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México celebra Independencia con el corazón encogido

Se recordaron los incidentes violentos que hace un año costaron la vida de ocho personas.

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El presidente mexicano, Felipe Calderón, pronuncia el Grito de Independencia.

 

Millones de mexicanos celebraron en la
madrugada del miércoles el tradicional Grito de Independencia en plazas
públicas de todo el país sin que se registraran incidentes
violentos, como los que hace un año costaron la vida en un ataque
con granadas a ocho personas en la ciudad de Morelia.

"En las Fiestas Patrias, sin novedad hasta el momento. Todo está
tranquilo. Ya se checaron todos los estados de la República, también
Michoacán", dijo a Efe un portavoz de la Secretaría de Seguridad
Pública (SSP).

Morelia, la capital michoacana, fue escenario en este 199
Aniversario de la Independencia de los actos más emotivos, ya que al
tradicional ambiente de fiesta se sumó el triste recuerdo de los
ocho muertos y más de cien heridos justo hace un año en un atentado
indiscriminado.

Tres presuntos integrantes de la banda conocida como "Los Zetas",
brazo armado del cártel del Golfo, fueron detenidos días después de
los hechos y responsabilizados del ataque.

Sus esposas ofrecieron el lunes una rueda de prensa en la que
defendieron la inocencia de sus maridos, y denunciaron que sus
confesiones fueron obtenidas mediante torturas.

El gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, optó este año por
suspender la tradicional verbena conmemorativa de la Independencia
lo que redundó en un Grito bastante más desangelado que otras veces.

Antes de gritar "Viva México", como hizo el cura Miguel Hidalgo
en 1810, Godoy pidió un minuto de silencio en memoria de los
fallecidos hace un año, un gesto que contrastó con la alegría
desbordada que suele acompañar al Grito siempre en México.

Durante todo el día de ayer el centro de Morelia estuvo protegido
por militares, policías de varias corporaciones, que también
estuvieron en alerta en otros municipios.

"Podemos señalar que hubo un saldo blanco. Se concluyeron los
eventos cívicos en todo el Estado", dijo a la emisora Formato 21 el
fiscal estatal Jesús Montejano Ramírez.

En general las celebraciones por la Independencia mexicana
estuvieron marcadas por una mayor seguridad en las plazas públicas y
cierto temor a que hubiera atentados como los de hace un año que no
se concretaron.

En la capital mexicana, vigilada por 10.000 policías, lo más
sobresaliente es el posible desbordamiento del río Magdalena por las
intensas precipitaciones caídas durante las últimas horas en el sur
y sudeste de la urbe.

Sin sorpresas el presidente de México, Felipe Calderón, dio el
tradicional Grito de la Independencia desde el balcón del Palacio
Nacional ante un Zócalo capitalino abarrotado de gente.

Al rito anual Calderón le añadió esta vez dos "vivas" nuevos:
"¡Viva el Bicentanario de la Independencia! ¡Viva el Centenario de
la Revolución!", en referencia a las efemérides que se irán
celebrando en los próximos meses.

Por su parte el alcalde de la ciudad, el izquierdista Marcelo
Ebrard, desde el ayuntamiento recordó que en una efeméride como la
de hoy había que recordar que México tiene hoy 18,5 millones de
personas sin ingresos suficientes para comer y 12 millones sin
servicios de salud.

En otros puntos del país, como en el Estado de Quintana Roo, en
el Caribe, el temor a algún incidente hizo que fuera reforzada la
seguridad en Chetumal, Playa del Carmen y Cancún, el destino
turístico más importante de la zona.

En Monterrey, en el norte, la novedad es que hubo vigilancia con
helicópteros en los alrededores de la Macroplaza, donde se celebró
el Grito, así como un despliegue de policías francotiradores listos
para prevenir incidentes, informaron fuentes de Seguridad Pública.

En Oaxaca, sur del país, 313 indígenas que se encontraban
encarcelados por delitos menores y con parte de sus penas cumplidas
fueron liberados tras pagar las autoridades y una fundación privada
sus fianzas, como llevan haciendo desde hace cuatro años.

En varias localidades mexicanas, las de Santiago Laollaga,
Tlacolula de Matamoros y San Pedro Jicayán en Oaxaca, y Praxedis
Guerrero, en Chihuahua, los alcaldes decidieron suspender sus Gritos
por motivos relacionados con la violencia, disputas políticas o
diferencias entre sectores sociales confrontados. EFE