la noche del martes. 

En el Distrito 28º del Congreso de Texas, Cisneros obligó al representante Henry Cuellar a una segunda vuelta. 

Grupos activistas como Justice Democrats, que apoyó a Cisneros y Casar, han promovido las carreras como posibles señales de que la base demócrata está ansiosa por liberales que luchen más por la agenda del presidente Biden. 

Casar se convirtió en la persona más joven elegida para el Ayuntamiento de Austin en 2014, representando a un sector de clase trabajadora de la ciudad. Como hijo de inmigrantes mexicanos, ha sido un activista desde la universidad y ha trabajado íntimamente con el movimiento de derechos de los inmigrantes de la ciudad. 

Los oponentes más cercanos de Casar, Rodríguez y la ex concejal de San Antonio Rebecca Viagran, recibieron cada uno menos del 16% de los votos. Rodríguez recaudó aproximadamente la mitad de dinero que Casar. 

"Greg Casar defiende a la gente trabajadora, y ellos le defienden a él. Esta victoria es el resultado del trabajo que ha realizado como servidor público. Estuvimos con Greg desde el primer día, y esperamos trabajar con él para hacer que Estados Unidos funcione para todos nosotros", dijo el codirector del Partido de las Familias Trabajadoras de Texas, Pedro Lira, en un comunicado. 

Casar será uno de los congresistas más progresistas del Estado de la Estrella Solitaria. Durante su etapa como concejal, se dio a conocer por apoyar los recortes en el departamento de policía luchando contra las prohibiciones de acampada que llevaron a los ciudadanos sin hogar a vivir en tiendas de campaña en parques públicos y bajo los puentes. 

También contó con el apoyo de destacados progresistas como la diputada Alexandria Ocasio-Cortez y el senador Bernie Sanders, además de destacados locales como el alcalde de Austin, Steve Adler, y la exsenadora estatal Wendy Davis. 

"Me siento increíblemente honrado de ser el próximo candidato demócrata para TX-35. Juntos, estamos llevando nuestra lucha a los pasillos del Congreso - para luchar y cumplir con la aprobación de Medicare para todos, la protección de los derechos reproductivos, la creación de buenos empleos y la fijación de nuestra red eléctrica", dijo Casar en un comunicado.

Desafiando al "Rey de Laredo"

Hace apenas unos años, Cisneros era un pasante en la oficina de Henry Cuellar en el Congreso. Ahora, la ex pasante se enfrentará en una revancha el 24 de mayo contra el titular de nueve mandatos. 

En 2020, Cisneros se quedó a 2.700 votos de conseguir la victoria sobre Cuellar en las primarias demócratas. Su padre y los voluntarios recogieron todos sus carteles de campaña después de la derrota, sabiendo que podría haber una secuela. 

"Sabíamos desde el principio que iban a ser unas elecciones muy duras. Nos merecemos mucho más de lo que nos ofrecen. Y me alegro mucho de que más de la mitad de los votantes estén de acuerdo en que es hora de un nuevo liderazgo", dijo Cisneros el miércoles por la mañana, hablando con los periodistas en su sede de campaña. 

En las primarias de Texas, cualquier candidato que quede por debajo del 50% se enfrenta al número 2 en la segunda vuelta. Hasta el miércoles por la noche, Cuéllar había obtenido el 48,4% de los votos, Cisneros el 46,9% y otra candidata liberal, Tannya Benavides, el 4,7%.

Al igual que Casar, Cisneros también es hija de padres inmigrantes de México. Sus padres emigraron a los Estados Unidos antes de que ella naciera, después de que su hija mayor necesitara cuidados médicos graves. 

Después de la escuela secundaria, Cisneros se trasladó a Austin para asistir a la Universidad de Texas y estudió derecho allí, centrándose en la ley de inmigración. 

Durante su campaña, a menudo citó su trabajo en derecho ayudando a los solicitantes de asilo atrapados en la frontera bajo la política de Trump de Permanecer en México. Esto fue para contrastar con Cuellar, que ha sido un crítico abierto de la postura de Biden sobre el tema. 

Pero lo que probablemente ayudó más a Cisneros fue que los votantes estaban simplemente centrados en un cambio de liderazgo, especialmente porque Cuellar enfrenta una investigación ante el FBI. 

El martes por la noche, Cisneros se enfrentó a sus partidarios reunidos en un centro comercial de Laredo. Su ventaja había disminuido cuando subió al escenario poco después de las 11 de la noche, pero la energía seguía siendo muy alta. A esa hora todavía no estaba claro si había obtenido suficientes votos para forzar una segunda vuelta. 

"Pase lo que pase, la victoria llegará hoy, esta noche, mañana o incluso en mayo. Vamos a ganar porque todos ustedes me apoyan", dijo Cisneros a sus partidarios en inglés y español.