El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) de Chile le negó a la Iglesia Católica la autoridad moral para criticar el matrimonio entre personas del mismo sexo.

"La jerarquía católica carece de calidad moral para considerar una aberración el matrimonio homosexual", aseguró, en declaraciones, Rolando Jiménez, presidente del Movilh, que es uno de los principales referentes de las minorías sexuales chilenas.

Jiménez se refirió a las declaraciones del cardenal arzobispo de Santiago de Chile, Francisco Javier Errázuriz quien consideró "una aberración" llamar matrimonio a la unión de parejas del mismo sexo y lamentó que "algunos países" estén cayendo en eso, en alusión a Argentina, donde se legalizó el matrimonio homosexual.

El dirigente del Movilh acusó a Errázuriz de haber impedido que algunos "curas abusadores" fueran juzgados y acusó a cercanos a Fernando Karadima, un conocido sacerdote que afronta acusaciones de abuso sexual, de haber sobornado a testigos para protegerlo.

Karadima era un destacado formador de sacerdotes e incluso cinco obispos comenzaron su carrera religiosa bajo su tutela y las acusaciones en su contra han levantado una polémica en Chile.

Jiménez consideró que declaraciones como las del cardenal Errázuriz "siembran violencia y ahondan la brecha que ya existe entre la jerarquía eclesiástica y los católicos" y afirmó que esperan un rechazo mayoritario a sus palabras por parte de "la Iglesia de base".

La disposición legal que permite las bodas entre personas del mismo sexo en Argentina entró en vigor el pasado viernes, y hasta el momento ya se han celebrado varios matrimonios, entre ellos el de una pareja de chilenos, que se casaron en Mendoza.

Jiménez calificó como "seria", la propuesta del presidente del Partido Socialista, Fulvio Rossi, de presentar una proyecto de ley que permita el matrimonio entre homosexuales en Chile.

Por su parte, el diputado socialista Osvaldo Andrade mostró hoy su disconformidad frente al proyecto de ley propuesto por Rossi, "la sociedad chilena no está preparada para el matrimonio homosexual", dijo a radio Cooperativa.

Además, el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, manifestó que esta iniciativa "puede causar un mal que dure muchos años y desorientar a muchos jóvenes".

"La sociedad sí está preparada para aceptar la realidad del matrimonio homosexual, quien no lo está es la clase política por la deuda histórica que tiene con la Iglesia católica desde tiempos de la dictadura de (Augusto) Pinochet", dijo Rolando Jiménez.