Para el lector asiudo de periódicos, no hay nada como chuparse el dedo índice para ayudarse a pasar página y decubrir luego que tiene la yemas manchada de tinta.

Desafortunadamente, este pequeño placer cotidiano amenaza con desaparecer, pues cada vez quedan menos periódicos que impriman la edición en papel. El primer paso es cerrar su propia imprenta. El segundo, externalizar la imprenta. El tercero, eliminar el papel. El País, diario de referencia en el mercado en español, ha tomado esta vía: el pasado lunes, la dirección del prestigioso diario español anunció el cierre definitivo de sus rotativas en Madrid.  A partir de ahora, los ejemplares en papel del periódico se imprimirán unos talleres externos de la capital, donde se imprimen ejemplares de otros medios.

“Hoy, cuando el mayor volumen de lectores de los periódicos proceden del ámbito digital y la caída de difusión de las ediciones de papel es constante en todas las cabeceras y en todos los países, ha dejado de tener sentido la existencia de una rotativa exclusiva para cada periódico. Es preciso buscar otras fórmulas que se ajusten mejor a la dimensión que hoy tienen las ediciones de papel, incluso para intentar prolongar la vida del papel. Y es preciso destinar esfuerzos y recursos a donde realmente están los lectores y el futuro, en las nuevas plataformas tecnológicas”, explicó el director de El País, Antonio Caño, en un artículo publicado por el mismo diario.

Si bien el periódico generalista ya no se imprimirá en su propia rotativa, sus lectores podrán al menos seguir disfrutando de la edición en papel en sus quioscos, a diferencia de otros medios escritos que han optado por eliminar del todo este soporte.

Las rotativas de El País fueron fundadas en el mismo año de creación del periódico, en 1976´, coincidiendo con el inicio de la democracia en España. Allí se han imprimido portadas históricas para el país, como la aprobación de la Constitución o el golpe de Estado del 23-F llevado a cabo por el militar Antonio Tejero.

Como todas las rotativas, empezó imprimiendo en blanco y negro, hasta que la búsqueda de mayor calidad de imagen trajo el color, a principios del 2000. Las máquinas tenían capacidad para imprimir unos 600,000 ejemplares al día.

En un acto simbólico, los trabajadores de la rotativa – despedidos con indemnizaciones correspondientes- se han podido llevar a casa como recuerdo las planchas con las que se imprimieron algunas noticias históricas.

Con la caída de venta de la prensa el papel, El País lleva tiempo haciendo recortes de plantilla de sus rotativas, tanto en Barcelona (cerrada definitivamente en 2012), como en Madrid, cerrada esta semana. Pese a este cierre, el grupo Prisa (propietario de El País) todavía mantiene activas dos rotativas, una en Sevilla (Distasa) y otra en Valencia (Bidasoa), reportó El Confidencial.

En la actualidad, El País se encuentra en fase de expansión en los medios digitales. El pasado noviembre, la cifra de lectores únicos en Internet alcanzó los 100 millones de navegadores únicos mensuales, la mitad de los usuarios está fuera de España, especialmente de Latinoamérica.  Con esta cifra, El País entra en el top mundial de los 10 medios más leídos, encabezados por la agencia de noticias china Xinhua, seguido por The New York Times.