El presidente depuesto de Honduras,
Manuel Zelaya, dijo el lunes que la Comisión de Verificación del Acuerdo
de Tegucigalpa-San José debe aclarar los
objetivos del pacto, después de que surgiesen diferentes
interpretaciones en lo referente a su restitución o no en el poder.

"Lo primero que debe hacer es aclarar específicamente los
objetivos de este acuerdo para poder continuar en el proceso de
común acuerdo entre ambas partes", declaró Zelaya a Radio Globo.

Dicha comisión está integrada por el ex presidente de Chile
Ricardo Lagos, la ministra de Trabajo de Estados Unidos, Hilda
Solís, ambos nombrados por la OEA, un representante de Zelaya y otro
del presidente de facto, Roberto Micheletti.

Lagos y Solís, señaló el mandatario derrocado, "significan dos
personalidad que son una garantía para que el acuerdo llegue a feliz
término, se cumpla".

Esto, añadió, "lógicamente pasa por la restitución del orden
democrático, por revertir el golpe de Estado (del 28 de junio) y por
lograr un acuerdo nacional que no le permita a ninguna de las partes
tener revanchismo personal o político en contra de los otros".

Zelaya y Micheletti discrepan en la interpretación del punto del
pacto referido a la solicitud al Congreso para que resuelva sobre la
restitución del presidente depuesto en el poder.

Mientras que para el primero significa que el Legislativo debe
aprobar su regreso al poder y hacerlo antes del jueves, día en que
debe entrar en funciones un Gobierno de Unidad, para el segundo el
Congreso podría votar en contra y, además, no tiene ningún plazo
límite para tomar su decisión.

Zelaya remarcó que el acuerdo dice que se le solicita al Congreso
"resolver 'en lo procedente', o sea, en lo que le compete al
Congreso, es decir, el Congreso no puede elegir presidente, al
presidente de Honduras lo elige el pueblo".

"El Congreso sí puede derogar el decreto, el cual me destituyó a
mí ilegalmente anunciando una renuncia falsa. Esa es su
competencia", puntualizó.

El gobernante depuesto, quien permanece en la embajada brasileña
tras su regreso subrepticio al país el pasado 21 de septiembre,
denunció que la policía no ha permitido a su representante en la
Comisión de Verificación, Jorge Reina, reunirse con él en la
legación.

"Las instrucciones que reciben de casa presidencial son
contradictorias porque por un lado firman el acuerdo, (pero) parece
que firmaron el acuerdo sin mucha voluntad, forzados", criticó.

"Un acuerdo se firma con un espíritu de negociación, de diálogo.
Cuando hay juego sucio, cuando hay estrategias dilatorias (...), lo
que se hace es profundizar la crisis", concluyó.