El índice de desempleo entre los hispanos en Estados Unidos se mantuvo en abril en el 6,9 por ciento, un mes durante el cual las fábricas y la construcción siguieron perdiendo puestos de trabajo, según informó el gobierno.

Entre la población en general el índice de desempleo bajó una décima al 5 por ciento en abril, cuando la economía perdió 20.000 puestos de trabajo.

Los analistas habían calculado una pérdida de 78.000 empleos que llevaría el índice al 5,2 por ciento.

De acuerdo con las cifras del gobierno el número de hispanos desempleados subió de 1,507 millones en marzo a 1,512 millones en abril.

La secretaria de Trabajo, Elaine Chao, describió los datos como "mejor que lo esperado".

"Si bien seguimos viendo disminuciones del empleo en la construcción y las fábricas, el sector de servicios mostró un alentador incremento de 90.000 puestos de trabajo", añadió.

Pero la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, de California, calificó como "decepcionante el informe" y agregó que "muchas personas temen la pérdida de su empleo, muchas temen la pérdida de sus casas, y a todos preocupa la disminución de su nivel de vida".

Según Pelosi desde enero la economía de EEUU ha perdido 260.000 empleos, pero los datos del Departamento de Trabajo muestran una disminución de 180.000 empleos.

En cualquiera de los cálculos la pérdida de empleos está muy por debajo del promedio de 121.000 marcado en los cuatro primeros meses de la recesión en 2001.

El informe muestra, además, que el ingreso de los trabajadores creció apenas un 0,1 por ciento el mes pasado como reflejo de la desaceleración de la actividad económica.

Las fábricas tuvieron una pérdida de 46.000 puestos de trabajo en abril, principalmente en las que producen bienes duraderos.

La construcción perdió en abril 61.000 empleos y desde la cima de su bonanza en septiembre de 2006 este sector ha perdido 457.000 puestos de trabajo.

El sector de servicios, que incluye las compañías de seguros, los bancos, los restaurantes y el comercio minorista, agregó el mes pasado 90.000 puestos de trabajo, la mayor cifra en lo que va del año.

El Departamento de Comercio informó que los pedidos de bienes a las fábricas de Estados Unidos aumentaron un 1,4 por ciento en marzo, mucho más que lo esperado por los analistas y debido principalmente a los encargos de computadoras y maquinarias.

Si se excluyen los bienes de transporte, que son los más caros por unidad, los pedidos subieron un 2,2 por ciento, el mayor avance en un año.

Los encargos de bienes duraderos subieron en marzo un 0,1 por ciento.

La mayoría de los analistas esperaba un incremento del 0,2 por ciento en los pedidos a las fábricas, y el dato de esta oportunidad muestra un incremento del 2,6 por ciento en los encargos de bienes no duraderos, el mayor desde noviembre.

Los datos agregan incertidumbre en un panorama económico en el cual el crecimiento del producto interior bruto (PIB) ha marcado un ritmo del 0,6 por ciento durante seis meses -el más lento desde la recesión de 2001- y la cifra de desempleados llega a 7,6 millones, esto es 800.000 personas más que hace un año.

Más de 1,4 millones de personas han estado buscando empleo, sin conseguirlo, por más de seis meses, y los precios de los alimentos han subido a un ritmo anual del 5 por ciento durante los últimos tres meses.

La expectativa entre funcionarios del gobierno, economistas e inversionistas se enfoca ahora en qué harán más de 130 millones de contribuyentes con los más de 150.000 millones de dólares que empiezan a recibir esta semana en devolución de impuestos.

La Administración Bush y el Congreso que pergeñaron el estímulo en febrero pasado esperan que los consumidores gasten comprando bienes y servicios y le den un empujón al pedal de la economía.

Algunos analistas sospechan que los consumidores usarán el dinero principalmente para el pago de deudas y de los alimentos y combustibles cada vez más caros.