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Street view of the Hospital of the University of Pennsylvania. Photo credit: Google/street view
Vista de la calle del Hospital de la Universidad de Pensilvania. Foto: Google/street view

Los residentes y becarios del Sistema de Salud de la Universidad de Pensilvania intentan sindicarse

Si lo consiguen, serán el primer grupo de personal de la casa en hacerlo en Pensilvania.

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El 17 de febrero, más de 1.400 residentes y compañeros médicos del Sistema de Salud de la Universidad de Pensilvania pidieron al sistema sanitario que reconociera voluntariamente su sindicato. 

Estarán representados por el Comité de Internos y Residentes (CIR/SEIU). El CIR es un sindicato local del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU) y representa a 24.000 empleados internos en todo el país. Esto lo convierte en el mayor sindicato que representa a residentes y becarios del país. 

Penn es el octavo grupo de residentes que se ha afiliado al CIR en los últimos 11 meses y, si consigue sindicarse, será el primer programa de residencia sindicado de Pennsylvania. 

Los esfuerzos de sindicalización comenzaron a principios de la pandemia, después de que se denegara al personal interno su habitual aumento por el coste de la vida. Además, recurrieron a la sindicalización como solución a los problemas que tenían después de meses de intentar sin éxito que la dirección del hospital mejorara las condiciones de trabajo y la atención a los pacientes. 

"Como residentes, tenemos muy poco poder para mejorar las condiciones de trabajo o abordar necesidades importantes de atención al paciente por la vía oficial. Pero a través de nuestro sindicato, tendremos un sitio en la mesa para impulsar los cambios que necesitamos para hacer mejor nuestro trabajo", explicó el Dr. Jackson Steinkamp, residente de Medicina Interna de tercer año.

La cultura del exceso de trabajo, los bajos salarios y el aumento del coste de la vida están llevando a los residentes al agotamiento, la depresión y el suicidio. 

"Elegimos formarnos en una institución académicamente rigurosa y muy respetada, pero esperamos más de Penn que un nombre elegante. Ante todo, somos seres humanos", afirma la Dra. Chantal Tapé, residente de Medicina de Familia de tercer año.

Y añadió: "Si estamos sacrificando nuestra salud física y mental, nuestra estabilidad financiera y nuestras relaciones personales para prestar asistencia, eso significa que nuestro sistema sanitario está fallando".

Los residentes también creen que la sindicación ayudará a avanzar hacia la equidad sanitaria en el oeste de Filadelfia, donde se encuentra el principal campus médico de Penn. 

La ciudad tiene la mayor carga de morbilidad de Pensilvania y sus ciudadanos son los que menos acceso tienen a las necesidades básicas, como guarderías asequibles y empleos bien remunerados. 

La Dra. Madison Sharp, residente de obstetricia y ginecología, declaró: "Atendemos a una de las poblaciones de pacientes más vulnerables de Filadelfia, que ya se enfrenta a enormes obstáculos para acceder a la atención sanitaria. Estamos profundamente comprometidos con nuestros pacientes, muchos de los cuales padecen enfermedades complejas. Hacemos un flaco favor a estos pacientes cuando no se nos proporciona lo que necesitamos para ser los mejores médicos que podamos ser."

Los residentes y becarios de Penn no serían los primeros del ámbito sanitario de Filadelfia en sindicarse. Tanto la Temple North Anesthesia Coalition (T-NAC) como las enfermeras y técnicos especialistas del Wills Eye han ratificado sus primeros o nuevos contratos en los últimos meses.