Érase una vez el edificio más alto del mundo, construído en Filadelfia.

Fue entre 1894 y 1908, cuando la estructura de 548 pies que hoy conocemos como la Alcaldía de Filadelfia fue erigida por los líderes de nuestra ciudad, en un acto de ambición global, en el centro de esa cuadrícula de calles que William Penn imaginó como su “experimento sagrado”.

Lo hizo 212 años antes de su construcción, en 1682, cuando el líder cuáquero decidió fundar el pequeño pueblo de Filadelfia, capital de lo que iba a ser la nueva colonia británica de Pensilvania.

Y ese “experimento sagrado” de Penn evolucionó para convertirse, 106 años después (en 1776), en el centro de una nueva idea muy radical y en un nuevo evento histórico de carácter universal.

Una nación entera nació aquí, sobre una simple hoja de papel, conocida por el mundo como la ‘Declaración de Independencia de los Estados Unidos’.

Esa nueva nación, situada “bajo los ojos Dios,” donde “todos los hombres son creados iguales” –como escribió Thomas Jefferson en 1776, aquí en Market Street West– ha perdurado 242 años, tras los cuales ha evolucionado hasta convertirse en la nación más poderosa de la tierra.

Todos estos pensamientos pasaron por mi mente el pasado 20 de septiembre de 2018, cuando tuve el privilegio personal de visitar el nuevo edificio más alto de Filadelfia –y el noveno más alto de los EE.UU.– en un recorrido guiado por el mismo CEO de COMCAST, Don Brian Roberts.

Él tuvo la gentileza de llevarnos a través de varios pisos, ya terminados, que conforman la estructura de 60 pisos, interconectada con cientos de millas de cifra óptica y Wi-Fi ultraveloz –descrita a nosotros como un gran “campus vertical” para la innovación y el desarrollo del espíritu empresarial– con espacio para 4.000 ingenieros, arquitectos de software y diseñadores.

Es el mayor conglomerado de tecnología y cerebro humano jamás visto antes en la costa este de los Estados Unidos, con potencial para convertir nuevamente a Filadelfia en un centro neurálgico mundial y un atractivo global, físicamente y virtualmente en el “world wide web.”

Esta ciudad parecería estar llamada a ser, de nuevo, el centro del universo, como ya sucedió en 1682; en 1776; y 100 años después, en 1876; o ahora, 336 años después, en 2018.

Cada mañana, de camino a la oficina de AL DÍA News –situada a tan solo dos cuadras, en la siguiente calle denominada Market East– observo esa magnífica torre de cristal llamada ‘Comcast Technology Center’, y no puedo dejar de pensar qué puede ser lo próximo para nuestra maravillosa ciudad.