Suzzette Ortiz llegó a Estados Unidos desde Bayamón, Puerto Rico, para obtener su maestría en Educación Musical y Composición Musical en la Universidad de Temple.

Desde entonces, ha trabajado para combinar su amor por la enseñanza y la música y elevar las voces de los aspirantes a músicos en Nueva Jersey.

"Crecí en una familia numerosa a la que le gustaba la música, pero acabé siendo la única que siguió adelante con la música como carrera", dijo Ortiz en una entrevista reciente con AL DIA News.

Ortiz es ahora una consumada cantante, compositora y música. Toca una gran variedad de instrumentos, como el piano, el acordeón, el arpa y la flauta americana.

"Me encanta tocar tantos instrumentos, pero también quería enseñar", dijo Ortiz.

La primera vez que llegó a Nueva Jersey fue para dar clases en la Academia Creative Arts Morgan Village de Camden. Ortiz acabó quedándose 27 años antes de jubilarse.

Los estudiantes a los que enseñó y asesoró durante estos años tuvieron la oportunidad de ir a competiciones internacionales que cambiarían sus vidas para siempre.

"Acabé llevando a esos niños a concursos de coros en Italia, Ghana y Polonia", dijo.

Ortiz dijo que la mayoría de los alumnos a los que dio clase nunca habían cruzado el puente para ir a Filadelfia, por lo que fue crucial darles la oportunidad de escapar de Camden durante unos días.

"Fue desgarrador verlo, pero me sentí muy orgullosa de ser su profesora", dijo Ortiz. "Quería demostrarles que nada es imposible, y ellos se dieron cuenta rápidamente".

Aun así, esa experiencia como profesora de música en Camden le hizo querer compartir sus recuerdos con los demás.

Ortiz está escribiendo un libro sobre su época de profesora de música.

"Hasta ahora he escrito unos 13 capítulos", dijo.

El libro cubrirá su viaje hasta convertirse en profesora de música urbana y ofrecerá anécdotas de sus experiencias para conseguir que los niños se den cuenta de su potencial musical.

Como ya se ha dicho, parte de esa toma de conciencia se debe a los viajes. Ortiz y sus alumnos solían tener que recaudar dinero para mantenerlos.

"Quería llevarlos fuera de la ciudad y mostrarles lo que pueden tener si realmente se esfuerzan por ello", dice.

En una ocasión, actuaron frente a un Walmart para recaudar dinero para un viaje a Italia para una competición.

"Les enseñó que nada en la vida es gratis y que hay que trabajar por lo que realmente se quiere", dijo.

A pesar de esperar ansiosamente su viaje a Italia, la guerra de Irak estaba en plena vigencia, y no todos los padres estaban de acuerdo en enviar a sus hijos al extranjero.

"Tenía 25 cantantes que debían asistir al evento en Italia, y de esos 25 cantantes, sólo fueron ocho", dijo.

A pesar de que muy pocos asistieron, ganaron el concurso.

"Esta victoria abrió los ojos de mis alumnos", dijo Ortiz.

En su entrevista con AL DÍA, la ex profesora recordó el triunfo como uno de los momentos más impactantes de su vida, y le hizo darse cuenta de que su trabajo en la enseñanza de los jóvenes del centro de la ciudad era su pasión.

"Recordar ese momento me hace llorar sólo de pensarlo", dice.

A día de hoy, Ortiz sigue en contacto con sus alumnos y admite que verlos convertirse en líderes de su comunidad es algo que siempre apreciará.

"Estoy agradecida de verlos triunfar", dijo. "Me siento muy orgullosa de haber tenido un poco que ver con eso".

Su amor por la enseñanza tampoco se ha detenido.

Aunque Ortiz se ha jubilado como profesora de música a tiempo completo en Camden, sigue dando clases a tiempo parcial en Artístas y Músicos Latinoamericanos (AMLA), una organización sin ánimo de lucro asociada a Esperanza. 

También es su directora artística y organiza eventos musicales.

"Es un programa precioso y lo quiero mucho. Puedo seguir ofreciendo ese regalo musical a los niños de la ciudad", dice Ortiz.

La organización se centra en enseñar a los niños latinos el arte de la música y el canto ofreciéndoles clases privadas semanales.

La enseñanza de los fundamentos siempre formará parte del proceso, pero Ortiz mantiene sus aspiraciones de permitir que los estudiantes utilicen sus talentos musicales para llevarlos más allá de sus vecindarios inmediatos.

"Mi sueño siempre será llevar a los niños fuera de la ciudad", afirma.

Además de trabajar a tiempo parcial en AMLA, también se mantiene fiel a sus raíces cantando y tocando el piano cuando surge la oportunidad.

Actuará en el Chris' Jazz Cafe el viernes 23 de abril, junto a Mike Boone, en una experiencia de jazz latino que se transmitirá por streaming en el sitio web del café.

"Mike es el tipo más dulce, es muy respetado en la comunidad del jazz", dijo. "Le fascina la cultura latina y toca su bajo como si fuera un latino".

Sin embargo, Ortiz no es nueva en esta escena, lleva cantando desde que era una niña en Puerto Rico.

"He estado escribiendo música y haciendo música que representa la infancia que tuve creciendo en Puerto Rico", dijo.

Para ella, el viaje musical no ha terminado del todo. Todavía hay mucho que quiere hacer y lograr.

"He estado muy ocupada escribiendo mi libro y creando música para el coro", dijo Ortiz.

Espera terminar su libro en algún momento antes de que termine la pandemia.

En cuanto a la enseñanza de la música, Ortiz nunca dejará de hacerlo.