Hace días que sientes los ojos cansados y poco a poco han ido poniéndose rojos. Podrías estar sufriendo conjuntivitis, una inflamación de la conjuntiva. Se trata una membrana que protege el globo ocular y que contiene vasos sanguíneos que, al inflamarse, generan ese característico color rojo en los ojos.

Tipos de conjuntivitis

La conjuntivitis es un problema que afecta de manera habitual a los ojos. Puede responder a tres tipos diferentes, dependiendo del factor desencadenante. Existe un tipo de afección que aparece como reacción irritativa a un agente externo, que puede proveer de un cosmético aplicado sobre la zona o algún producto químico. Se trata de un problema muy común durante la época de verano, ya que el cloro de las piscinas puede actuar como agente agresor. Son síntomas comunes de este tipo de conjuntivitis el enrojecimiento y el lagrimeo constante.

Por su parte, los casos de conjuntivitis alérgica son comunes tanto durante la primavera como durante el verano. Este tipo de reacción se produce cuando la persona se expone a una sustancia a la que es alérgica. Las sustancias que generan reacciones en los ojos suelen ser el pelo animal, el polen y los ácaros del polvo. El síntoma más característico de este tipo de conjuntivitis es el picor leve y el lagrimeo, así como la inflamación de párpados y papilas.

Por último, la conjuntivitis vírica se produce cuando la conjuntiva se inflama debido a la acción de un virus o una bacteria. En este caso, el ojo supura una secreción mucosa que dura entre tres y cuatro semanas durante las cuales las molestias pueden ir acompañadas de un periodo de fiebre.

¿Cómo trato este problema?

El tratamiento de la conjuntivitis dependerá del factor origen de este problema. Es por ello que resulta conveniente acudir a un especialista que pueda determinar la causa de su aparición. Mientras se confirma el tipo de conjuntivitis, es importante extremar las precauciones, teniendo en cuenta de que puede tratarse de la acción de un virus. Por ello, la recomendación es no compartir nada que haya estado en contacto con el ojo afectado, incluyendo maquillaje o ropa de cama. Además, se recomienda lavarse las manos con frecuencia y no llevar a los niños al colegio, en caso de que sean ellos los afectados.