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Samaranch, veintiún años al frente del COI

El presidente de honor del Comité Olímpico Internacional falleció a los 89 años de edad.

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El presidente de honor del Comité
Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch, falleció en Barcelona a los 89 años de edad.

 

 

Juan Antonio Samaranch, presidente del COI
entre 1980 y 2001, que falleció el miércoles en Barcelona, nació el 17 de
julio de 1920 en Barcelona, ciudad en la que tuvo la satisfacción de
ver unos Juegos Olímpicos, los de 1992, los únicos organizados hasta
ahora en España.

Cursó estudios de profesor mercantil, en la
especialidad de
Industria Textil, y se diplomó en el Instituto de Estudios
Superiores de la Empresa.

En mayo de 1938, en plena guerra civil,
se incorporó a las filas
del Ejército republicano como sanitario. Después pasó a Francia y
desde este país a la zona nacional.

Se inició en el deporte en el
RCD Español como jugador, directivo
y entrenador de hockey sobre patines. Llegó a ser seleccionador y
presidente de la Federación Española de Patinaje (1954-1956).

Mientras,
en su actividad empresarial, fue consejero delegado y
gerente de la sociedad Samaranch
Hermanos, así como consejero de la
Fábrica Española de Magnetos (FEMSA), del Banco de Madrid y del
Banco Catalán de Desarrollo.

Pronto le llamó el mundo de la
política y fue concejal de
Deportes en el Ayuntamiento de Barcelona entre 1955 y 1962. En
diciembre de 1966 fue designado delegado nacional de Educación
Física y Deportes, cargo que ocupó hasta septiembre de 1970.

Fue
procurador por la provincia de Barcelona en la VIII, IX y
XLegislatura en las Cortes del régimen de Francisco Franco, entre
1967 y 1977, en representación del tercio familiar.

Miembro del
Comité Olímpico Español (COE) desde 1956, ocupó la
presidencia de este organismo desde 1967 hasta diciembre de 1970 y
encabezó la delegación española en los Juegos Olímpicos de Cortina
d'Ampezzo'66, Roma'60 y Tokio'64. En 1966 fue elegido miembro del
Comité Olímpico Internacional (COI).

En julio de 1973 fue
nombrado presidente de la Diputación de
Barcelona, cargo que ocupó hasta julio de 1977, cuando fue designado
embajador de España en la Unión Soviética, el primero tras el
restablecimiento de las relaciones diplomáticas con ese país.

Durante
la 83 Sesión del COI, celebrada en Moscú el 16 de julio
de 1980, fue elegido presidente al superar en primera votación a los
otros tres aspirantes: James Worrall (Canadá), Willi Daume (Alemania
Federal) y Marc Hodler (Suiza). Sucedió en el cargo al irlandés Lord
Killanin, que había dimitido.

Samaranch
heredó un organismo desprestigiado, al que le costaba
encontrar ciudades que organizaran los Juegos y que recibió el golpe
de la Guerra Fría en forma de sucesivos boicots. Tres días después
de su elección se inauguraran los Juegos de Moscú, que fueron
boicoteados por la mayor parte de los países occidentales,
encabezados por Estados Unidos, en respuesta a la invasión soviética
de Afganistán. El veto volvió a repetirse en los Juegos de Los
Angeles (1984), donde se ausentaron los países del bloque
comunista,aunque el número de delegaciones ascendió hasta las 140.

La
normalización llegó paulatinamente con el fin de la "guerra
fría" y la caída del bloque del Este, y cada edición de los Juegos
contó con una mayor participación. En 1984 se reincorporó al
Movimiento Olímpico la República Popular de China.

El 16 de
octubre de 1986, en la 91 Sesión del COI en
Lausana(Suiza), Samaranch anunció
que los Juegos Olímpicos de 1992
los organizaría Barcelona, su ciudad natal, que derrotó en las
votaciones a París, Brisbane, Belgrado, Birmingham y Amsterdam.

En
mayo de 1987 fue nombrado presidente de La Caixa. Ocupó el
cargo hasta 1999.

