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Co-owner Miguel Toro and his family have been serving Peruvian dishes since their establishment opened in 2005. Photo: Al Día News.
El copropietario Miguel Toro y su familia llevan sirviendo platos peruanos desde que abrieron su establecimiento en 2005. Foto: Al Día News.

Cómo El Balconcito sigue ofreciendo comidas tradicionales peruanas en plena COVID-19

El Balconcito es uno de los tres restaurantes peruanos que dirigen Miguel Toro y su familia en Filadelfia.

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¿Se ha preguntado alguna vez a qué sabe la comida peruana?

¿Sabía que hay un restaurante peruano que se enorgullece de que sus recetas vengan directamente del Callao, Perú, justo aquí en Filadelfia? 

Callao es de donde Miguel Toro y su familia son. Él es el copropietario de El Balconcito, un restaurante que sirve a los clientes recetas peruanas originales que conocen desde que eran niños.

"El Balconcito es un restaurante familiar, abrimos nuestro primer restaurante en 2005, donde hemos estado dando a los clientes comidas satisfactorias que todos en mi familia han estado comiendo", dijo Toro en una reciente entrevista con AL DÍA News.

Su familia no solo es dueña de El Balconcito sino que también es propietaria de dos restaurantes más, El Balconcito II y Perú Vista, que abrió recientemente en 2018.

Abrir un restaurante no era necesariamente su objetivo, sino simplemente hacer algo juntos como familia.

"El sueño de mi familia era trabajar siempre juntos y hacer algo de lo que todos estuviéramos orgullosos, así que esta es nuestra oportunidad de trabajar juntos y disfrutar cada momento", dijo Toro.

Su comida peruana, que también tiene toques de cocina portuguesa, ha sido un alimento básico para los habitantes del norte de Filadelfia que ahora anhelan comidas exclusivas de El Balconcito.

"Nuestros platos más populares son el ceviche, que es un plato de acompañamiento hecho de pescado crudo, jugo de cítricos y condimentado con chiles y cebollas, otro éxito de ventas es nuestro lomo saltado, un salteado que se hace con solomillo, cebollas, tomates y papas fritas", explicó Toro.

El negocio iba viento en popa, pero se detuvo abruptamente en plena COVID-19.

A pesar del parón, El Balconcito supo sacarle partido, aunque el comienzo de la pandemia fue duro.

"Mi familia y yo no sabíamos cómo empezar, nos pusimos a pensar juntos y creímos que debíamos empezar a repartir comida directamente a sus casas", cuenta Toro.

Al principio lo hicieron por su cuenta, pero Toro admitió que se volvió agotador, por lo que ahora trabajan con GrubHub y DoorDash para gestionar las entregas.

A diferencia de otros restaurantes que AL DÍA ha analizado desde principios de 2021, asociarse con las aplicaciones de entrega fue una ayuda para las ventas de El Balconcito.

"Sí vimos un gran aumento en nuestras ventas después de que empezamos a usar los servicios de entrega, nuestras ventas bajaron del 80% al 40%, lo cual es una gran mejora para nosotros, estábamos muy contentos con eso", dijo Toro.

Además, el restaurante pudo recibir algunas subvenciones del Estado, que incluían subvenciones para empresas propiedad de minorías y empresas propiedad de mujeres. 

La madre de Toro es propietaria de sus restaurantes familiares.

Además, durante la mala racha, El Balconcito contó con sus clientes para mantenerse a flote.

"Llevamos tantos años en el negocio que nuestros clientes sabían que íbamos a esforzarnos al máximo para ofrecerles nuestras comidas", dijo Toro.

Cuando el 16 de enero la ciudad ha vuelto a limitar los asientos en el interior, fue otro paso hacia la normalidad para El Balconcito.

"Acabamos de abrir nuestras puertas para cenar, lo que nos hace ser optimistas, estamos deseando ver cómo va", dijo.

Asegúrese de revisar nuestro menú de El Balconcito y probar su famoso ceviche y lomo saltado.