Juez Felipe Restrepo: "Tienes que involucrarte en tu democracia"
El juez de la Corte de Circuito, L. Felipe Restrepo, habló con AL DÍA sobre cómo un inmigrante colombiano se convirtió en un funcionario de alto rango en el…
Mientras EE.UU. lidia con un clima político en el que muchos grupos de inmigrantes, especialmente los de origen latino, son demonizados por las voces incesantes de extrema derecha, L. Felipe Restrepo no se ve a sí mismo como “un testimonio político”.
“Pero sí creo que merece la pena recordar que somos un país de inmigrantes”, aclara Restrepo durante una entrevista con AL DÍA. “Todos en este país vinimos de otro lado, quizá no directamente, pero sí dos, tres o cuatro generaciones atrás”.
“Creo que todos debemos mirar las cosas con perspectiva y comprender que la grandeza de este país es el hecho de que la gente ha venido de todas las partes del mundo para convertirlo en lo que es hoy día“, asegura.
Y en este sentido, no hay duda de que Restrepo está aportando su granito de arena.
Restrepo nació en Medellín (Colombia) y emigró a los Estados Unidos con su familia en 1962, cuando todavía era un niño. Comenzó su carrera en el ámbito del Derecho en la década de 80 y en el 2012 el presidente Barack Obama lo nominó para ser juez del Tribunal de Distrito de los EE. UU., concretamente en el Distrito Este de Pensilvania. Restrepo juró su cargo en 2013.
Posteriormente, Obama lo nombró juez del Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos para el Tercer Circuito, y su candidatura obtuvo el apoyo bipartidista de los senadores Bob Casey (D) y Pat Toomey (R). Restrepo comenzó a desempeñar este rol en enero de 2016.
El próximo 10 de octubre, Restrepo será reconocido por AL DÍA con el Premio de Herencia Hispana durante el tercer almuerzo anual de los Premios de la Herencia Hispana en el Union League of Philadelphia. El evento, que también rendirá homenaje a otros cuatro latinos destacados, es una forma de celebrar el Mes de la Herencia Hispana (del 15 de septiembre al 15 de octubre), honrando a diferentes líderes de origen latino por sus excepcionales contribuciones en diversos ámbitos de la región de Filadelfia.
Restrepo es el homenajeado en el campo del Servicio Público. Junto a él, AL DÍA celebrará el talento de otros cuatro latinos que también protagonizarán nuestras próximas historias de portada:
• Alba Martinez, directora de Vanguard Group (Empresa).
• El Dr. Jose Russo, director del Laboratorio de Investigación del Cáncer de Mama Fox Chase (Salud).
• La Dra. Gloria Bonilla-Santiago, distinguida profesora de Rutgers University-Camden (Educación).
• Peter Gonzales, presidente y director ejecutivo del Welcoming Center for New Pennsylvanians (Organizaciones sin fines de lucro).
Cuando Restrepo tomó la decisión de comenzar su carrera de Derecho no sabía si alguna vez sería capaz de ejercerlo, debido a su estado migratorio. “Francamente en ese momento ‘me la jugué’ un poco”, recuerda el juez.
Restrepo residía en el país gracias a lo que se conoce como una visa G-4, según sus propias palabras: “Una visa internacional dependiente de un funcionario”. Básicamente, el estatus de Restrepo en los Estados Unidos estaba supeditado a la carrera de su padre.
“Teníamos documentos, estábamos documentados, todo estaba bien, todo era legal”, explica Restrepo. “Pero era algo tenue porque estaba ligado a la posición de mi padre”. La familia de Restrepo emigró por primera vez a los Estados Unidos después de que al patriarca le ofrecieran un trabajo como economista en la Alianza para el Progreso.
Después de obtener su licenciatura de la Universidad de Pensilvania en 1981, Restrepo se matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans (Louisiana); aunque no sin cierta cierta incertidumbre.
En 1986, el año en que Restrepo terminó sus estudios en Tulane, el presidente Ronald Reagan firmó una ley de reforma migratoria, comúnmente conocida como Ley Simpson-Mazzoli. Un proyecto de ley que proporcionó un camino hacia la ciudadanía para inmigrantes como Restrepo, siempre que pudieran demostrar que habían residido de forma legal y continua en los Estados Unidos durante 20 años o más.
Restrepo se convirtió en ciudadano estadounidense el 7 de 1993 en Filadelfia.
Los padres de Restrepo –él, originario de Bogotá (Colombia), y ella, nacida en Madrid (España)- se conocieron en una clase en la Universidad de Pensilvania, en el año 1955.
