La deuda de los seguros de salud de EE.UU. aumenta a medida que los casos de COVID aumentan una vez más, con más hospitalizaciones en diciembre. Como resultado, algunos empleadores están considerando la posibilidad de imponer recargos en la cobertura sanitaria de la empresa a los empleados no vacunados.

El coste medio del seguro médico de los empleados en general aumentó un 6,3% en 2021, ya que la mayoría de los individuos no tuvieron que pagar los costes en 2020. Las pequeñas empresas que proporcionan seguro de salud vieron el crecimiento más rápido de los costos este año.

La sanidad federal informó el miércoles de un aumento de 4,1 billones de dólares gastados el año pasado en pruebas, vacunas y tratamientos para los pacientes. Otras aseguradoras sanitarias han decidido levantar la cobertura total de la pandemia debido a los elevados costes.

Como la variante Omicron ha hecho que el virus vuelva a propagarse rápidamente, algunos empleadores han tomado la iniciativa de revisar las políticas sanitarias de sus empresas para motivar aún más la vacunación del personal.

Ese fue el caso de la cadena de supermercados Kroger, que el martes emitió un recargo de 50 dólares a los empleados que rechacen la vacuna COVID. El cargo adicional no se aplicará al personal con excepciones médicas y religiosas.

Sin embargo, no es el único empleador que ha tomado esta medida, ya que Delta Air Lines puso un requisito de cobro de 200 dólares en agosto.

NPR informó que los empleadores utilizan "programas de bienestar" para fomentar la vacunación de los empleados para un entorno de trabajo más seguro, y cómo estas políticas les permiten poner sanciones o recompensas.

Las empresas de todo el país están haciendo malabares con los empleados que no ceden en su decisión de no vacunarse, y las demandas de aplicación de la ley al límite.

Un empleador, según la ley federal, tiene la opción de alterar sus políticas de seguro de salud con respecto a las vacunas COVID, siempre y cuando definan claramente una opción de renuncia.