En 1988 se disputaron los Juegos de Seúl,
considerados decisivos
para la normalizacion democrática de Corea del Sur, donde Samaranch
fue desde entonces muy querido y tratado como un jefe de Estado.

Consiguió
su primera reelección al frente del COI el 30 de agosto
de 1989, en San Juan de Puerto Rico, por aclamación de los 86
miembros que asistieron a la 95 Sesión, al ser el único aspirante.

El
19 de junio de 1992 portó la antorcha olímpica de Bardelona'92
a la salida de la localidad barcelonesa de Sant Sadurní de Noya.

Los
Juegos, que entonces fueron consierados los mejores de la
historia, se disputaron entre el 25 de julio y el 9 de agosto.

Fueron
los primeros Juegos verdaderamente universales. El COI,
que había vetado a Sudáfrica por su política de 'apartheid', fue el
primer organismo en readmitir a sus deportistas en cuanto la
situación se normalizó.

Samaranch
tuvo que lidiar en vísperas de los Juegos con la guerra
de los Balcanes y con la desmembración de la Unión Soviética, pero
garantizó la participción de sus atletas con dos soluciones
imaginativas: los yugoslavos, excluidos de otras competiciones,
participarían a título individual, bajo bandera olímpica, y los ex
soviéticos bajo lo que se denominó 'equipo unificado'.

También
Cuba volvió en 1992 a los Juegos después de no participar
en los de Seúl'88.

El 22 de septiembre de 1993 Samaranch volvió a renovar su cargo
como presidente del COI, también por aclamación (único aspirante),en
la sesión 101 de dicho organismo, reunido en Mónaco.

Cuatro años
después, el 4 de septiembre de 1997 en Lausana, de
nuevo fue reelegido, igualmente sin oposición. Esta renovación fue
posible gracias a que en 1995 amplió la edad límite establecida en
la Carta Olímpica hasta los 80 años. Fue entonces cuando adelantó
que su despedida sería en Moscú durante la sesión de julio del 2001.

Pasará
a la historia como el segundo presidente del COI que más
tiempo ocupó el puesto, durante 21 años, por detrás del barón Pierre
de Coubertin, quien lo presidió casi treinta (1896-1925). Las
actuales normas impiden a los presidentes ejercer el cargo más de
doce años.

Durante esos años, en el plano deportivo se incrementó
el número
de deportes de los Juegos de 21 a 28, con la vuelta de disciplinas
como el tenis o la admisión de otras como el taekwondo o el
triatlón. Se suprimieron, en cambio, los deportes exhibición y se
duplicó el número de deportistas, de poco más de cinco mil de Moscú
hasta superar los 10.500 en Sydney.

Dio cabida a la participación
de los profesionales de deportes
como el hockey sobre hielo (Calgary), el tenis (Seúl), el baloncesto
de la NBA (Barcelona) o el ciclismo (Atlanta).

Durante su mandato
se incorporaron por primera vez mujeres al COI
-la venezolana Flor Isava fue la pionera, en 1990- y el número de
pruebas femeninas en los Juegos aumentó hasta casi equipararse con
las masculinas.

La lucha contra el dopaje sufrió un revés notable
durante los
Juegos de Seúl'88, tras conocerse el positivo del atleta canadiense
Ben Johnson. Tras los escándalos del ciclismo de 1998, Samaranch
organizó en 1999 la Conferencia Mundial sobre el Dopaje, de la que
salió la Declaración de Lausana, embrión a su vez de la Agencia
Mundial Antidopaje (WADA).

En el plano económico, consiguió que
desde los Juegos de 1984
(Sarajevo y Los Angeles) la cita se autofinanciara. Los ingresos se
multiplicaron con la puesta en marcha en 1985 del programa TOP de
patrocinio y con la venta de los derechos de televisión, que pasaron
de casi 400 millones de dólares en 1984 a más de 1.300 en el 2000.

Samaranch potenció la Solidaridad
Olímpica, aumentando la ayuda
económica al deporte en los países menos desarrollados y cancediendo
becas a sus deportistas más prometedores.

