LIVE STREAMING
Foto de archivo: el secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, responde a periodistas el martes 22 de noviembre de 2016, tras participar en un evento público en Ciudad de México (México). EFE/JORGE NÚÑEZ
Foto de archivo: el secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, responde a periodistas el martes 22 de noviembre de 2016, tras participar en un evento público en Ciudad de México (México). EFE/JORGE NÚÑEZ

El TLCAN vuelve a negociación

Estados Unidos ha dejado clara su posición para una renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, buscando impedir una manipulación…

MÁS EN ESTA SECCIÓN

creadores digitales latinos

Línea de juguetes latina

Liderando con ejemplo

James Beard Latinas

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

¿Estados Unidos propone y el resto dispone? Este pareciera ser el caso de las nuevas negociaciones para revisar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, un acuerdo comercial con el que el presidente Trump ha estado en desacuerdo desde el principio.

Bajo la amenaza de retirarse del Tratado, Trump demandó “un trato justo para todos”, durante los primeros meses de su gobierno, firmando un decreto el 29 de abril por medio del cual ordenaba al Departamento de comercio que estudiara los acuerdos comerciales vigentes para determinar si la participación de Estados Unidos estaba siendo justamente retribuida o no, sobretodo por parte de “sus socios comerciales y de la Organización Mundial del Comercio”.

Pero, una vez más, la perspicacia del presidente estadounidense está un poco fuera de mira. Como aseguró el profesor de economía, Gordon Hanson, al New York Times en aquél momento, “si no hubiéramos podido mover a México los empleos que requieren mano de obra más barata hubiéramos perdido a la industria entera”, haciendo referencia al empeño del presidente por “devolver trabajos” a los estadounidenses y su campaña contra la industria automotriz.

Con la integración de China a la Organización Mundial de Comercio en el 2001, la demanda y la competencia en la industria automotriz ha sido mucho más difícil, y el desarrollo tecnológico asiático no es un competidor sencillo.

Pese a este lógico razonamiento, el discurso de la nueva administración sigue buscando un enemigo en el extranjero, sobretodo si está cerca de sus fronteras.

Esta vez, Estados Unidos busca “reducir el déficit comercial mejorando el acceso de los bienes fabricados en el país a los mercados de México y Canadá”, según reportó Reuters.

La preocupación principal del gobierno estadounidense, y como lo detalló en un documento enviado al Congreso, es la posible manipulación del tipo de cambio por alguno de los países que integran el TLCAN.

El representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, aseguró que se buscará “eliminar un mecanismo de disputa comercial que ha impedido que su país inicie demandas contra casos de subsidios y dumping de compañías mexicanas y canadienses”, según continúa el reportaje.

Por su parte, México ha recibido las demandas de su país vecino y está dispuesto a dar inicio a el proceso de negociación durante el mes de agosto, según dijo la Secretaría de Economía.

“El gobierno de México recibe con agrado esta noticia ya que contribuirá a definir con mayor claridad los temas a negociar y los tiempos en los que se llevará a cabo el proceso de modernización”, dijo el comunicado del gobierno mexicano.

La preocupación del país centroamericano es la de una reducción del comercio entre los países integrantes del Tratado. “Yo he insistido en que con todo gusto revisamos los balances comerciales mientras enfoquemos en cómo mejorarlos a través de expansión del comercio, no a través de la reducción del mismo”, destacó Ildefonso Guajardo, titular de la Secretaría de Economía de México.

Ante la postura de Estados Unidos, China ha visto la oportunidad de mejorar sus relaciones tanto con México como con Canadá, un escenario que afectaría de manera importante las relaciones comerciales en la región.

A todas miras, el aislacionismo de la administración Trump podría ser la mina de oro de la superpotencia asiática, quien desde el anuncio de la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París, ha rediseñado su carrera en el comercio internacional.