La Unión Europea (UE) y los países
centroamericanos prosiguen sus esfuerzos para lograr avances en el
pilar comercial del acuerdo de asociación que negocian, y que
todavía les enfrenta en el acceso de productos agrícolas procedentes
de América Central al mercado europeo.

Ambos bloques han mantenido durante toda la semana sesiones de
trabajo en torno a la parte del acuerdo que trata sobre comercio, y
aún intentarán los jefes de los equipos negociadores obtener
progresos antes de la última ronda que abordará estos temas,
programada para el 19 de abril en la capital belga.

"Si no tenemos más flexibilidad por la parte europea, no
lograremos cerrar un buen acuerdo", indicó la viceministra
nicaragüense de Fomento, Industria y Comercio, Verónica Rojas, quién
aseguró que la pelota ahora está en el campo europeo, ya que
considera que Centroamérica no tiene ya margen para hacer nuevas
propuestas.

Durante esta ronda de negociaciones, las partes han mantenido
divergencias notorias sobre las condiciones en que productos
sensibles para los centroamericanos -como el banano, el azúcar, el
arroz, el ron o la carne de vacuno-, accederán al mercado de la UE,
según indicaron fuentes diplomáticas.

No obstante, han conseguido cerrar seis capítulos: normas
sanitarias y fitosanitarias, obstáculos técnicos al comercio,
procedimientos aduaneros, normativa para el sector público y
soluciones de control y comercio.

La Comisión Europea, que negocia este acuerdo en nombre de los 27
países europeos, señaló por su parte que no tiene previsto informar
del estado de las negociaciones hasta que no estén concluidas.

Los centroamericanos reclaman que se tenga en cuenta la
naturaleza eminentemente agropecuaria de su producción, y que el
nuevo marco arancelario suponga mejoras que las condiciones que ya
les otorga el sistema generalizado de preferencias (SGP+) que tienen
suscrito con la UE.

Por su parte, la UE desea un tratamiento similar al que goza
Estados Unidos a través del tratado de libre comercio firmado con
Centroamérica (CAFTA), algo que la región supedita al resultado
global para sus productos.

El ministro costarricense de Comercio Exterior, Marco Vinicio
Ruiz, afirmó esta semana que la región aspira a obtener, al menos,
el mismo acceso a Europa que obtendrá el banano de Colombia y Perú,
tras cerrar esos países y la UE este mes un tratado de libre
comercio.

Acordaron que el gravamen a las exportaciones de banano
latinoamericano se reduciría de 176 a 75 euros por tonelada en diez
años, algo que el responsable de Costa Rica considera un
"precedente".

Sin embargo, garantizó que los países centroamericanos no están
dispuestos a ofrecer cualquier cosa a la UE a cambio de esos
beneficios arancelarios.

El pasado martes, ministros y viceministros de Comercio y
Economía de esos estados pidieron en una audiencia en el Parlamento
Europeo más "flexibilidad" a la UE para lograr cerrar la negociación
en ocho semanas, tal y como se han propuesto las partes.

El objetivo es tener concluida la negociación técnica de cara a
la cumbre euro-latinoamericana que se celebrará en Madrid el próximo
18 de mayo, bajo presidencia española de la UE.

Para el jefe negociador costarricense, Roberto Echandi, "todavía
ni Centroamérica ni la UE tienen lo que buscan", y abogó por "no
perder una oportunidad tan importante".

Otra fuente diplomática apuntó en cambio a la posibilidad de que
las negociaciones comerciales se demoren más y que, en Madrid, se
presenten únicamente los resultados de los otros dos pilares del
acuerdo, de diálogo político y de cooperación.

No obstante, ambas partes han reiterado en numerosas ocasiones su
compromiso con el proceso y que no repararán en esfuerzos para tener
cerrado el acuerdo de asociación completo con ocasión de la cumbre
de líderes europeos y latinoamericanos.

Un objetivo que también promueve España, al frente de la
presidencia de la Unión este semestre.

Europeos y centroamericanos estudian también la posibilidad de
crear un fondo financiero que facilite inversiones para desarrollar
infraestructuras clave y comunicaciones en la región americana, y
hoy los europeos presentaron una primera oferta.

La creación de ese fondo es una de las peticiones de
Centroamérica a Europa para intentar disminuir las diferencias de
desarrollo que existen entre los propios países de la región, así
como frente al bloque europeo.