En estudio reciente realizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) reveló que la salud mental de los jóvenes empeoró a lo largo de la pandemia, pero algunos mantienen la esperanza.

El estudio, denominado oficialmente The Changing Childhood Project, encuestó a más de 22.000 personas en 21 países realizando un recolección de datos dirigida por Gallup. El proyecto, realizado entre enero y junio de 2021, comparó los grupos de edad de 15 a 24 años y de más de 40 sobre su perspectiva global.

Las generaciones más jóvenes de hoy en día dicen estar abrumadas por la presión para tener éxito, más de lo que sus padres sintieron a su edad. De los países encuestados, 17 de los 21 obtuvieron resultados similares.

Sin embargo, los jóvenes no son los únicos que creen que los tiempos son difíciles, ya que cada vez más padres se sienten preocupados por el futuro de sus hijos, según el informe.

Con la presión añadida sobre sus hombros, las generaciones más jóvenes informaron de un aumento de la ansiedad y la depresión por primera vez desde 2020. El proyecto descubrió que más de un tercio, es decir, el 36% de los jóvenes de 15 a 24 años, se sienten a menudo preocupados, estresados o nerviosos por el futuro.

La pandemia del COVID-19 ha llevado a algunos a creer que el futuro es incierto y que es difícil mantener las expectativas mientras el mundo cambia rápidamente.

El informe de UNICEF también mostró que la lucha contra la salud mental varía en gran medida según la geografía, ya que las naciones ricas como España, Estados Unidos y Francia son las que más ansiedad y depresión registran.

Sin embargo, es interesante que algunos jóvenes digan que creen que el mundo se está convirtiendo en un "lugar mejor" con cada nueva generación. En EE.UU., esa diferencia sigue aumentando, ya que el 67% de los jóvenes dice que el mundo está mejorando, mientras que el 35% de los adultos mayores dice que está empeorando. 

Laurence Chandy, directora de la Oficina de Perspectiva y Política Mundial de UNICEF, afirma que, a pesar de la creciente preocupación por la salud mental, los jóvenes son muy optimistas.

"En Occidente existe la idea de que los jóvenes de hoy en día están abrumados por todas las cosas malas que ocurren en el mundo y tienen una sensación de fatalidad y pesimismo, pero nosotros descubrimos que son bastante optimistas", dijo Chandy.

Como parte de los esfuerzos para ayudar a los pacientes de salud mental y ampliar los servicios de prevención del suicidio, la Línea Nacional de Prevención del Suicidio tiene previsto lanzar su nuevo dial de emergencia el 16 de julio.

En 2021, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) aprobó el uso del "9-8-8" como línea de emergencia para conectar con el número de la Línea Nacional de Prevención del Suicidio, 800-273-8255 (TALK).

El programa de ampliación de los centros de crisis, que forma parte de la Ley de Designación de Líneas Nacionales de Ayuda contra el Suicidio, espera crear una mayor respuesta rápida y recursos locales para los pacientes de salud mental.

Se espera que las llamadas vayan acompañadas de una pequeña cuota mensual de 24 céntimos por usuario de la línea, que aumentará a 40 céntimos en enero de 2023, para cubrir los costes del programa.

Sin embargo, los Estados de todo el país expresan su preocupación por la limitada capacidad de los centros de llamadas, y por la posibilidad de que no estén preparados para cumplir el plazo de julio. Las personas que llamen a la línea de atención telefónica este verano podrían enfrentarse a tiempos de espera más largos de lo habitual.

Pensilvania recibió 340.000 dólares de financiación para el "desarrollo de infraestructuras" de asistencia en salud mental. Un total de 13 centros de llamadas de crisis se han estado preparando para la puesta en marcha de la línea directa 988.