La pareja comenzó a criar a su familia en Colombia e, incluso después de que su padre aceptase su trabajo en los EE. UU., Restrepo asegura que siempre pensó que él y su familia regresarían algún día a Sudamérica.
“No creo que mis padres alguna vez quisieron... Bueno, sé que no tenían la intención de quedarse”, cuenta Restrepo. “Pero la situación en Colombia se volvió muy impredecible, extremadamente violenta”.
El juez se refiere al conflicto colombiano impulsado por el tráfico ilegal de cocaína, también conocido como la ‘Guerra del Narcotráfico’, que se desató en el país a lo largo de los años setenta y ochenta. Los padres de Restrepo decidieron quedarse en EE. UU., al menos hasta que la situación mejorase en Colombia.
“Las cosas no se estabilizaron en Colombia durante muchos años, así que tuvimos que ganamos la vida en los Estados Unidos”, confiesa Restrepo, quien reconoce que la violencia en Colombia fue una de las causas por las que familias colombianas, como la suya, tuvieron mucho más complicado, si no imposible, conseguir su ciudadanía durante aquellos años.
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Tras terminar sus estudios de grado, Restrepo trabajó en un bufete de abogados en Washington D.C. que representaba a atletas profesionales. La firma se encargaba “tanto de la parte económica como legal”.
“Me di cuenta de que podías hacer de todo en los negocios con un título de abogado, pero no podías practicar leyes con un título de negocios”, asegura Restrepo. “Pensé que el título de abogado me abriría más puertas en el futuro”.
Fue entonces cuando Restrepo decidió matricularse en la Facultad de Derecho de Tulane, donde confiesa, “la clase más importante” que tomó fue una de defensa criminal en la que trabajó con un abogado representando a personas acusadas de crímenes en una parroquia local de Nueva Orleans.
“Realmente disfruté ese trabajo, pensé que era algo que se me podría dar bien; que era un trabajo con el que marcar la diferencia”, comenta Restrepo. “Apeló a mi sentido de la justicia social”.
Poco después de terminar la escuela de leyes, Restrepo aceptó un puesto como defensor público en Defender Association de Filadelfia. Allí trabajó durante tres años antes de comenzar una firma con el actual fiscal del Distrito de Filadelfia, Larry Krasner.
Restrepo cuenta que durante 13 años ejerció como abogado privado en este bufete, dedicado principalmente a la defensa civil y penal. Durante este tiempo, representó a muchas personas económicamente desfavorecidas y “personas cuyos derechos habían sido comprometidos por las autoridades”.
Tras aquello, Restrepo obtuvo un puesto como magistrado de los Estados Unidos, hasta que, posteriormente, Obama lo nominó para juez de un Tribunal de Distrito, una experiencia que calificó de “todo un halago“. Cuando la Casa Blanca lo llamó nuevamente para preguntarle si consideraría una cita en el tribunal de circuito, el juez admite que al principio tuvo sus reservas.
“No es nada que haya buscado porque realmente nunca me imaginé ser abogado de apelaciones”, recuerda Restrepo. “Pero tengo un gran respeto por el presidente Obama, y cuando te llama y te pide que hagas algo como esto, es difícil decir que no”.
Cuando se le pregunta qué cree que significa su papel como funcionario de alto rango en la judicatura para los jóvenes latinos, Restrepo asegura: “Creo que es importante que los latinos comprendan que pueden hacer lo que sea en este país. Este país realmente es un país de oportunidades, por eso debes aprovechar la tuya”.
En cuanto a la forma de alcanzar el éxito, Restrepo no duda: “No puedes tener miedo de pedir ayuda”.
“Me doy cuenta de que nunca podría haber logrado nada de esto si no hubiera estado dispuesto a pedir ayuda a otras personas”, dice, agregando que, por ello, ahora se esfuerza por brindar oportunidades de mentoría y networking a las nuevas generaciones.
“Soy un recurso si necesitan hablar con alguien, independientemente de la rama de la ley que quieran practicar o de si quieren convertirse en abogados”, asegura el juez.
Para Restrepo, “la ciudadanía no es ‘un deporte de espectadores’”, por lo que insta a todos a involucrarse en el proceso democrático.
“Tienes que participar en tu democracia. No puedes sentarte y quedarte al margen, tirar piedras y quejarte. Esto es una especie de cliché, pero tienes que ser el cambio que deseas ver en el mundo”, sentenció.
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