Mawadda revoluciona la atención sanitaria con EPI que cumplen las normas religiosas
Mawadda ofrece un hiyab desechable que cumple las normas religiosas y de seguridad.
La comprensión de la importancia de disponer de equipos de protección individual (EPI) culturalmente conscientes impulsó a las terapeutas respiratorias Yasmin Samatar y Firaoli Adam a cofundar Mawadda, una empresa que suministra hijabs desechables que cumplen las normas de seguridad y religiosas.
La Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo, o OSHA, define el EPP como la "ropa o equipo especializado que lleva un empleado para protegerse de material infeccioso".
Samatar es una orgullosa musulmana somalí de raza negra que se licenció en Cuidados Respiratorios por la Universidad de St. Catherine.
Adam, que también se hace llamar Urji, es una orgullosa mujer negra musulmana oromo que se licenció en la misma universidad y programa que Samatar.
"Hemos experimentado de primera mano la frustración, la preocupación y la pérdida de productividad causadas por la falta de equipos de protección personal viables para las mujeres musulmanas", explican.
La misión de Mawadda es defender y apoyar iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) en el sector sanitario que cumplan tanto requisitos de seguridad como culturales.
Samatar y Adam explican que durante la pandemia de COVID-19 se reforzaron los EPI para el personal sanitario con el fin de prevenir y contener la propagación del virus. Lamentablemente, el hiyab no está incluido en la fabricación estándar de EPP, que consiste en guantes, batas, cubrezapatos, cubrecabezas, mascarillas, respiradores, protección ocular, protectores faciales y gafas.
El Departamento de Trabajo de los Estados Unidos ofrece orientaciones a los trabajadores sanitarios y a los empleadores, incluyendo también un descargo de responsabilidad en el sentido de que "estas orientaciones no son una norma o reglamento, y no recrean nuevas obligaciones legales. Contiene recomendaciones, así como descripciones de normas de seguridad y salud obligatorias".
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), "el EPI ocupa el último lugar en la jerarquía de la prevención, pero es muy importante para proteger a los trabajadores sanitarios de la transmisión de enfermedades."
Samatar y Adam explican que cada vez que entraban en una zona de alta exposición con un paciente, su hiyab entraba también.
"Los hiyabs que se llevaban en los centros médicos no eran una forma de EPI, y dejaban a los trabajadores sanitarios expuestos a fluidos y enfermedades infecciosas", subrayan. "Así que nos pusimos a la cabeza para completar un hiyab desechable bioseguro pendiente de patente que cumple con la FDA y, sobre todo, con las normas hijabi".
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Aunque ambas mujeres no tenían formación empresarial, tuvieron que aprender por su cuenta a gestionar y llevar a cabo su aventura empresarial, que fue posible gracias al apoyo de la comunidad, que reconoció la necesidad de productos culturalmente conscientes que honraran también sus creencias religiosas.
Tuvieron que pasar dos años para que Samatar y Adam pudieran lanzar oficialmente su producto en noviembre de 2022: el lanzamiento oficial de Mawadda, que según explican las damas "deriva de la lengua árabe y significa la forma más profunda de amor, afecto, simpatía, compasión y armonía".
En la inauguración de Mawadda se presentó su primera colección, el hiyab higiénico desechable PPE, que incluye Znub, un hiyab tipo jersey con un ajuste ceñido, e Ikram, un estilo envolvente con un ajuste ceñido.
Ambas mujeres subrayan cómo las pacientes compartieron sus experiencias en los hospitales, expresando su preocupación por "que no se les proporcionara un atuendo hospitalario culturalmente consciente y, en su lugar, se les diera una sábana en sustitución de su hiyab". Por ello, Samatar y Adam siguen trabajando incansablemente para promover productos culturalmente conscientes que respeten las normas del hiyab.
Sin embargo, según el protocolo de EPP de los CDC, no incluye ningún producto para cubrir la cabeza de los trabajadores sanitarios, aparte de las mascarillas faciales que no protegen la cabeza de la exposición a materiales infecciosos o agentes ambientales.
Samatar y Adam tienen la intención de seguir fabricando otros productos adaptados a las normas hijabíes.
"Tenemos previsto ampliar nuestra línea de productos a otras prendas sanitarias para el personal sanitario en general, especialmente para satisfacer las necesidades de los trabajadores sanitarios y los pacientes musulmanes", aseguran Samatar y Adam.
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