Las negociaciones entre los países
latinoamericanos productores de banano y la Unión Europea (UE) para
reducir el gravamen que esta última impone no han logrado hasta el
momento un acuerdo.

Así lo indicaron el lunes fuentes diplomáticas latinoamericanas
en Ginebra (Suiza), que calificaron de "puros rumores" las
informaciones que han circulado acerca de un supuesto compromiso en
el marco de las negociaciones sobre este contencioso en la
Organización Mundial del Comercio (OMC).

"Estamos negociando, pero no hay todavía ningún acuerdo. Son
negociaciones difíciles, y hay asuntos que todavía están
pendientes", dijeron las fuentes.

Según dichas informaciones, el compromiso supondría reducir los
gravámenes en tres etapas, de los 176 euros (260 dólares) por
tonelada actuales hasta los 114 euros (168 dólares) por tonelada, en
un plazo de 7 a 10 años.

Ello coincide con el "preacuerdo" -que no llegaron a ratificar
los europeos- logrado en Ginebra en julio de 2008, que rebajaba
gradualmente el arancel de 176 a 114 euros (de 260 a 168 dólares)
por tonelada entre 2009 y 2014.

El gravamen que la UE impone al banano es discutido actualmente
en dos tipos de escenario: la OMC y los tratados comerciales que
negocia Europa con andinos y centroamericanos.

Países como Colombia piden negociar bilateralmente con la UE unas
condiciones mejores que las del "preacuerdo".

La UE prefiere en cambio que se llegue a un acuerdo primero en
Ginebra para negociar después el arancel al banano bilateralmente
con los andinos.

El principal exportador, Ecuador, decidió el pasado julio
suspender su participación en las negociaciones en Bruselas, al
considerar que no van encaminadas a conseguir su objetivo de lograr
un "acuerdo comercial para el desarrollo".

Ecuador rehusó continuar las negociaciones hasta que la UE cumpla
los dictados que sobre el comercio del banano dictaminó la OMC.

En los últimos quince años, ese organismo internacional ha
emitido nueve resoluciones a favor de Ecuador y de los países de
América Latina respecto a los aranceles que la UE impone sobre el
banano.