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Argentina y Uruguay, condenados a entenderse

Tras el fallo de la Corte de la Haya los dos países deberán negociar sus diferencias por la planta papelera.

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Argentina y Uruguay
están condenados
a entenderse tras el fallo de la Corte Internacional de Justicia,
que no cambia la situación actual del motivo de la discordia, una
planta papelera que podrá seguir funcionando como hasta ahora.

La
Corte de La Haya dio el martes la razón parcialmente a Argentina al
reconocer que Uruguay violó el
estatuto para la administración
compartida del río Uruguay, firmado
por ambos países en 1975, al
decidir unilateralmente la instalación de la planta de la empresa
finlandesa Botnia en Fray Bentos, a orillas del curso fluvial.

Sin
embargo, la Corte descartó que la planta haya provocado daños
medioambientales, no ordenó su traslado ni estableció compensación
para Argentina por el incumplimiento
del acuerdo bilateral por parte
de Uruguay.

Una victoria
"agridulce" para Argentina tras
siete años de
litigio con su vecino que, como han destacado altos funcionarios
argentinos consultados por Efe, puede servir para evitar conflictos
similares en el futuro porque insta a Uruguay
a no volver a actuar
unilateralmente en temas relacionados con el río compartido.

"Estamos
satisfechos", afirmó Susana Ruiz Cerruti, asesora legal
de la Cancillería argentina, porque "Uruguay no podrá llevar
adelante ningún proyecto sin someterse al Estatuto del Río Uruguay.
Nuevos proyectos unilaterales inconsultos no va a poder haber".

Una
visión compartida, al menos en parte, por José Pouler, de la
Asamblea Ambientalista de la ciudad fronteriza de Gualeguaychú, para
quien "lo importante fue que se ha demostrado que Uruguay mintió
porque no cumplió con el tratado", aunque "el fallo oculta el hecho
de que detrás de esto hay grandes poderes económicos".

"En
definitiva, el fallo fue una de cal y otra de arena",
concluyó Pouler en declaraciones a Efe.

Los gobiernos de ambos
países están ahora obligados a negociar y
a entenderse para resolver un conflicto que ha provocado pérdidas
millonarias por el bloqueo del paso fronterizo internacional de San
Martín que mantienen desde hace más de tres años ecologistas y
vecinos de Gualeguaychú.

La llegada al poder de José Mujica en Uruguay y su excelente
sintonía con la presidenta argentina,
Cristina Fernández, y con su
esposo y antecesor en el cargo, Néstor Kirchner, contribuirá, sin
duda, a facilitar una salida negociada al conflicto.

Fernández y
Mujica, que ya han anunciado la creación de una
comisión para resolver temas pendientes, incluida la polémica sobre
Botnia, se han comprometido a reunirse antes de una semana tras la
divulgación del fallo de La Haya, según medios uruguayos.

Pero, además de la
voluntad política de los dos mandatarios por
negociar una salida consensuada, la presidenta argentina debe
convencer a la Asamblea Ambientalista de Gualeguyachú, la
beligerante organización que mantiene los bloqueos fronterizos, para
que levante los cortes de tráfico.

La Asamblea, dividida ante el
fallo de la Corte, decidirá el
próximo día 2 si mantiene sus protestas tras analizar con detalle el
contenido de la sentencia.

El sector más dialogante se muestra a
favor de cambiar de
estrategia, pero debe vencer las resistencias de la minoría que
apuesta por mantener las protestas y critica con dureza la actuación
del gobierno argentino, al que acusa de haber abandonado a su suerte
a los asambleístas.

La organización tuvo el respaldo de Néstor
Kichner, cuando era
presidente (2003-2007) -incluso llegó a asistir a uno de sus actos
multitudinarios en 2006-, pero en los últimos meses el ex presidente
se ha distanciado de la Asamblea.

Precisamente su actitud en
relación al conflicto frenó en el
pasado las aspiraciones de Kirchner a liderar la Unión de Naciones
Suramericanas (UNASUR), ya que su candidatura fue vetada por el
entonces presidente uruguayo, Tabaré
Vázquez, debido al conflicto
por Botnia.

En un contexto político mucho más favorable, Kirchner
no tendrá
ahora el veto de Uruguay en su
intento por liderar UNASUR y,
probablemente, será más sencillo el acuerdo entre los dos países.

No
obstante, por el momento, los asambleístas de Gualeguaychú
mantienen la marcha prevista para el próximo domingo, día 25, un día
después de que Mujica visite la localidad fronteriza de Concordia.