“El odio va en aumento”: Kelley Robinson, presidenta de Human Rights Campaign (HRC)
Es una de las organizaciones de derechos civiles más poderosa de Estados Unidos.
La activista, que asumió este lunes la presidencia de HRC, la organización de derechos civiles de los colectivos LGTBI más poderosa de Estados Unidos, con tres millones de miembros y simpatizantes, resaltó tras la posesión que su tarea no será fácil mientras los actos de odio hacia estas comunidades sigan creciendo.
En entrevista con El País, Robinson destacó:
Sabemos que el odio anti LGTBI va en aumento y que la violencia armada, alimentada por el extremismo político, afecta a nuestra comunidad de un modo devastador. Nos han robado muchas vidas, desde Pulse (discoteca de Orlando en la que un tirador asesinó en 2016 a 49 personas en el ataque homófobo más mortífero de la historia del país) a Colorado Springs. Esto lleva ocurriendo desde hace demasiado tiempo”
Robinson, quien hasta hace poco se desempeñó como directora ejecutiva de Planned Parenthood Action Fund, el brazo dedicado a la política y la abogacía de la principal organización estadounidense en defensa por el derecho al aborto, asume la presidencia de HRC más de un año después del despido de su predecesor en el cargo, Alphonso David, tras conocerse que había asesorado al exgobernador demócrata de Nueva York, Andrew Cuomo, sobre la mejor manera de salir al paso de las acusaciones de acoso sexual que acabaron con la dimisión de este.
Con 36 años, Robinson será la primera mujer afroamericana abiertamente queer en presidir HRC, un nombramiento que refleja las urgencias de diversidad del poder en Estados Unidos.
“La representación es importante. Una de mis mayores prioridades será atraer a más personas no blancas al movimiento y crear oportunidades de liderazgo para ellas. Me alegra encadenar mi trabajo anterior con este. Son luchas interconectadas, ambas tienen que ver con la autonomía corporal; ya sea porque decidas acceder al aborto o porque quieras amar a quien te dé la gana”, subrayó Robinson.
We’ve seen a surge in political attacks and rhetoric against our community that threaten the lives of LGBTQ+ people and keep our community from the very resources and support we need to survive. We need our allies to speak out and unite against hate. pic.twitter.com/eiBNwfcbo6
— Human Rights Campaign (@HRC) November 27, 2022
Prioridades
Con su llegada a HRC, Robinson priorizará los derechos de las personas transgénero, enfocándose principalmente en trabajar en contra de lo que ella denomina como “ataques políticos a la comunidad” luego de las leyes discriminatorias y regresivas que se han emitido en algunos estados del Sur.
La líder hace referencia especialmente a la “Ley No Digas Gay”, impulsada por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, la cual prohíbe hasta la edad de nueve años la discusión en clase entre profesores y alumnos sobre orientación sexual e identidad de género, y solo la permite en cursos posteriores, pero solo cuando se considere que es “apropiada para la edad o el desarrollo” de los estudiantes, alentando a los padres a que denuncien a los docentes que se la salten.
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“Cuando empezó su tramitación observamos un aumento del 400 % de la desinformación y el acoso en Internet a los niños LGTBI. Han declarado una guerra cultural contra nuestros hijos. Los políticos abren la veda para que se les ataque”, enfatiza Robinson.
Críticas a la Corte Suprema
Robinson resaltó cómo Clarence Thomas, considerado como el juez más conservador del Tribunal Supremo, además de influir en la sentencia que tumbó a mitad de año el derecho federal al aborto garantizado por el fallo Roe contra Wade, también incluyó una opinión que buscaba revisar los precedentes legales de tres sentencias:
- La que en 2015 legalizó el matrimonio homosexual
- La que enterró la prohibición de las relaciones entre personas del mismo sexo en 2003
- La que permitió en 1965 a las parejas casadas el uso de anticonceptivos
“Con este Supremo no podemos dar ningún derecho que derive de los tribunales por sentado. Incluso con Roe en vigor, el aborto era en muchos sentidos un derecho solo nominal. La gente no podía pedir un permiso en el trabajo para interrumpir su embarazo. Existían periodos de espera obligatorios entre el examen médico y la intervención, así como reglamentaciones dirigidas a dificultar el trabajo de los proveedores. Una ley como la que está en proceso arreglaría todo eso”, señaló Robinson antes de conocerse los resultados de las elecciones intermedias, una tramitación que ahora seguramente será pospuesta debido a que los republicanos terminaron con la mayoría en la Cámara de Representantes.
Para Robinson, descendiente de la primera familia negra de Muscatine (Iowa), es urgente codificar la libertad reproductiva aprobando el proyecto de la Ley para la Protección de la Salud de la Mujer, que pasó el trámite del Congreso antes de verano y se estrelló contra el veto republicano en el Senado
“Este es un momento aterrador para Estados Unidos. Está en peligro la democracia, y el país por el que pelearon mis antepasados. Aquellos que defienden hacer América grande de nuevo (Make America Great Again, lema del movimiento que abandera Donald Trump) en realidad quieren regresar a un tiempo en el que los que son como yo no tenían los mismos derechos que los blancos. Es nuestra obligación recordarles que no son la mayoría, y que la decisión del Supremo no refleja el sentir de la sociedad”, subrayó Robinson.
HRC calcula que en la última década se han registrado al menos 300 muertes violentas de personas transgénero y de género no conforme, incluidas las 32 de 2022.
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