La muralista latina Manuela Guillén utiliza sus obras de arte para unir a las comunidades
Como artista, Manuela Guillén entiende el impacto que puede tener el arte y aspira a reforzarlo.
El amor de Manuela Guillén por el arte ha existido desde la infancia, y fue fuertemente influenciado por su crianza.
Nacida y criada principalmente en Miami, Florida, de padres inmigrantes de Cuba y El Salvador, respectivamente, Guillén vio cómo la cultura latina era muy celebrada en su barrio y ciudad.
Al mudarse a Mays Landing, Nueva Jersey, a la edad de 16 años, fue testigo de un marcado contraste en cuanto a la celebración de la cultura latina allí.
Aunque el ambiente de las dos ciudades era muy diferente, una constante para Guillén fue su amor por el arte.
"Siento que muchas de mis obras están muy influenciadas por los colores y las plantas", dijo en una entrevista con AL DÍA.
Cuando crecía, a menudo se sentía condenada al ostracismo por sus compañeros y le daba vergüenza hablar español.
Sin embargo, cuando llegó a la universidad, su cultura y su herencia latina se convirtieron en una influencia más fuerte en su trabajo artístico y empezó a abrazarlo mucho más.
Cuando tenía cuatro años, Guillén recuerda haber visto una película y haberse quedado fascinada por los murales que veía en ella. Fue en ese momento cuando recordó que pensó: "Quiero dibujar en las paredes".
Así que cogió un puñado de lápices de colores y empezó a dibujar en la pared de su casa. A pesar de meterse en problemas por hacerlo, ése fue su primer recuerdo que desencadenó su deseo de convertirse más tarde en artista mural.
Guillén también atribuye a su profesora de arte de sexto grado el haberla ayudado a aprovechar ese interés.
"Era muy buena, no me juzgaba, me daba mucha libertad", dice sobre esa profesora. "Me dejaba crear lo que quería hacer y siempre tenía su sala de arte abierta cuando yo quería ir".
Esa sala de arte se convertiría en una vía de escape para ella durante sus años de secundaria, mientras soportaba diversas dificultades tanto en la escuela como en casa.
Fue en esos años cuando el arte pasó de ser un interés a una pasión.
"Seguí centrándome en la habilidad y tratando de encontrar mi propio estilo... y mi voz en el mundo del arte", dijo Guillén.
A lo largo de los años, Guillén ha desarrollado un estilo artístico que describe como "obras íntimas, suaves y ligeras que elevan a la gente en momentos realmente difíciles".
De la misma manera que ella recurrió al arte y a la creatividad cuando necesitaba una vía de escape, espera que otros puedan también mirar sus obras de arte y encontrar ese mismo consuelo y luz en situaciones oscuras.
Aunque Guillén ha vivido la mayor parte de su vida en Miami y Estados Unidos, también ha pasado parte de su vida en la República Dominicana y México.
Mientras intentaba sumergirse en su cultura y herencia latina, había momentos en los que Guillén no se sentía "la latina perfecta", y señalaba que no dominaba el español.
Así que empezó a utilizar sus ilustraciones como una forma de aprovechar su herencia y "compensar las cosas en las que sentía que no era buena como mujer latina", dijo.
Sin embargo, la experiencia de vivir en México durante seis meses, hablando en español casi todo el tiempo y viendo las diferentes casas, calles, estructuras, colores y textiles que contrastaban con lo que ella estaba más familiarizada en los Estados Unidos, cambió su mentalidad.
"Mi madre me dijo que cuando volví de México, notó que mi arte había cambiado", dijo Guillén.
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Los colores utilizados en sus obras se volvieron mucho más brillantes y, a su vez, su inspiración creció.
"El arte me ha hecho aceptar más ser esta versión de la latina", dijo Guillén.
"No hay una latina de molde por ahí. Eso es algo que hay que decir más", añadió.
Además de su trabajo como muralista y artista, Guillén también trabaja como profesora de español y arte para alumnos de 6º curso.
La mayoría de los estudiantes a los que Guillén da clase son latinos y algunos de ellos han expresado sentimientos similares sobre la vergüenza que les produce su acento, el hecho de no dominar el inglés o el español, o de sentir que no son "suficientemente latinos".
Como alguien que se relaciona con esos estudiantes, Guillén siente que puede desempeñar un papel importante para ayudar a superar esas creencias.
"En la posición en la que me encuentro como profesora, siempre estoy animando a los demás para tratar de elevar a todos", dijo.
Guillén utiliza su posición como profesora para ayudar a sus alumnos a comprender la amplitud de las culturas y subculturas que existen dentro de la comunidad latina y a abrazarlas.
"Cuando crecía, no veía muchos profesores como yo. Así que quiero ser esa representación", dijo Guillén.
"Sé lo importante que es el arte para muchos niños y realmente quiero servirles lo mejor posible", añadió.
A través del arte, Guillén crea tareas para sus alumnos que les permiten expresarse y también aprender sobre sí mismos en el proceso.
En un plano más personal, Guillén ha utilizado sus obras de arte como plataforma para concienciar sobre la educación artística y los problemas sociopolíticos y medioambientales.
"Es como un recordatorio constante para que todos sigamos trabajando por un mundo mejor, un mundo en el que queramos vivir y en el que podamos prosperar".
Las obras de Guillén pueden encontrarse en su página web personal, www.manuelaguillen.com; y en su instagram, @Lazy.Beam.
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