La recta final de su
mandato se vio empañada por un gran
escándalo de corrupción en el seno del COI, relacionado con la
candidatura ganadora de Salt Lake City (EE.UU.) a los Juegos de
Invierno de 2002. Se demostró que los organizadores se habían ganado
el favor de los miembros del COI con regalos, favores e influencias.

Seis
de ellos fueron expulsados y tres más dimitieron. Samaranch
declaró de forma voluntaria ante el Congreso de Estados Unidos y
promovió una reforma profunda de los estructuras del COI.

Se
prohibió viajar a las ciudades candidatas, se impuso la edad
de jubilación a los 70 años, se creó una Comisión de Ética, se
limitó el mandato del presidente a 12 años y se admitió a los
deportistas en la asamblea y en los órganos ejecutivos.

Los
últimos Juegos disputados bajo el mandato de Samaranch
fueronlos de Sydney 2000. Durante los mismos falleció en Barcelona
su mujer, María Teresa Salisachs.

En su último discurso como
presidente del COI, el 12 de julio del
2001, durante la 112 Sesión de Moscú, subrayó que dejaba un
movimiento olímpico que había "asegurado la independencia sin haber
recibido jamás subsidios de los gobiernos".

La asamblea aún
presidida por Samaranch concedió los
Juegos de
2008 a Pekín. El 16 de julio fue elegido presidente el belga Jacques
Rogge y, también ese día, Juan Antonio Samaranch
hijo fue elegido
miembro del COI a título individual.

Su otra hija, María Teresa,
es actualmente presidenta de la
Federación Española de Deportes de Hielo.

Aquejado de una gran
fatiga tras regresar de Moscú, fue ingresado
en el Hospital Universitario de Vaud (Suiza), donde permaneció nueve
días. Poco después fue hospitalizado en la Clínica Quirón de
Barcelona por hipertensión.

Después de varios meses de ausencia
en actos públicos, en enero
de 2002 reapareció en la inauguración de una exposición en el Museo
del Barcelona y en febrero para participar en Salt Lake City en la
sesión 113 del COI.

A finales de octubre de 2002 publicó el libro
"Memorias
Olímpicas", en el que repasaba su etapa al frente del COI y en el
que reveló que, de no haber conseguido Barcelona la sede olímpica
para 1992, habría renunciado a la presidencia del COI. También
confesó que su último acto en el Movimiento Olímpico fue promover la
candidatura del belga Rogge para sucederle.

En 2004 fue nombrado
presidente honorífico de la Fundación
Consejo España-China, constituida dos meses antes con la finalidad
de impulsar la cooperación entre ambos países.

Promotor del
Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, preside
su jurado desde su primera edición, en 1987, exceptuando la de
1988,en la que él recibió el galardón, y la de 2003, en la que ocupó
su puesto Miguel Indurain.

En los últimos años se implicó
activamente en las candidaturas de
Madrid a organizar los Juegos Oímpicos de 2012 y 2016. Ninguna de
ellas triunfó, pero el buen papel de la capital en ambos casos
-tercera y segunda- se atribuyó, en gran parte, a la influencia queSamaranch conservaba entre los
miembros del COI.

En varias ocasiones se pidió para él el Nobel
de la Paz. En
febrero de 1988 fueron los secretarios generales de la ONU y del
Consejo de Europa y el presidente de la Asociación de Comités
Nacionales Olímpicos; y en febrero de 1995, el Comité Olímpico
checo. Él siempre dijo que el merecedor del galardón sería el COI.

El
19 de diciembre de 2007 fue trasladado al Hospital Clínico de
Madrid por una patología cardiovascuar, cuando se sintió indispuesto
tras un acto en la Real Casa de Correos de Madrid.

En septiembre
de 2009 pasó unas horas en una UVI de Mónaco tras
un episodio de fatiga respiratoria.

El pasado domingo ingresó en
la Clínica Quirón de Barcelona con
malestar general y signos de ahogo y ayer, lunes, el hospital emitió
un primer parte médico que ya hablaba de la gravedad de su estado.