Hace tan solo unos años los usuarios de lentillas eran unos pocos afortunados que tenían la opción de olvidarse de las incómodas gafas durante el día. Hoy en día, las tornas han cambiado y prácticamente todo el mundo que tiene un problema ocular puede reemplazar las gafas por este cómodo sistema. Si eres nuevo utilizando lentillas o te están planteando reemplazar tus gafas, hay algunas dudas que pueden asaltarte.

¿A partir de qué edad puedo utilizar lentillas?

No existe un consenso entre los especialistas en este sentido. Algunos expertos recomiendan el uso de lentillas a partir de los seis años, siempre y cuando el niño sepa cómo ponerselas y siga adecuadamente las pautas higiénicas asociadas a su uso. Estas pautas incluyen lavarse las manos antes de manipular las lentillas y limpiarlas diariamente siguiendo las recomendaciones específicas del fabricante.

¿Lentillas diarias o mensuales?

Es la gran duda que se plantean todos los usuarios de lentillas. Sobre todo en los últimos años, debido a la bajada de precio que han sufrido las lentillas diarias. Esta opción se trata de una alternativa más cómoda para mucha gente, ya que no requiere del uso de ningún líquido de mantenimiento. Sin embargo, las clásicas lentillas mensuales siguen teniendo un tremendo éxito, debido en parte a que son algo más rígidas y, por lo tanto, más resistentes.

¿Es posible dormir con lentillas?

Descansar sin quitarse las lentillas puede ocasionar diferentes problemas oculares. Y es que al cerrar los ojos no solo estás limitando el acceso de luz, sino también el de oxígeno. Este no es capaz de alcanzar tu cuerpo y oxigenar las córneas, por lo que los ojos acaban secándose, pudiendo generar picor y creando problemas de visión borrosa. Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, dormir con lentillas puede generar consecuencias graves en la salud ocular.

¿Cómo se limpian?

Si eres usuario de lentillas, deberás seguir una serie de pautas básicas de limpieza. Lo primero que debes tener en cuenta es que todas las lentillas, salvo las desechables de un día, deben limpiarse cada vez que finalice su uso diario. Para ello, lávate primero las manos con agua y jabón. Tras secarte con una toalla, extrae la primera lentilla, pósala sobre la palma de tu mano y rocíala con unas gotas de líquido de limpieza para lentillas. Masajea la lente para limpiarla, aclárala con el mismo líquido y guárdala en el estuche, rellenandolo con el mismo líquido. Repite la acción con la otra lentilla.

¿Durante cuánto tiempo puedo utilizarlas?

Los especialistas recomiendan no utilizar lentillas en periodos más largos de 10 horas. Si dentro de este periodo de tiempo te encuentras incómodo con ellas, no dudes en retirarlas y limpiarlas. Puede que el problema resida en alguna mota de polvo pegada a la lente o que tenga que ver con la sequedad del ojo. Utiliza lágrimas artificiales e inténtalo de nuevo.