Joe Domínguez subió recientemente al estrado del Congreso de Estados Unidos para declarar.

Durante su testimonio, instó a los legisladores a autorizar y financiar íntegramente una ley que destinaría hasta 3.500 millones de dólares a inversiones en fuentes de combustible nacionales para la industria de la energía nuclear. 

Domínguez citó los riesgos para el medio ambiente, la fiabilidad de la red energética y la seguridad nacional si la industria nuclear estadounidense carece de suficiente combustible nuclear en los próximos años como consecuencia de las interrupciones mundiales en la cadena de suministro.

Su mensaje se dividió en tres partes fundamentales.

La primera destacaba la importancia de la energía nuclear para la seguridad energética, medioambiental y nacional del país. 

"Es imperativo que trabajemos juntos para restablecer urgentemente a Estados Unidos como líder mundial en el suministro de servicios de conversación y enriquecimiento", afirmó Domínguez. 

El segundo punto fue que Estados Unidos está al borde de una crisis en los mercados de conversión y enriquecimiento.

La Ley bipartidista de Seguridad del Combustible Nuclear propuesta por los senadores Joe Manchin y John Barrasso ordenaría al Departamento de Energía de Estados Unidos establecer un programa de producción de combustible nuclear en tierra y crear un suministro seguro para la flota estadounidense. 

Mientras que varios proveedores occidentales han dicho que podrían poner en línea un suministro adicional para 2028, Domínguez insta al Congreso a actuar con rapidez para estimular la inversión. 

"Es fundamental que reubiquemos nuestras capacidades para superar el dominio mundial de Rusia en estas áreas", dijo Domínguez. "No tenemos tiempo para esperar: en el mundo del combustible nuclear, 2028 es mañana... Es importante que tengamos tanto una diversidad de suministro como una diversidad de proveedores". 

El tercer punto pedía al Departamento de Energía que hiciera uso de su autoridad actual para acelerar el despliegue de nuevas tecnologías de enriquecimiento utilizando fondos que antes se destinaban a la producción de uranio poco enriquecido de alta pureza (HALEU). 

La energía nuclear proporciona más de la mitad de toda la electricidad libre de carbono producida en Estados Unidos y es esencial para hacer frente a la crisis climática.

También es la forma más fiable de energía 24/7 en la red, ya que suministra el 20% de la electricidad total del país y ayuda a evitar apagones cuando los fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático obligan a las centrales eléctricas fósiles a desconectarse debido a fallos en los equipos y a interrupciones en el suministro de combustible. 

Domínguez es Presidente y Consejero Delegado de Constellation, el mayor productor nacional de energía libre de carbono y uno de los principales proveedores minoristas competitivos de electricidad y productos energéticos. 

Con sede en Baltimore, emplea a más de 13.000 trabajadores, produce más de 32.400 megavatios de energía y suministra energía clara a más de 15 millones de hogares y empresas. 

A lo largo de las dos últimas décadas, Domínguez se ha consolidado como una de las principales voces de la industria energética.

Con más de una década de experiencia en Exelon antes de ser nombrado consejero delegado de ComEd, Domínguez fue nombrado a continuación nuevo presidente y consejero delegado de Constellation en octubre de 2021 antes de instalarse oficialmente en el cargo en febrero de 2022.

Su testimonio ante el Congreso de EE.UU. es una representación del largo camino que los latinos han recorrido en industrias y entornos corporativos donde sus rostros y voces han estado ausentes durante mucho tiempo.